UNIVERSIDAD TÉCNICA DE AMBATO
Investigación y Desarrollo
Revista Cientíca
10
El cuadro 2 expresa los fines para los cuales la población
utiliza el matico. El mayor número de individuos (39,3%)
usan el matico para la curación de heridas, seguido de un
26,0% que lo hace con fines antiinflamatorios y un 24,9%
que lo hace para alivio del dolor. En la población urbana
predomino el uso de curación de heridas (41,6%) y fines
antiinflamatorios (30,6%), ambos % por encima de la
media general, mientras que en la población rural
predominó el uso en curación de heridas (36,8%) y alivio
del dolor (29,3%).
Cuadro 2. Fines para los que utilizan el matico según área de residencia
Otras
afecciones
digestivas
Respecto a la forma de preparación del matico para su uso
(tabla No.3) observamos que el mayor porciento de la
población utiliza la planta medicinal en forma de infusión
(67,6%), seguido por la decocción (16,6%) y los baños
(16,5%). Con respecto al uso de las decocciones fue más
frecuente en el área urbana (18,3%) respecto a la rural
(13,9%), mientras las infusiones fueron más utilizadas en
el área rural (72,8%)
Cuadro 3. Forma de preparación de la planta según área de residencia
Las vías de administración por la que se utilizó el matico
(tabal No.4), se aprecia similitud en la vía oral y tópica
piel con 53,1% en ambos casos. Respecto a la vía tópica
mucosa, aunque su % de utilización es bajo se apreció que
se usa tres veces más en el área rural (6,1%) que en la
urbana (2,4%).
Cuadro 4. Vía de utilización de la planta según áreas de residencia
Respecto a la frecuencia con que utilizaban el matico para
el tratamiento de sus dolencia resalta el número de
personas que lo hacían dos veces al día (55,5%), seguido
de los que lo hacía una sola vez al día (41,5%) y los que lo
hacían 3 veces al día (32,3%), se registraron en menor
cuantía los que lo hacían 4 veces y más. El mayor %
(50,8) de los que lo utilizaron 2 veces al día fue para el
tratamiento de infecciones vaginales, mientras los que lo
hicieron una vez al día (32,4%) fue para tratar el refriado.
Para tratar el cáncer (31.0%) lo hicieron con mayor
frecuencia 3 veces al día.
El mayor por ciento (39,6%) de las personas que utilizaron
el matico lo hicieron entre 4 y 7 días, siguiéndole en
frecuencia el uso entre 1 y 3 días (36,4%). El uso entre 1 y
3 días predominó para la curación de las heridas (29,4%),
antiinflamatorio (21,4%) y alivio del dolor (20,5%), en los
casos que lo utilizaron entre 4 y 7 días predominaron las
mismas dolencias.
De los 6146 tratamientos realizados con matico, en el
48,1% de los casos sintieron mejoría entre el segundo y
cuarto día de iniciado el tratamiento, seguido del 27,6% de
los casos que sintieron mejorías desde el primer día de
tratamiento, solo en el 2,4% de los casos no se sintió
mejoría alguna.
El efecto adverso más frecuentemente encontrado fue el
prurito en el 3,3% de las personas seguido de mareos
(1,6%) e irritación local (3%). Las vías por donde mayor
se presentaron los efectos adversos fueron la tópica piel,
seguida de la oral con 43,6% y 42,6% respectivamente.
Al analizar la correspondencia entre los uso tradicionales
y los reportados en la literatura científica (tabla No. 5) se
aprecia que existe coincidencia ente la mayoría de los
usos tradicionales descritos en nuestro estudio con algunas
de las acciones farmacológicas encontradas en
investigaciones científicas, entre las que se destaca la
antiinflamatoria y cicatrizante.
Cuadro 5. Usos tradicionales y comprobados del matico
Decocción 424 18,37 320 13,91 744 16,67
Infusión 1450 62,85 1571 72,86 3021 67,68
98 4,24 110 5,1 208 4,66
Baños 320 13,87 401 18,59 721 16,51
Pomadas 97 4,2 156 7,23 253 5,66
Vía Urbana%Rural%Total%
Oral123653,5113652,6237253,1
Tópicapiel122152,9114953,2237053,1
mucosa 562,41326,11884,2
El cuadro 2 expresa los fines para los cuales la población
utiliza el matico. El mayor número de individuos (39,3%)
usan el matico para la curación de heridas, seguido de un
26,0% que lo hace con fines antiinflamatorios y un 24,9%
que lo hace para alivio del dolor. En la población urbana
predomino el uso de curación de heridas (41,6%) y fines
antiinflamatorios (30,6%), ambos % por encima de la
media general, mientras que en la población rural
predominó el uso en curación de heridas (36,8%) y alivio
del dolor (29,3%).
Cuadro 2. Fines para los que utilizan el matico según área de residencia
Otras
afecciones
digestivas
vaginales
Respecto a la forma de preparación del matico para su uso
(tabla No.3) observamos que el mayor porciento de la
población utiliza la planta medicinal en forma de infusión
(67,6%), seguido por la decocción (16,6%) y los baños
(16,5%). Con respecto al uso de las decocciones fue más
frecuente en el área urbana (18,3%) respecto a la rural
(13,9%), mientras las infusiones fueron más utilizadas en
el área rural (72,8%)
Cuadro 3. Forma de preparación de la planta según área de residencia
Las vías de administración por la que se utilizó el matico
(tabal No.4), se aprecia similitud en la vía oral y tópica
piel con 53,1% en ambos casos. Respecto a la vía tópica
mucosa, aunque su % de utilización es bajo se apreció que
se usa tres veces más en el área rural (6,1%) que en la
urbana (2,4%).
Cuadro 4. Vía de utilización de la planta según áreas de residencia
Respecto a la frecuencia con que utilizaban el matico para
el tratamiento de sus dolencia resalta el número de
personas que lo hacían dos veces al día (55,5%), seguido
de los que lo hacía una sola vez al día (41,5%) y los que lo
hacían 3 veces al día (32,3%), se registraron en menor
cuantía los que lo hacían 4 veces y más. El mayor %
(50,8) de los que lo utilizaron 2 veces al día fue para el
tratamiento de infecciones vaginales, mientras los que lo
hicieron una vez al día (32,4%) fue para tratar el refriado.
Para tratar el cáncer (31.0%) lo hicieron con mayor
frecuencia 3 veces al día.
El mayor por ciento (39,6%) de las personas que utilizaron
el matico lo hicieron entre 4 y 7 días, siguiéndole en
frecuencia el uso entre 1 y 3 días (36,4%). El uso entre 1 y
3 días predominó para la curación de las heridas (29,4%),
antiinflamatorio (21,4%) y alivio del dolor (20,5%), en los
casos que lo utilizaron entre 4 y 7 días predominaron las
mismas dolencias.
De los 6146 tratamientos realizados con matico, en el
48,1% de los casos sintieron mejoría entre el segundo y
cuarto día de iniciado el tratamiento, seguido del 27,6% de
los casos que sintieron mejorías desde el primer día de
tratamiento, solo en el 2,4% de los casos no se sintió
mejoría alguna.
El efecto adverso más frecuentemente encontrado fue el
prurito en el 3,3% de las personas seguido de mareos
(1,6%) e irritación local (3%). Las vías por donde mayor
se presentaron los efectos adversos fueron la tópica piel,
seguida de la oral con 43,6% y 42,6% respectivamente.
Al analizar la correspondencia entre los uso tradicionales
y los reportados en la literatura científica (tabla No. 5) se
aprecia que existe coincidencia ente la mayoría de los
usos tradicionales descritos en nuestro estudio con algunas
de las acciones farmacológicas encontradas en
investigaciones científicas, entre las que se destaca la
antiinflamatoria y cicatrizante.
Cuadro 5. Usos tradicionales y comprobados del matico
Urbana % Rural % Total %
Decocción 424 18,37 320 13,91 744 16,67
Infusión 1450 62,85 1571 72,86 3021 67,68
98 4,24 110 5,1 208 4,66
Baños 320 13,87 401 18,59 721 16,51
Pomadas 97 4,2 156 7,23 253 5,66
Vía Urbana%Rural%Total%
Oral123653,5113652,6237253,1
Tópicapiel122152,9114953,2237053,1
mucosa 562,41326,11884,2
El cuadro 2 expresa los fines para los cuales la población
utiliza el matico. El mayor número de individuos (39,3%)
usan el matico para la curación de heridas, seguido de un
26,0% que lo hace con fines antiinflamatorios y un 24,9%
que lo hace para alivio del dolor. En la población urbana
predomino el uso de curación de heridas (41,6%) y fines
antiinflamatorios (30,6%), ambos % por encima de la
media general, mientras que en la población rural
predominó el uso en curación de heridas (36,8%) y alivio
del dolor (29,3%).
Cuadro 2. Fines para los que utilizan el matico según área de residencia
Otras
afecciones
digestivas
Respecto a la forma de preparación del matico para su uso
(tabla No.3) observamos que el mayor porciento de la
población utiliza la planta medicinal en forma de infusión
(67,6%), seguido por la decocción (16,6%) y los baños
(16,5%). Con respecto al uso de las decocciones fue más
frecuente en el área urbana (18,3%) respecto a la rural
(13,9%), mientras las infusiones fueron más utilizadas en
el área rural (72,8%)
Cuadro 3. Forma de preparación de la planta según área de residencia
Las vías de administración por la que se utilizó el matico
(tabal No.4), se aprecia similitud en la vía oral y tópica
piel con 53,1% en ambos casos. Respecto a la vía tópica
mucosa, aunque su % de utilización es bajo se apreció que
se usa tres veces más en el área rural (6,1%) que en la
urbana (2,4%).
Cuadro 4. Vía de utilización de la planta según áreas de residencia
Respecto a la frecuencia con que utilizaban el matico para
el tratamiento de sus dolencia resalta el número de
personas que lo hacían dos veces al día (55,5%), seguido
de los que lo hacía una sola vez al día (41,5%) y los que lo
hacían 3 veces al día (32,3%), se registraron en menor
cuantía los que lo hacían 4 veces y más. El mayor %
(50,8) de los que lo utilizaron 2 veces al día fue para el
tratamiento de infecciones vaginales, mientras los que lo
hicieron una vez al día (32,4%) fue para tratar el refriado.
Para tratar el cáncer (31.0%) lo hicieron con mayor
frecuencia 3 veces al día.
El mayor por ciento (39,6%) de las personas que utilizaron
el matico lo hicieron entre 4 y 7 días, siguiéndole en
frecuencia el uso entre 1 y 3 días (36,4%). El uso entre 1 y
3 días predominó para la curación de las heridas (29,4%),
antiinflamatorio (21,4%) y alivio del dolor (20,5%), en los
casos que lo utilizaron entre 4 y 7 días predominaron las
mismas dolencias.
De los 6146 tratamientos realizados con matico, en el
48,1% de los casos sintieron mejoría entre el segundo y
cuarto día de iniciado el tratamiento, seguido del 27,6% de
los casos que sintieron mejorías desde el primer día de
tratamiento, solo en el 2,4% de los casos no se sintió
mejoría alguna.
El efecto adverso más frecuentemente encontrado fue el
prurito en el 3,3% de las personas seguido de mareos
(1,6%) e irritación local (3%). Las vías por donde mayor
se presentaron los efectos adversos fueron la tópica piel,
seguida de la oral con 43,6% y 42,6% respectivamente.
Al analizar la correspondencia entre los uso tradicionales
y los reportados en la literatura científica (tabla No. 5) se
aprecia que existe coincidencia ente la mayoría de los
usos tradicionales descritos en nuestro estudio con algunas
de las acciones farmacológicas encontradas en
investigaciones científicas, entre las que se destaca la
antiinflamatoria y cicatrizante.
Cuadro 5. Usos tradicionales y comprobados del matico
Decocción 424 18,37 320 13,91 744 16,67
Infusión 1450 62,85 1571 72,86 3021 67,68
98 4,24 110 5,1 208 4,66
Baños 320 13,87 401 18,59 721 16,51
Pomadas 97 4,2 156 7,23 253 5,66
Vía Urbana%Rural%Total%
Oral123653,5113652,6237253,1
Tópicapiel122152,9114953,2237053,1
mucosa 562,41326,11884,2
Respecto a la forma de preparación del matico para su
uso (tabla No.3) observamos que el mayor porciento de
la población utiliza la planta medicinal en forma de infu-
sión (67,6%), seguido por la decocción (16,6%) y los ba-
ños (16,5%). Con respecto al uso de las decocciones fue
más frecuente en el área urbana (18,3%) respecto a la rural
(13,9%), mientras las infusiones fueron más utilizadas en
el área rural (72,8%)
Las vías de administración por la que se utilizó el matico
(tabal No.4), se aprecia similitud en la vía oral y tópica piel
con 53,1% en ambos casos. Respecto a la vía tópica mu-
cosa, aunque su % de utilización es bajo se apreció que se
usa tres veces más en el área rural (6,1%) que en la urbana
(2,4%).
Respecto a la frecuencia con que utilizaban el matico para
el tratamiento de sus dolencia resalta el número de perso-
nas que lo hacían dos veces al día (55,5%), seguido de los
que lo hacía una sola vez al día (41,5%) y los que lo hacían
3 veces al día (32,3%), se registraron en menor cuantía los
que lo hacían 4 veces y más. El mayor % (50,8) de los que
lo utilizaron 2 veces al día fue para el tratamiento de infec-
ciones vaginales, mientras los que lo hicieron una vez al
día (32,4%) fue para tratar el refriado. Para tratar el cáncer
(31.0%) lo hicieron con mayor frecuencia 3 veces al día.
El mayor por ciento (39,6%) de las personas que utiliza-
ron el matico lo hicieron entre 4 y 7 días, siguiéndole en
frecuencia el uso entre 1 y 3 días (36,4%). El uso entre 1 y
3 días predominó para la curación de las heridas (29,4%),
antiinamatorio (21,4%) y alivio del dolor (20,5%), en los
casos que lo utilizaron entre 4 y 7 días predominaron las
mismas dolencias.
De los 6146 tratamientos realizados con matico, en el 48,1%
de los casos sintieron mejoría entre el segundo y cuarto día
de iniciado el tratamiento, seguido del 27,6% de los casos
que sintieron mejorías desde el primer día de tratamiento,
solo en el 2,4% de los casos no se sintió mejoría alguna.
El efecto adverso más frecuentemente encontrado fue
el prurito en el 3,3% de las personas seguido de mareos
(1,6%) e irritación local (3%). Las vías por donde mayor
se presentaron los efectos adversos fueron la tópica piel,
seguida de la oral con 43,6% y 42,6% respectivamente.
Al analizar la correspondencia entre los uso tradicionales
y los reportados en la literatura cientíca (tabla No. 5) se
aprecia que existe coincidencia ente la mayoría de los usos
tradicionales descritos en nuestro estudio con algunas de
las acciones farmacológicas encontradas en investigacio-
nes cientícas, entre las que se destaca la antiinamatoria
y cicatrizante.
El cuadro 2 expresa los fines para los cuales la población
utiliza el matico. El mayor número de individuos (39,3%)
usan el matico para la curación de heridas, seguido de un
26,0% que lo hace con fines antiinflamatorios y un 24,9%
que lo hace para alivio del dolor. En la población urbana
predomino el uso de curación de heridas (41,6%) y fines
antiinflamatorios (30,6%), ambos % por encima de la
media general, mientras que en la población rural
predominó el uso en curación de heridas (36,8%) y alivio
del dolor (29,3%).
Cuadro 2. Fines para los que utilizan el matico según área de residencia
Otras
afecciones
digestivas
Respecto a la forma de preparación del matico para su uso
(tabla No.3) observamos que el mayor porciento de la
población utiliza la planta medicinal en forma de infusión
(67,6%), seguido por la decocción (16,6%) y los baños
(16,5%). Con respecto al uso de las decocciones fue más
frecuente en el área urbana (18,3%) respecto a la rural
(13,9%), mientras las infusiones fueron más utilizadas en
el área rural (72,8%)
Cuadro 3. Forma de preparación de la planta según área de residencia
Las vías de administración por la que se utilizó el matico
(tabal No.4), se aprecia similitud en la vía oral y tópica
piel con 53,1% en ambos casos. Respecto a la vía tópica
mucosa, aunque su % de utilización es bajo se apreció que
se usa tres veces más en el área rural (6,1%) que en la
urbana (2,4%).
Cuadro 4. Vía de utilización de la planta según áreas de residencia
Respecto a la frecuencia con que utilizaban el matico para
el tratamiento de sus dolencia resalta el número de
personas que lo hacían dos veces al día (55,5%), seguido
de los que lo hacía una sola vez al día (41,5%) y los que lo
hacían 3 veces al día (32,3%), se registraron en menor
cuantía los que lo hacían 4 veces y más. El mayor %
(50,8) de los que lo utilizaron 2 veces al día fue para el
tratamiento de infecciones vaginales, mientras los que lo
hicieron una vez al día (32,4%) fue para tratar el refriado.
Para tratar el cáncer (31.0%) lo hicieron con mayor
frecuencia 3 veces al día.
El mayor por ciento (39,6%) de las personas que utilizaron
el matico lo hicieron entre 4 y 7 días, siguiéndole en
frecuencia el uso entre 1 y 3 días (36,4%). El uso entre 1 y
3 días predominó para la curación de las heridas (29,4%),
antiinflamatorio (21,4%) y alivio del dolor (20,5%), en los
casos que lo utilizaron entre 4 y 7 días predominaron las
mismas dolencias.
De los 6146 tratamientos realizados con matico, en el
48,1% de los casos sintieron mejoría entre el segundo y
cuarto día de iniciado el tratamiento, seguido del 27,6% de
los casos que sintieron mejorías desde el primer día de
tratamiento, solo en el 2,4% de los casos no se sintió
mejoría alguna.
El efecto adverso más frecuentemente encontrado fue el
prurito en el 3,3% de las personas seguido de mareos
(1,6%) e irritación local (3%). Las vías por donde mayor
se presentaron los efectos adversos fueron la tópica piel,
seguida de la oral con 43,6% y 42,6% respectivamente.
Al analizar la correspondencia entre los uso tradicionales
y los reportados en la literatura científica (tabla No. 5) se
aprecia que existe coincidencia ente la mayoría de los
usos tradicionales descritos en nuestro estudio con algunas
de las acciones farmacológicas encontradas en
investigaciones científicas, entre las que se destaca la
antiinflamatoria y cicatrizante.
Cuadro 5. Usos tradicionales y comprobados del matico
Decocción 424 18,37 320 13,91 744 16,67
Infusión 1450 62,85 1571 72,86 3021 67,68
98 4,24 110 5,1 208 4,66
Baños 320 13,87 401 18,59 721 16,51
Pomadas 97 4,2 156 7,23 253 5,66
Vía Urbana%Rural%Total%
Oral123653,5113652,6237253,1
Tópicapiel122152,9114953,2237053,1
mucosa 562,41326,11884,2