Introducción
Aprendizaje organizacional
El aprendizaje es innato en el ser humano y se incrementa
a medida que este crece y se desarrolla. El aprendizaje
forma parte de las organizaciones de manera visible desde
hace aproximadamente cinco décadas; no obstante, al
revisar las teorías clásicas y modernas de la Administración,
se observa que, desde hace mucho tiempo atrás, coexiste
de modo tácito con los diversos componentes y factores
organizacionales (Gómez-Romo, 2021). Los estudios sobre
aprendizaje organizacional han evolucionado, de tal manera
que, investigadores como Cangelosi & Dill (1965) y Argyris
& Schön(1977), lo convirtieron como un punto neural de
discusión alrededor de las organizaciones, orientado a
aprender de los errores. Por su parte, Fiol & Lyles (1985),
definieron su aporte en torno al proceso de mejora en el
modo de hacer las cosas, a través del crecimiento continuo
del conocimiento. Así, se enfatiza que la antigüedad del
aprendizaje se remota a la existencia del hombre y la
naturaleza, y se mantiene en evolución continua (Shahid &
Yazdani, 2013).
Toda organización es capaz de aprender por sí misma si es
capaz de procesar adecuadamente la información
disponible y desarrollar disciplinas de apoyo al aprendizaje,
de tal manera que se produzcan cambios en los
comportamientos de las personas y generen la posibilidad
de convertirlos en ventajas competitivas (Huber, 1991;
Senge, 2012). Por otro lado, se ha establecido que la
experiencia induce a la mejora continua y produce
aprendizajes; así es que, gracias al aprendizaje las
organizaciones construyen nuevo conocimiento, que al
instituirlo como rutinas y lograr el acoplamiento de la fuerza
laboral, faculta notables incrementos de eficiencia en base
a las nuevas habilidades desarrolladas por las personas
(Nevis, DiBella, & Gould, 1995; Dodgson, 1993).
Los estudios relacionados al aprendizaje organizacional
continúan evolucionando, tal es así que se sigue creando
nuevos conceptos y aplicaciones en el campo de las
organizaciones, a medida que se comprende la manera en
que éste funciona (Ouma & Kombo, 2016; Roder, 2019). El
aprendizaje en las organizaciones ocurre a diferentes
niveles, así Jensen & Rasmussen (2004) indican que, si
bien el aprendizaje organizacional ocurre a una escala
macro, a nivel de toda la organización, ocurre también a una
escala micro, cuando éste tiene lugar a nivel de individuos
dentro de la organización, de tal manera que, juntos
cambian de un estado de conocimiento a otro. Con lo
indicado, cabe señalar que el aprendizaje organizacional se
ocupa de la expansión y transformación del conocimiento
de los estados tácito y explícito, y viceversa. Esta
transformación es afectada por los valores y creencias de
las personas sobre lo que es posible hacer, y sobre cómo
se realizan las cosas en la cotidianidad organizativa.
Finalmente, todas las definiciones de aprendizaje
organizacional convergen en el hecho de que éste
constituye un motor de la ventaja competitiva, que es capaz
de traducirse en desempeño efectivo (Yeo, 2005).
Muchos investigadores evidencian que existe estrecha
relación entre las diversas definiciones del aprendizaje
organizacional, donde la noción de conocimiento es central
y encarnado en las prácticas y procesos de las
organizaciones, así como en sus productos y servicios. Por
lo tanto, el enfoque basado en el conocimiento constituye el
fundamento teórico del aprendizaje organizacional, ya que
desde esta perspectiva se considera a las organizaciones
como depósitos de conocimientos y competencias en
desarrollo. El éxito de las organizaciones gira alrededor de
cómo y qué tanto aprende, de ahí la importancia vital que
reviste el tema del aprendizaje organizacional en todos los
ámbitos organizacionales independientemente de la
naturaleza de la misión de cada una de ellas (Ouma &
Kombo, 2016; Werlang & Rossetto, 2019).
El aprendizaje organizacional describe la movilización o
procesos de transferencia de conocimiento dentro de una
entidad organizada. Allí se integran todos los niveles
organizacionales y las personas que forman parte de ella en
función de las oportunidades de compartir conocimiento y
generar experiencia. A medida que los procesos de
transferencia de conocimiento ocurren, se generan
aprendizajes significativos que incrementan la calidad de
las experiencias haciendo que la organización mejore con
el tiempo(Roder, 2019). Los resultados palpables de ello,
han hecho que la atención de los académicos y
profesionales que buscan mejorar las organizaciones, se
haya inclinado de manera notoria a investigar este tema de
carácter integrador que unifica varios niveles de análisis
dentro de lo tácito y lo explícito y trasciende de lo individual,
a lo grupal y a lo corporativo (Nonaka y Takeuchi, 1999;
Pham & Hoang, 2019).
Existen factores que intervienen en la transferencia de
conocimiento en las organizaciones, dentro de ellos están
la cultura, las estrategias y la tecnología. Estos ameritan ser
estudiados tanto por separado como de manera conjunta
debido a que pueden dificultar o facilitar los procesos de
aprendizaje organizacional (Gómez-Romo, 2021). Senge
(2014); Arbaiza(2017); Kanwal, Nawaz, Nisar, &
Azeem(2017), corroboran que el aprendizaje organizacional
es la capacidad de las organizaciones en la formación de
habilidades para conseguir nueva información, y convertirla
en conocimiento utilizable en favor de su desarrollo
organizacional y de su entorno. Así, las entidades, capaces
de crecer son aquellas que han podido adoptar prácticas
permanentes y efectivas inherentes al aprendizaje como
parte de una cultura sólida y favorable para al desarrollo de
conocimiento, y además disponen del apoyo de las
estrategias organizacionales y la tecnología.
Una organización orientada al aprendizaje asegura las
condiciones necesarias hacia la consecución de resultados
deseables. Para ello es importante contar con la estructura
organizacional y las estrategias apropiadas para que los
empleados transiten por los caminos del aprendizaje
continuo. Una vez que existan facilitadores del aprendizaje,
que funcionen de modo articulado, es posible lograr
resultados tales como la innovación en respuesta a su razón
de ser y a las demandas del entorno(Werlang & Rossetto,