4
Desastres naturales y desigualdad: Evidencia en América Latina y El Caribe
Boletín de Coyuntura, Nº 20; enero - marzo 2019; e-ISSN 2600-5727 / p-ISSN 2528-7931; UTA – Ecuador; Pág. 4-8
1
Universidad Tecnológica Israel. Docente de la Facultad de Ciencias Administrativas. Quito – Ecuador. E-mail: pdesfrancois@uisrael.edu.ec. ORCID: https://orcid.org/0000-0003-2841-3272
Fecha de recepción: 22 de febrero de 2019 Fecha de aceptación: 27 de marzo de 2019
Desastres naturales y desigualdad:
Evidencia en América Latina y El Caribe
Desfrancois - Pierre
1
URL: http://revistas.uta.edu.ec/erevista/index.php/bcoyu/article/view/684 DOI: http://dx.doi.org/10.31164/bcoyu.20.2019.684
Resumen
El presente trabajo de investigación explora la relación entre los de-
sastres naturales y la desigualdad de ingresos en América Latina y El
Caribe a partir de un modelo de datos de panel que cubre 14 países
durante el periodo 2000-2017. El estudio econométrico revela que los
desastres naturales empeoran la desigualdad de ingresos en la región.
Los resultados son signicativos en las dos especicaciones del modelo,
es decir, utilizando el coeciente de Gini y el ingreso del primer quintil
de la población para medir el nivel de desigualdades. Además, se ob-
serva que el efecto negativo de los desastres naturales sobre el nivel de
desigualdad en la región se mantiene en el mediano plazo. Este resulta-
do también es robusto a cambios en la metodología y en las variables
utilizadas en el modelo. Luego, se emiten hipótesis sobre el impacto
signicativo de mediano plazo de los desastres naturales a partir de los
trabajos existentes en la literatura reciente. Este trabajo constituye un
aporte importante para el diseño de políticas públicas de reducción de
la desigualdad en los países de la región.
Palabras clave: Desastres naturales, impacto económico, desigualdad de
ingresos.
Abstract
This research paper explores the relationship between natural disasters
and income inequality in Latin America and the Caribbean based on a
panel data model covering 14 countries during the period 2000-2017.
The econometric study revealed that natural disasters worsen income
inequality in the region. The results are signicant in the two specica-
tions of the model that is, using the Gini coecient or the income of
the rst quintile of the population to measure the level of inequalities.
In addition, it is observed that the negative eect of natural disasters
on the level of inequality is maintained in the medium term. hen, hy-
potheses are issued on the signicant medium-term impact of natural
disasters based on the existing works in the recent literature. This work
constitutes an important contribution for the design of public policies to
reduce inequality in the countries of the region. This result is also robust
to changes in the methodology and in the variables used in the model.
Keywords: Natural disasters, economic impact, income inequality.
Introducción
Los desastres naturales tienen un impacto considerable en el desarrollo
económico de los países. Inclusive, Barro (2006), demostró que la
ocurrencia de desastres económicos imprevisibles como los conictos
armados o los desastres naturales de gran magnitud tiene mayores
costos sociales que las uctuaciones económicas continuas de menor
amplitud. El impacto socioeconómico de los desastres naturales abarca
diferentes dimensiones a nivel individual y agregado. Desde la perspec-
tiva de un hogar, los desastres naturales pueden representar un choque
adverso para el bienestar, afectando la integridad física, la acumulación
de activos y los ingresos, mientras que desde una perspectiva agrega-
da, pueden generar un impacto en el PIB debido a la pérdida de activos
y la interrupción de la actividad económica. En las últimas décadas se
ha observado un incremento de las investigaciones económicas sobre
las consecuencias económicas de los desastres naturales, sin embar-
go, aún existen muchos vacíos en esta literatura (Cavallo y Noy, 2011,
Kellenberg y Mobarak, 2011). Los proyectos de investigación recientes
han evaluado el impacto de los desastres naturales en el crecimiento a
corto y mediano plazo. Sin embargo, hay menos investigaciones sobre
el impacto de los desastres naturales en los pobres y en la distribución
del ingreso. En un estudio reciente, Yamamura (2013) utiliza datos de
panel de 86 países durante el periodo 1965-2004 para analizar cómo
los desastres naturales han afectado la desigualdad de ingresos. Con-
cluye que los desastres naturales aumentan la desigualdad de ingresos
en el corto plazo, sin embargo, este efecto decae con el tiempo y de-
saparece en el mediano plazo. Los resultados siguen estadísticamente
signicativos incluso después de controlar por los efectos jos anuales
y de países. Una de las hipótesis sugeridas por los autores para ex-
plicar la ausencia de efecto a mediano plazo es la redistribución de
las riquezas de las áreas no dañadas a las áreas dañadas, lo que re-
duce la desigualdad de ingresos. Este resultado sigue la tendencia de la
literatura empírica que distingue los efectos económicos de corto y de
largo plazo de los desastres naturales. En efecto, si bien es cierto que la
mayoría de los trabajos concluyen que los desastres naturales grandes
tienen un impacto negativo a corto plazo en la dinámica de producción
(Raddatz, 2009, y Noy, 2009), algunos estudios también encuentran
una relación positiva entre desastres naturales y crecimiento a largo
plazo (Skidmore y Toya, 2002), justicando estos resultados a partir
de la teoría de la destrucción creativa. Otro canal de transmisión para
explicar la desaparición del impacto de los desastres naturales con-
siste en el incremento del gasto público por parte de los gobiernos en
la reconstrucción de las áreas afectadas por el desastre. Otro trabajo
destacado es el de Islam y Winkel (2017), en el que se ofrece un marco
analítico para analizar la relación entre cambio climático y desigualdad.
Evidencian que la relación se caracteriza por un círculo vicioso, en el
cual la desigualdad inicial causa desventajas, es decir que los grupos
más pobres sufrirán de manera desproporcionada los efectos adversos
del cambio climático, lo que se traducirá en una mayor desigualdad
posterior. Los autores identican tres canales de transmisión a través
de los cuales se materializa el efecto agravante sobre la desigualdad
causada por el cambio climático: (i) el aumento de la exposición de los
grupos desfavorecidos a los efectos adversos del cambio climático; (ii)
el aumento de la susceptibilidad de los grupos desfavorecidos a los
daños causados por el cambio climático; y (iii) la disminución de su
capacidad para hacer frente y recuperarse del daño sufrido.
El estudio de la desigualdad ha ocupado un papel fundamental en las
investigaciones sociales sobre los países de América Latina y el Caribe,
desde que varias evidencias sugieren que América Latina y el Caribe
aparece como la región con la distribución de los ingresos más desigual
en el mundo (Alvaredo y Gasparini, 2015). En las últimas décadas, se
observa un descenso estadísticamente signicativo en los niveles de
desigualdad del ingreso (CEPAL, 2017). Los principales factores que
explican el descenso de la desigualdad son el aumento de los ingresos
laborales de los trabajadores más pobres, es decir, una reducción en la
desigualdad de ingresos laborales, el aumento en las transferencias gu-
bernamentales y el cambio demográco, que implica mayor número de
miembros en edad de trabajar (Lustig et al, 2013, Azevedo et al., 2013).
Sin embargo, a pesar de los avances de la región en la reducción de
la pobreza y de la desigualdad en los últimos años, ambos problemas
continúan siendo dos de los principales desafíos para los gobiernos
de la región. De acuerdo con la información más reciente, la brecha
entre las personas que se encuentran en los extremos de la distribución
sigue a un nivel muy alto, pues el ingreso captado por el quintil más
rico (quintil V) representa alrededor del 45% del ingreso de los hoga-
res, mientras que el ingreso promedio del quintil de menores recursos
(quintil I) es de apenas un 6% de los ingresos totales (CEPAL, 2017).
Además, una de cada cuatro personas en la región sigue viviendo en
la pobreza, y de los millones que han salido de la pobreza, la mayoría