Introducción
En el Ecuador las Cooperativas de Ahorro y Crédito han
demostrado ser un sector preponderante dentro del sistema
financiero, debido a que han logrado conseguir una
integración amplia en cuanto a su estructura patrimonial y
societaria, basadas en los preceptos fundamentales del
cooperativismo como son: justicia social, igualdad, libertad,
solidaridad, honestidad y pluralismo. Además de ser pilares
fundamentales para la práctica de la economía popular y
solidaria. Así lo señala Jácome (2016), en el libro Economía
Solidaria:
La economía popular y solidaria es contraria a las
lógicas del capitalismo, reconoce a la economía
como proceso de construcción social en el que la
organización de la producción, distribución,
comercialización y consumo de bienes y servicios
se orienta a la solución de las necesidades y
deseos legítimos de los pueblos, de las
comunidades y de las personas, y no simplemente
para la acumulación de rentas. (Pág. 20)
Así como también del buen vivir puntualizado por Pedregal
(2017) en su artículo Resumen Latinoamericano:
En concreto el buen vivir es la satisfacción de las
necesidades, la consecución de una calidad de
vida y muerte digna, el amar y ser amado, el
florecimiento saludable de todos y todas, en paz y
armonía con la naturaleza y la prolongación
indefinida de las culturas humanas. (Pág. 01)
Una de las herramientas para la práctica del principio
constitucional del Buen Vivir basado en el Sumak Kawsay
es la práctica de la Economía Popular y Solidaria, y dentro
de ella las finanzas populares, la cual, sustentada en un
instrumento legal, hacen de ella una práctica equitativa. En
el Ecuador la Ley Orgánica de Economía Popular y Solidaria
(2014) divide a las cooperativas en financieras y no
financieras, y a su vez el sector financiero ha manejado dos
formas de ejercer el cooperativismo y que técnicamente
están claramente definidas: las de tipo abierta, que tienen
su alcance en todo el entorno social, y las de tipo cerrada,
identificación que le da la Junta de Regulación del Sector
Financiero Popular y Solidario, la cual, manifiesta que son
aquellas formadas por socios cuyo vínculo común es
pertenecer a un mismo gremio, institución o empleador.
Esta investigación partió de un problema concreto como es
el desconocimiento sobre las ventajas que ofrecen este tipo
de instituciones dentro de una organización pública y
privada, las investigaciones publicadas se han centrado
exclusivamente en los servicios financieras dentro del
cooperativismo abierto, los empresarios y directivos creen
que la creación de este tipo de instituciones dentro de su
empresa dará lugar al inicio de un determinado gremio o
sindicalismo, que menoscabará sus intereses; y, por otra
parte los empleados demuestran desconocer sobre
cooperativismo y una negativa en adquirir
responsabilidades, por la falta de un sentido de cooperación
y solidaridad social.
Estos aspectos, dan lugar a diferentes repercusiones, una
de ellas está en que las personas acuden a las cooperativas
de tipo abierta, y se someten a prolongados trámites,
conjuntamente con la entrega de garantías rigurosas,
además de perder algunas ventajas que brindan las
cooperativas de tipo cerrada, como son la seguridad y
recuperar sus inversiones en el tiempo pactado, así como
también de una mayor rentabilidad esperada en los
intereses.
La importancia del tema radica en demostrar, que en el
cooperativismo se enfatiza principalmente la igualdad de
condiciones, puesto que toda persona que es socia tiene
acceso a los mismos beneficios; así, como también las
decisiones son compartidas por medio de asambleas, lo que
da lugar al aparecimiento de la democracia y que sus
resoluciones van a favor de todos los socios que conforman
estas organizaciones. Además, se indicará numéricamente,
las ventajas que reciben los socios al acceder a los
diferentes productos que prestan este tipo de
organizaciones (Cooperativas Cerradas), como son mayor
ágil en los trámites y menores costos en la cobertura de los
servicios permitidos, dando como resultado un mayor
beneficio social y económico a sus integrantes.
El impacto económico que causan las cooperativas
financieras es de suma importancia en el desarrollo de la
sociedad, basados en la naturaleza de su creación y en los
servicios sociales que otorgan. Según Bolaños (2015) en su
estudio de factibilidad para la creación y aplicación de un
modelo estándar de planificación financiera señala, que las
cooperativas son las instituciones encargadas de las
operaciones del sector popular y solidario, que buscan
como actividad principal facilitar el acceso a financiamiento
a las familias o emprendimientos basados en los principios
del cooperativismo.
Dado a lo expuesto, para Abarca & Vergara (2014), la
identidad cooperativa está arraigada en su carácter central
que, corresponde a la razón de ser de este tipo de
organizaciones, la cual apunta a suplir una necesidad
colectiva que genere un bienestar de tipo social, no
monetario, mediante una gestión democrática en la que
participan todos los miembros de la organización con igual
grado de autoridad.
El Código Orgánico Monetario y Financiero ecuatoriano,
publicado en el año 2016, en su Art. 445, señala que las
cooperativas de ahorro y crédito son organizaciones
formadas por personas naturales o jurídicas que se unen
voluntariamente bajo los principios establecidos en la Ley
Orgánica de la Economía Popular y Solidaria, con el objetivo
de realizar actividades de intermediación financiera y de
responsabilidad social con sus socios y, previa autorización
de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria,
con clientes o terceros, con sujeción a las regulaciones que
emita la Junta de Política y Regulación Monetaria y
Financiera.
En virtud de lo antes mencionado, según Cadena (2015), el
impacto de las cooperativas de ahorro y crédito en el país
además de proveer servicios financieros a los sectores
tradicionalmente desatendidos, radica en la capacidad de
ser un punto de encuentro entre socios y socias quienes
encuentran además del acceso a servicios financieros y no
financieros, la posibilidad de formar parte de redes y
organizaciones entre pares facilitando el intercambio de
experiencias, conocimientos y saberes que les permita
solventar las vicisitudes de sus actividades
microempresariales, el fomento de hábitos contables y el
mantenimiento tanto de sus ingresos personales como el de
sus familias.
Se debe puntualizar también que en el cooperativismo se
da énfasis al Capital Social que se constituye en el valor de
los bienes que posee una institución y la aportación que
realizan los socios, así lo señala Durston (2000) en el
paradigma del capital social que las relaciones estables de