Introducción
La inclusión financiera constituye una cuestión de clara
importancia por su relación con el desarrollo económico,
social y la reducción de las desigualdades. De modo que
recibe una estrecha atención de organismos
internacionales, agencias gubernamentales, del ámbito
académico y también en el diseño y gestión de la política
pública por parte de los gobiernos.
La recurrencia de las crisis financieras nacionales e
internacionales, el sobreendeudamiento de los países y de
las familias, la reducción de los niveles de ahorro, el estrés
financiero en que vive la población general, especialmente
las clases medias; la expansión de las desigualdades
sociales, de género, territoriales e internacionales;
constituyen elementos que señalan la necesidad de
potenciar la inclusión financiera.
El presente estudio surgió como resultado de la
aproximación de la universidad como ente académico al
territorio, en este caso a la parroquia El Morro, cantón
Guayaquil para comprender y contribuir a modificar las
condiciones de vida de su población, específicamente de un
grupo de mujeres emprendedoras que habitan y laboran en
dicha localidad. Tal intervención (vinculación con la
sociedad) estuvo respaldada en los Objetivos de Desarrollo
Sostenibles, específicamente en los siguientes:
- Objetivo 4: Garantizar una educación inclusiva,
equitativa y de calidad y promover oportunidades
de aprendizaje durante toda la vida para todos.
- Objetivo 5: Lograr la igualdad entre los géneros y
empoderar a todas las mujeres y las niñas.
- Objetivo 8: Promover el crecimiento económico
sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno
y productivo y el trabajo decente para todos.
- Objetivo 12: Garantizar modalidades de consumo
y producción sostenibles. (OIT, 2017)
El objetivo general del estudio es caracterizar las
condiciones de inclusión financiera presentes en un grupo
de mujeres emprendedoras radicadas en la parroquia El
Morro, cantón Guayaquil. Los objetivos específicos son:
sistematizar los fundamentos teóricos y empíricos
relacionados con la inclusión financiera; caracterizar
mediante el uso de una encuesta las condiciones de
inclusión financiera presentes en la población de estudio;
establecer los principales hallazgos obtenidos.
- Literatura teórica y conceptual
Banco Mundial (s.f.) define la inclusión financiera como el
acceso a los distintos productos y servicios que permiten
satisfacer determinadas necesidades de carácter financiero
tales como realizar transacciones, pagos, gestionar ahorro,
créditos y seguros, siendo el acceso y el uso de esos
productos y servicios responsable y sostenible en el tiempo.
Otra institución como Comisión Nacional Bancaria y de
Valores (2009) la define como el acceso y el uso a un
conjunto de productos y servicios financieros del cual se
beneficia la mayor parte de la población, logrando una
información clara y concisa y un adecuado marco
regulatorio.
Muy similar a la anterior, es la definición de Olloqui, Andrade
y Herrera (2015), los que también hacen énfasis en el
acceso a servicios financieros formales y de calidad, y a su
uso efectivo en un marco estable tanto para el sistema como
para los consumidores. Muñoz (2018) entiende la inclusión
financiera también en términos de acceso y uso de servicios
financieros en un ambiente de regulación, asociado también
a la educación financiera como parte de esa inclusión. Para
ese autor, existen cuatro aspectos o dimensiones claves en
la inclusión financiera, que son el acceso, el uso, la
protección del consumidor y la educación financiera.
De modo que podemos asumir la inclusión financiera como
el acceso y uso que tienen los individuos a los distintos
productos y servicios que ofrece el sistema financiero, en un
ambiente de regulación que los protege y que ayuda a su
educación financiera.
Para el Banco Mundial (s.f.) la inclusión financiera pueda
contribuir a las familias y a las empresas a planificar sus
objetivos, a usar servicios como el crédito y los seguros, a
invertir en educación y salud, a administrar riesgos y a
superar situaciones adversas en el ámbito financiero.
Según Muñoz (2018) la inclusión financiera puede contribuir
a fortalecer los sistemas financieros públicos, privados y
popular – solidarios, al potenciar a sus distintos actores.
Raccanello y Guzmán (2014) consideran que la inclusión
financiera puede contribuir al bienestar de la población, al
desplazar los flujos de ingreso y consumo en el tiempo por
medio del ahorro y el crédito, así como la acumulación de
activos y la creación de un fondo para la vejez.
De Olloqui, Andrade y Herrera (2015) consideran que la
inclusión financiera puede proveer medios de subsistencia
a las personas, crear activos financieros y gestionar sus
riesgos, además de propiciar sus transacciones de forma
cotidiana y segura. Cueva (2012) brinda una detallada
exposición de los beneficios que aporta la inclusión
financiera a las personas, tales como un crecimiento más
incluyente y mejorar la calidad de vida de la población,
reducción de los costos de muchos trámites, mejoras en la
seguridad y los tiempos en el manejo de dinero, facilita la
recepción de remesas y transferencias, fomenta una
tradición de ahorrar, facilita realizar pagos o recibir
transferencias, incrementa la cultura financiera, permite
acceder a créditos, seguros y otros productos financieros.
Para medir la inclusión financiera, se ha asumido la pauta
de tomar datos representativos del lado de la oferta y otros
representativos del lado de la demanda de los servicios
financieros. Los del lado de la oferta se relacionan con la
accesibilidad y el uso. Para la accesibilidad se consideran
indicadores como sucursales de entidades bancarias y no
bancarias, cajeros y corresponsales existentes. Para el uso
se consideran el número de personas que cuentan con uno
o varios productos financieros de ahorro, crédito, seguros o
sistema de pagos. Los datos del lado de la demanda se
extraen sobre todo mediante las encuestas nacionales a