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Sin embargo, el elemento prioritario del ejercicio del régimen instaurado por el CPP ha sido la politización del sistema
judicial, la herramienta más ecaz para limitar libertades personales y garantías civiles (Curley, 2018; Peou, 2000). Aunque la
Constitución camboyana establece una Corte Suprema de Justicia independiente del Poder Ejecutivo, existe cierto consenso
entre académicos, especialistas y activistas en que el sistema judicial funciona como una extensión de este, a través de la
corrupción extendida y del nepotismo (Curley, 2018). Por último, es necesario señalar la particular relación del CPP con las
Fuerzas Armadas. El partido gobernante llevó adelante una política sistemática de cooptación de las Fuerzas. De esta forma
logró asegurar su plena lealtad al partido y al líder:
Aunque en ocasiones unidades militares especiales fueron llamadas para reprimir protestas populares,
las RCAF han cumplido sobre todo la función de unir a los actores potencialmente riesgosos al partido
gobernante. De esta forma, la institución ha asumido roles políticos, económicos y sociales que sostienen el
funcionamiento del régimen. Políticamente, las Fuerzas Armadas son el brazo armado del CPP. (Jenne, 2020)
III.3 2017- actualidad: autocracia cerrada
Las elecciones de 2018 marcaron un nuevo cambio de régimen en el país, de la autocracia electoral a la autocracia
cerrada. De hecho, le permitieron al CPP hacerse con el 77% de los votos emitidos, lo cual signicó obtener la totalidad
de los escaños de la cámara baja. El control total sobre la Asamblea Nacional fue la herramienta fundamental para
institucionalizar la autocracia (Morgebesser, 2019). Esto se da en un contexto en el cual las tres variables propuestas
por Cassani y Tomini (2018) para establecer la calidad y cantidad del proceso de autocratización sufrieron deterioros
profundos en un lapso muy breve.
En primer lugar, la participación política se vio deteriorada por la aprobación de la Ley de Partidos Políticos en 2017. Esta
agenda posee una vaguedad y arbitrariedad de los términos tal, que la convierte en un instrumento de control y represión, más
que de regulación. Según el informe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH,
2017), resulta, además, contraria a los estándares internacionales en varios aspectos, entre ellos: la estipulación del
Ministerio del Interior como autoridad administrativa de los partidos políticos, en vez de un órgano autónomo; los poderes
extensivos otorgados a este Ministerio, a través de los cuales, puede defacto disolver cualquier partido político con una única
posibilidad de apelación ante la Corte Suprema; y la falta de denición en cuanto a los aportes «extranjeros» a los partidos,
lo que permitiría descartar los aportes de camboyanos en el exterior o de migrantes residentes en el país. Las preocupaciones
esbozadas por el ACNUDH resultaron certeras, ya que la nueva regulación se utilizó para disolver el mayor partido de la
oposición, el Partido de Rescate Nacional de Camboya (CNRP, por sus siglas en inglés), y redistribuir los escaños obtenidos
por esa fuerza política en todos los niveles legislativos a favor del CPP (Sutton, 2018).
En segundo lugar, las posibilidades de contestación se vieron reducidas a partir de la feroz ofensiva en contra de los
medios de comunicación independientes y la libertad de expresión. A partir de 2017, el gobierno coartó el poco espacio
de libertad de expresión que quedaba, utilizando sobre todo causas impositivas. Como resultado, uno de los mayores
diarios del país, el PhnomPenhPost fue vendido a manos cercanas del gobierno, mientras que la mayor publicación
en inglés, el Cambodia Daily fue forzada a cerrar. Asimismo, decenas de radios debieron pasar a la clandestinidad,
transmitiendo desde el exterior o a través de internet, entre ellas VoiceofAmerica,RadioFreeAsiayVoiceofDemocracy
(Morgenbesser, 2019).
Por último, la posibilidad de limitación al Ejecutivo se vio constreñida a partir de la aprobación en 2015 de la Ley de
Asociaciones, conocida como «Ley de ONG», que reduce de forma signicativa la capacidad de asociación, y organización
de la sociedad civil. Para empezar, creó mayores dicultades para la asociatividad, al endurecer los requerimientos
para crear una ONG en el país, acortar los tiempos para la presentación de la documentación necesaria, y requerir que
información que puede resultar sensible, sea pública. Más problemático aún, la Ley establece regulaciones abusivas,
REVISTA INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO I+D • VOLUMEN 14 • JULIO - DICIEMBRE 2021 • P. 69 - 80 • UNIVERSIDAD TÉCNICA DE AMBATO - DIDE • AMBATO - ECUADOR
‣ Alejandro H. Lamarque
‣ Cecilia Noce
‣ Max Povse