Introducción
El contexto económico-social actual tras la pandemia
causada por el COVID-19 y sus variantes, ha suscitado un
inminente cambio de pensamiento, forma de vida y acciones
a nivel empresarial y de consumo. Todos los sectores
económicos fueron afectados por las medidas restrictivas
de movilidad, el confinamiento y la pérdida de confianza
general ante el inminente riesgo de contagio. Los
empresarios reorganizaron sus procesos y sistemas de
entrega de productos y servicios, mientras que los
consumidores modificaron sus prioridades de consumo y
formas de abasto.
Es así que se desplegaron los negocios de cocina oculta, a
puerta cerrada, que son instalaciones diseñadas para
producir, de manera exclusiva, alimentos solo para la
entrega (Shigihara, 2020); no existe un punto de encuentro
con el comensal y las entregas se gestionan bajo pedidos
en línea, un modelo rentable por el ahorro en costos que
representa su montaje y el diseño de espacios (Ye & Jones,
2020), contratación de personal de atención al cliente, entre
otros, siendo el servicio de entrega a domicilio un elemento
decisivo de este tipo de negocio (Gössling, Scott, & Hall,
2020). Esta investigación se orientó hacia la búsqueda e
identificación de negocios formales de cocina oculta en el
sector norte de la ciudad de Guayaquil, con el propósito de
presentar los factores que motivaron la creación de estos
emprendimientos.
El emprendimiento y sus motivaciones
Emprender en este contexto es la actividad que realiza una
persona que participa activamente para iniciar o administrar
un nuevo negocio (Global Entrepreneurship Monitor [GEM],
2021; el nombre puede ser traducido como “Monitor de
Emprendimiento Global”). También es definido como un
fenómeno socioeconómico que permite el desarrollo de la
comunidad (Raoofi, Afghah, & Hoshyar, 2014),
multidimensional, centrado en los individuos que crean
empresas, motivados por la oportunidad de obtener
ganancias, la satisfacción personal e independencia
(Hisrich & Drnovsek, 2002); también involucra la innovación
y aprovechamiento de oportunidades (Raoofi, Afghah, &
Hoshyar, 2014), por lo que el proceso emprendedor
empieza con la identificación del potencial de conocimientos
y habilidades que marcan el punto de partida para la
concepción del negocio, y de aquí se pueden diferenciar dos
etapas clave para perfilar el tipo de emprendimiento.
Siempre que exista algún pago o retribución a cualquier
persona, incluyendo el dueño, por más de tres meses
(emprendimiento naciente) y menos de 42 meses son
considerados nuevos empresarios, en cambio aquellos
establecimientos donde se han pagado remuneraciones por
más de 42 meses se los considera negocios establecidos.
(Amorós, 2011)
Los emprendimientos son muy variados y surgen según las
condiciones socioeconómicas, nivel de educación,
preferencias y circunstancias propias de cada emprendedor
como la situación familiar, sus emociones y el nivel de vida
(Díaz de León & Cancino, 2014) y las motivaciones para
emprender se asocian según el contexto específico de cada
individuo, “sus experiencias, el entorno y su estado
consciente y subconsciente” (Vera, 2021, p. 32). Estudios
como el de Zambrano y Lasio (2019) se enfocaron en
examinar actitudes, aspiraciones y acciones de la juventud
desempleada del Ecuador, con miras a detectar
oportunidades estratégicas para aprovechar su potencial
para la creación de emprendimientos. De los resultados
mostrados el 32% de la población entre 18 y 34 años han
emprendido un negocio con un periodo de funcionamiento
menor a 42 meses, destacando una diferencia significativa
entre los grupos de 18 a 24 años y de 25 a 34 años siendo
el grupo etario de 25 a 34 años los que mostraron la mayor
tasa (36%) en relación al menor grupo etario de 18 a 24
años (28%), además, el 69% de estos jóvenes
emprendedores fueron motivados por una oportunidad.
También mostraron una existencia de brecha de género al
ser los hombres quienes emprenden más, pero las mujeres
están más motivadas por necesidad. Por otra parte, este
estudio también denota que, conforme aumenta la edad de
los emprendedores, cambian sus motivaciones, siendo que
a más temprana edad se emprende por aprovechar una
oportunidad y a mayor edad se emprende por necesidad.
La iniciativa de emprender nace de motivaciones
intrínsecas y extrínsecas (Staniewski & Awruk, 2015) del ser
humano que busca innovar y crear nuevas formas de
generar recursos y satisfacer necesidades. La motivación
intrínseca se relaciona con aquellos impulsos internos o
rasgos empresariales que inducen a los emprendedores a
la acción, en cambio la motivación extrínseca se relaciona
con los incentivos y factores externos (Vale, Correa, & Reis,
2014) que dan lugar a diferentes contextos para emprender.
Los emprendimientos se pueden originar motivados por la
oportunidad o la necesidad (Amorós & Bosma, 2014; López
& Rivera, 2020). Los primeros son más comunes en países
desarrollados (Amorós & Bosma, 2014) y en sectores de
mayor innovación y tecnología, también se asocian a zonas
de alta concentración turística (Marchant, 2010) y surgen
para mejorar la calidad de vida y crear riqueza en las
economías locales (Díaz de León & Cancino, 2014). Los
emprendedores motivados por oportunidad tienen más éxito
ya que su enfoque es analizar y aprovechar oportunidades
en el mercado incorporando herramientas que le generen
beneficios (López & Rivera, 2020).
Los emprendimientos motivados por la necesidad son más
bien negocios de subsistencia, en sectores primarios, muy
comunes en países en desarrollo o en condiciones de
pobreza (Amorós y Bosma, 2014) pero sobre todo es un
mecanismo de supervivencia para quienes no cuentan con
empleo, tienen bajo nivel de educación, ofrecen un producto
que conocen, pero carecen de análisis del mercado (Díaz
de León & Cancino, 2014) y visión a largo plazo.
Staniewski y Awruk (2019) identificaron tres factores que
motivan a emprendedores potenciales a comenzar sus
negocios: 1) la autorrealización y la autosatisfacción con un
impacto del 63%, 2) la posibilidad de obtener las mayores
ganancias en su segmento de mercado (48%) y 3) con un
impacto del 30% por la independencia que tienen en la toma
de decisiones. El primer factor está más relacionado con