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Terremoto de 2016 y seísmo económico
Fecha de recepción: 17 de Noviembre 2017 Fecha de aceptación: 11 de Diciembre 2017
Álvaro Jiménez-Sánchez
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José M. Lavín
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Ph.D. Doctor. Docente Investigador. Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales. Universidad Técnica de Ambato. UTA. Ambato- Ecuador. E-Mail: al.jimenez@uta.edu.ec
2Ph.D. Doctor. Docente Investigador. Grupo de Decisiones e Innovación. Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales. Universidad Técnica de Ambato.UTA. Ambato – Ecuador.
E-Mail: josemaria.lavin@uta.edu.ec
Resumen
En el siguiente trabajo se comparan las evoluciones de la canasta vital
y la canasta básica en dos ciudades ecuatorianas, Ambato y Manta,
después del terremoto de abril de 2016 y como este desastre natural
ha hecho que las canastas de ambas ciudades sean radicalmente dis-
tintas, debido a las circunstancias de los vecinos de una y otra ciudad.
Para ello se estableció una comparativa entre la evolución de ambos
indicadores desde la fecha del terremoto. Los resultados conrman la
incidencia de este tipo de fenómenos en las economías locales en el
corto y en el largo plazo.
Palabras clave: Desastres naturales, economía local, canasta básica,
canasta vital.
Abstract
In this work we compare the evolution of the monthly living expenses
in two Ecuadorian cities, Ambato and Manta, after the earthquake of
April 2016 and how this natural disaster has made the expenses of
both cities radically dierent, due to the circumstances of the neighbors
of one and another city. For this, a comparison was made between the
evolution of both indicators from the date of the earthquake. The results
conrm the incidence of this type of phenomena in local economies in
the short and long run growth.
Keywords: Natural disasters, local economy, monthly living expenses
Introducción
El movimiento sísmico sucedido en Ecuador el 16 de abril de 2016 es
el terremoto más demoledor sufrido por el país desde el siglo XX y sus
repercusiones alcanzaron a todo el territorio nacional, e incluso pudo
sentirse tanto en Perú como en Colombia. Con una magnitud de 7,8
en la escala de Richter, sus efectos se notaron principalmente en las
provincias costeras del Ecuador: Esmeraldas, Manabí, Santo Domingo
de los Tsáchilas, Guayas y Los Ríos. En menor medida, fueron afecta-
das otras provincias como Pichincha, Imbabura y el Carchi, llegando a
sentirse fuertemente en Tungurahua, Chimborazo Cotopaxi.
Las cifras ociales hablan de 691 víctimas mortales, de los cuales 657
provienen de la provincia de Manabí, lugar donde estaba el epicen-
tro del movimiento sísmico, más concretamente en el cantón Pedernales.
Además, en ese momento se contabilizaron 248 desaparecidos y
6.277 heridos (Secretaria General de Riesgos, 2016).
A estas cifras, hay que añadir que el terremoto y sus más de 2.000
réplicas causaron pérdidas estimadas de 3.344 millones de dólares,
sobre todo en infraestructuras: casas, puentes, edicios públicos o co-
legios (Mera et al, 2017). El desastre económico causado por el seísmo
obligó al gobierno de Rafael Correa a tomar una serie de medidas
económicas excepcionales como el aumento de dos puntos porcentuales
al IVA por un año, una única contribución obligatoria a las empresas
del 3% sobre los benecios, un impuesto del 0,9% a las personas con
patrimonio superior a un millón de dólares que se cobraría una sola vez,
y una contribución gradual de un día de sueldo por mes por cada mil
dólares ganados en el sector público. La razón de estas medidas se
debió, como es obvio, a la necesidad de la reconstrucción económica
de las zonas más afectadas.
Sin embargo, estas medidas no estuvieron exentas de controversia,
pues el gobierno de Rafael Correa había utilizado los fondos de liqui-
dez para contingencias para el desarrollo de infraestructuras desde el
principio de su gobierno, con lo que un dinero que pudiese haber sido
utilizado para la reconstrucción se había ya gastado en otros rubros
(El Telégrafo, 15 de Febrero de 2016), por lo que la viabilidad del es-
tado ecuatoriano para la reconstrucción estaba maltrecha y hubo de
apoyarse en líneas de crédito de la Corporación Andina de Fomento
(CAF), Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Banco Mundial (El
Ciudadano, 30 abril de 2016).
El quebranto económico a consecuencia de la existencia de desastres
naturales ha sido ampliamente estudiado. Desde la imposibilidad de
una recuperación sin asistencia externa (Alcántara-Ayala, 2002), a la
permanencia de los efectos del desastre durante años (Cordero et al,
2017), los efectos económicos de fenómenos naturales destructivos se
han presentado como una terrible prueba de que las economías de las
poblaciones que los sufren, deben superar.
Cerqua y Di Pietro (2017) denen tres consecuencias fundamentales de
los desastres naturales para la economía local:
a)La destrucción de capital humano y de infraestructuras.
b)Las empresas no suelen estar interesadas en invertir en áreas
que sufren desastres naturales por el temor de que se repitan.
c)Los desastres naturales suponen, además, un éxodo de po-
blación que repercute directamente en la economía.
Todo ello hace que el desastre natural se vea relacionado directamente
con la pobreza y con el descenso de los ingresos familiares en todas
partes del mundo, véase Bui et al (2014), Skidmore y Toya (2002) y
Cavallo, Galiani y Pantano (2013).
El propósito de este trabajo es comprobar esta relación entre economía
y desastres naturales en Ecuador después del terremoto del 16 de abril
de 2016. Para ello se compararán dos ciudades ecuatorianas, Ambato
y Manta. La primera no sufrió prácticamente los efectos del seísmo
mientras que la segunda fue una de las más afectadas. El objetivo es
ver las diferencias económicas existentes desde la fecha del desastre.
Para hacer la comparación, se han utilizado indicadores que apenas se
han utilizado en la literatura revisada: los que forman parte de la canas-
ta familiar vital y de la canasta familiar básica.
Para ello, se presentará primeramente la metodología utilizada, donde
se muestran los indicadores elegidos. Más adelante, se presentan los
resultados de la comparativa y, por último, se ofrecen las conclusiones.
Metodología
Se utilizaron los datos mensuales del INEC respecto a la canasta familiar
básica y vital de Ambato y Manta desde un mes antes del terremoto
(marzo del 2016) hasta agosto del 2017.
Los indicadores principales tienen como base la estructura ja del gas-
to en bienes y servicios establecida en noviembre de 1982 para un
Hogar tipo de cuatro miembros con 1,60 perceptores de Remuneración
básica unicada. Los indicadores son:
- Costo mensual en dólares.
- Distribución del ingreso mensual: Cálculo del Ingreso Familiar Mensual
del Hogar tipo sin incluir los fondos de reserva mensualizados.
- Restricción en el consumo porcentual: Según el costo mensual de la
canasta y los ingresos familiares destinados a cada producto o servicio.
Dicha restricción no afecta a los artículos: sal, alquiler, energía eléctrica,
gas, agua, matrícula secundaria y bus urbano.
El INEC establece que la Canasta Familiar Básica Nacional es un con-
junto de bienes y servicios que son imprescindibles para satisfacer las
necesidades básicas del Hogar tipo. El ingreso mínimo mensual del
Hogar tipo es calculado con las remuneraciones nominales y los so-
Boletín de Coyuntura, N.º 15; diciembre 2017; ISSN 2528-7931; UTA – Ecuador; Pág. 11-14