Debido a los riesgos que conlleva el consumo excesivo de
bebidas azucaradas, los consumidores han optado en
elegir produtos menos perjudiciales para la salud. Deossa,
Restrepo & Rodríguez (2019) identificaron que existen
productos sustitutos y las personas desconocen el daño que
provoca para su salud, estos productos son: el café y los
energizantes. No se tiene una información clara sobre los
ingredientes que contienen los mismos, las personas
capacitadas en salud y nutrición deberian dar a conocer lo
perjudicial que es ingerir estos alimentos procesados,
bebidas no alcoholicas y asi los consumidores sean mas
selectivos en el momento de ingerir alguna de estas
bebidas. (Cabezas, Hernandéz, & Vargas, 2016), nos
indica como regular la publicidad de alimentos altos en
azúcar, grasas y sodio de la misma manera exigir el
etiquetado nutricional. Siendo este toda descripción
destinada a informar al consumidor sobre las ppropiedades
nutricionales de un alimento que comprende: la declaración
de nutrientes y la información nutricional complementaria.
Es importante mencionar que el excesivo consumo de
bebidas azucaradas conlleva a enfermedades graves y
posteriormente a la muerte, el implantar un impuesto a
dichos productos sería favorable para disminuir el consumo,
como menciona (Organizacion Panamericana de la Salud,
2015). El impuesto debería ser aplicado con un 20% para
maximizar el impacto en enfermedades resultantes por el
exceso de azúcar en el cuerpo, pero al aprobarse el 10% en
las bebidas azucaradas ha resultado positivo y ha
disminuido los problemas de salud. Al determinar un
impuesto por gramo o miligramo de contenido que posee el
producto es más efectivo que al agregarse al precio final
puesto que éste es más distinguido por el comprador. Fijar
un impuesto al azúcar podría desincentivar el consumo de
estos productos. (Córdova, 2016)
El comportamiento de los consumidores, así como las
preferencias frente a los distintos productos del mercado es
objeto de estudio de empresas y del gobierno, de esta forma
se crean distintos productos para satisfacer las necesidades
de los consumidores y brindar la sensación de bienestar. El
consumo exacerbado de bebidas azucaradas en la
actualidad supone un problema sanitario para la sociedad,
razón por la cual ciertos gobiernos optan por grabar
impuestos a este tipo de bebidas, redireccionando así el
consumo de la población y, a la vez, obteniendo mayores
ingresos tributarios. El establecimiento de tributos a las
bebidas no alcohólicas azucaradas planteadas por los
gobiernos promueve un menor consumo de estas, lo que
termina reduciendo los casos de diabetes tipo 2, obesidad y
caries dentales (Organización Mundial de la Salud, 2016), y
puede obligar a las personas a buscar otras alternativas
menos costosas para satisfacer su necesidad de beber
líquidos (Aroca, 2018).
El incremento de la tributación imponible al consumo de
bebidas azucaradas genera un aumento del precio de estos
productos, lo que terminaría afectando las preferencias del
consumidor. En el año 2016 el gobierno ecuatoriano grabó
un impuesto al consumo de bebidas azucaradas, con el
ánimo de aumentar la recaudación fiscal y condicionar las
preferencias de consumo a productos saludables. En la Ley
de Régimen Tributario Interno (2016), se impuso un tributo
Impuestos de Consumos Especiales (ICE) a las bebidas no
alcohólicas en función a su contenido de azúcar menor o
igual a 25 gramos por litro de bebida, al cual se le aplica el
10% de impuesto. Al instante de que el gobierno establece
un impuesto sobre algún bien en específico, la preferencia
de un individuo sobre este cambia, lo que altera su
demanda (Aniceto y Santillán, 1962). Adicional, en
septiembre de 2014 se exige dentro de los productos
alimenticios procesados un sistema de etiquetado llamado
“Semáforo Alimenticio”, que muestra nutrientes como son la
grasa, el azúcar y la sal, así como sus niveles altos, medios
y bajos como los colores rojos, amarillo y verdes (Sánchez
et. al., 2019). Este sistema tiene como finalidad proveer
información para que los consumidores hagan mejores
decisiones de compras.
El impacto de adaptar un impuesto sobre este producto no
ha sido bien visto por las empresas que se dedican a la
fabricación de estos productos ya que, se ve afectado por
la disminución en las ventas de las bebidas no alcohólicas,
además que los consumidores deberán cancelar un valor
mayor (Aroca, 2018). Esta medida puede incentivar a las
industrias a crear un bien sustituto menos perjudicial para la
salud de los consumidores de bebidas azucaradas.
Además, con la aplicación del impuesto en las bebidas
azucaradas tiene un impacto en la economía de las
diferentes clases sociales, siendo la más afectada la clase
baja, ya que ellos proporcionan una cantidad alta de su
ingreso en este producto por consiguiente son los más
propensos en sufrir obesidad o diabetes a lo futuro.
Frente al comportamiento y preferencias que presentan los
consumidores con respecto a este tipo de bebidas se realiza
la presente investigación con el objetivo principal de analizar
el efecto que ha tenido el incremento del Impuesto a los
Consumos Especiales (ICE) en las preferencias y
comportamiento del consumidor en el cantón Ambato.
Para comprender las decisiones de compra de bienes y
servicios y cómo influye las diferentes variaciones de la
renta y los precios de los bienes se considera tres pasos, el
primero, son las preferencias de los consumidores, las
cuales describen las razones por la cual las personas
prefieren un bien a otro. El segundo paso es analizar las
restricciones presupuestarias. En las cuales los
consumidores se encuentran entre una renta limitada que
restringe las cantidades de bienes y servicios que puedan
adquirir; finalmente, se interpreta las elecciones de los
consumidores, las cuales señalan las preferencias y las
rentas limitadas deciden comprar las combinaciones de
bienes y poder cubrir sus necesidades, dichas
combinaciones depende de los precios de cada bien que
adquiera.
No es ninguna novedad recordaros que las bebidas
azucaradas dañan la salud y mucho. Y no solo la física,
también la mental, porque crean adicción. Se trata de
refrescos, bebidas de frutas, tés endulzados, bebidas con
café, bebidas energéticas, leche endulzada o alternativas