Pastuña R / Enfermería Investiga, Investigación, Vinculación, Docencia y Gestión Vol. 7 No. 4 2022 (Diciembre – Enero)
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científico en las áreas de interés a través del intercambio de
saberes y prácticas. Además, permite la evaluación y
validación de los programas de estudio, la consolidación de
redes de cooperación de investigadores, docentes y
estudiantes para ampliar el horizonte de la ciencia enfermería.
Por lo cual las IES son llamadas a establecer políticas de
inversión que dinamicen este fin (30).
Por otro lado, los estudiantes reportaron en un alto porcentaje
(86,2-97,0%) el reconocimiento de la importancia de las
competencias de salud global necesarias para su formación, lo
que indica la preocupación que nace desde la vivencia de los
estudiantes durante su formación sobre los problemas
globales a los que se ha enfrentado o tendrá que hacerlo en el
futuro y la necesidad de estar preparados para sobrellevarlos.
Estudios concuerdan que las implicaciones resultantes de la
globalización han llevado a una mayor conciencia de la
importancia de la salud global entre los estudiantes y
profesores de las profesiones de la salud (7).
Aunque las categorías Globalización de la salud y del cuidado
a la salud e implicaciones para la salud por migración, viajes y
desplazamiento fueron las que menor reconocimiento
presentaron 87,4% y 86,2% respectivamente, analizar el
fenómeno de la globalización y sus efectos ha alimentado el
interés y el activismo de los estudiantes para comprender y
abordar las disparidades de salud (13). Los estudiantes
buscan cada vez más oportunidades para estudiar conceptos
de salud global que puedan contribuir a una atención más
competente desde el punto de vista cultural (13), lo que
enfatiza la importancia y la responsabilidad de las instituciones
formadoras de entregar a la sociedad profesionales de
enfermería que actúen en un mundo globalizado.
Actualmente las evidencias científicas a favor de la
incorporación de la disciplina de Salud Global están generando
un aumento en su demanda educativa, obligando a las
universidades a realizar esfuerzos para su adaptación
curricular (10). Las instituciones educativas deben modificar
sus planes de estudio para adaptarse a estos nuevos cambios
y producir una fuerza laboral de salud competente y capaz
(31).
Los programas académicos que preparan a los profesionales
de la salud son cada vez más conscientes de la importancia de
la educación global, para lo cual a nivel general se han
implementado varias estrategias, entre ellas la educación
basada en competencias como medio para transformar los
currículos en instrumentos de aprendizaje donde los
estudiantes se involucren en el aprendizaje transformador
hacia el pensamiento crítico incorporando metodologías de
enseñanza novedosas que trasciendan el entorno tradicional
del aula (31). La educación basada en competencias pone
énfasis en que los estudiantes demuestren el conocimiento, las
habilidades y las actitudes que se han obtenido como resultado
del proceso educativo, el trabajo y las experiencias de la vida
en un entorno educativo (32).
Otra estrategia recientemente implementada es la educación
interprofesional, la cual implica la educación simultánea,
dialógica y colaborativa de estudiantes de diferentes
disciplinas. Este tipo de formación genera en los estudiantes
actitudes positivas hacia el trabajo en equipo y mejora las
habilidades de comunicación, lo cual tiene un impacto positivo
en el índice de salud de los pacientes y en el desempeño
laboral de los futuros profesionales de la salud (32).
La visión de los estudiantes coincide con los planteamientos y
reflexiones que en la actualidad existen sobre la importancia
de educar a los profesionales de la salud para que funcionen
en un mundo globalizado y corrobora estudios que evidencian
el reconocimiento de los estudiantes sobre la necesidad
creciente de participar en programas de salud global (33,34).
Existe cada vez más conciencia de los grandes retos que
impone el mundo contemporáneo, es evidente que las
prestaciones de salud se han vuelto más complejas ante las
transiciones epidemiológicas y demográficas, la incorporación
de nueva tecnología y nuevas formas de comunicación, los
cambios en las necesidades de la población y las demandas
de esta por una atención oportuna y de calidad (35), entonces
en lo que parece haber un consenso es en la necesidad de ir
más allá del enfoque en los problemas locales y nacionales
para garantizar que todos los profesionales de enfermería
estén preparados para tratar las necesidades de salud locales,
nacionales y globales (36).
En cuanto al autoreporte del desarrollo de las competencias
alcanzadas en su vida estudiantil, también se reflejan
resultados alentadores, el porcentaje de estudiantes que
refieren haber alcanzado las competencias va de 73,7% a
90,5%, siendo nuevamente las competencias Globalización de
la salud y del cuidado a la salud e Implicaciones para la salud
por migración, viajes y desplazamiento las que alcanzaron
menor porcentaje. Esto refuerza la necesidad de evaluar los
planes de estudio e incorporar elementos que les permita a los
estudiantes desarrollar de mejor manera estas competencias.
Los programas de pregrado tienen una carga de trabajo teórica
y práctica significativamente alta para un período de cuatro
años de formación. Esta sobrecarga de trabajo podría no
permitir a los estudiantes explorar posibilidades de
comparación con realidades de salud de otros países, ya que
no les permite conocer y discutir lineamientos de política de
diferentes organizaciones mundiales que influyen en el estado
de salud de las personas a nivel local e internacional (37).
En respuesta, ha surgido una corriente académica que está
definiendo y adaptando su perfil formativo a la realidad
globalizada de los determinantes internacionales a los que se
enfrentan las profesiones de salud y particularmente la
enfermería (10). En búsqueda de que los estudiantes estén
preparados para asumir los retos del cuidado global, se han
implementado programas de internacionalización que permiten
el intercambio cultural y la reflexión sobre otras culturas, pero
también es necesario que los docentes desarrollen estrategias
de enseñanza para incorporar la salud global como un asunto
integral dentro de los planes de estudios (30).
La preparación de enfermeras formadoras, profesionales,
investigadores y líderes para el futuro es esencial y requiere el
desarrollo de modelos innovadores para mejorar las
habilidades de las enfermeras para desempeñar un papel
integral en liderar el cambio e influir en las políticas de salud
para dar forma a la agenda de salud global (7).
En lo referente a la asociación entre la importancia que el
estudiante asigna a las competencias y el desarrollo
alcanzado durante su formación académica, las categorías:
Implicaciones para la salud por migración, viajes y
desplazamiento, Determinantes sociales y ambientales de la
salud y la Globalización de la salud y del cuidado a la salud,
presentaron una relación significativa lo cual traduce que estas
competencias han sido desarrolladas y además se consideran
de importancia en la formación. Sin embargo, las
competencias Carga global de la Enfermedad, Cuidado a la
salud en lugares de bajos recursos y Salud como un derecho
humano y recurso de desarrollo, han sido menos valoradas.
Esto puede ser debido a una debilidad en la formación en
aspectos teórico metodológicos que le permitan al estudiante