Gonzáles A / Enfermería Investiga, Investigación, Vinculación, Docencia y Gestión Vol. 7 No. 4 2022 (Diciembre – Enero)
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INTRODUCCIÓN
La Organización Mundial de la Salud (OMS) enfatiza que el
cáncer se ubica entre la primera y segunda causa de muerte
antes de llegar a los 70 años en 91 países (1). En relación a los
tipos de canceres más comunes que afectan a ambos sexos, el
cáncer de pulmón constituye un 18,4% del total de muertes,
seguido del cáncer de mama en mujeres con 11,6% de
mortalidad. Se estima a nivel mundial una incidencia de 2,1
millones de casos nuevos de cáncer de mama cada año, siendo
este tipo de cáncer más frecuente en mujeres, con mayor
morbimortalidad asociada (1).Según reportes de International
Agency for Research on Cancer, el número de casos nuevos de
enfermedades oncológicas anual, representa el 11,7% tanto en
hombres como en mujeres (2). Las tasas de incidencia con
valores más elevados se encuentran en Europa occidental y los
Estados Unidos, mientras que las tasas más bajas se ubican en
África y Asia (3). Otros autores señalan que 1 de cada 8 mujeres
en el mundo padecerá cáncer de mama. Además, en la
etiopatogenia del 5 al 10 % de todos los nuevos casos, subyacen
alteraciones genéticas; mientras que, del 90 al 95 % de los casos
están vinculados a factores ambientales y estilos de vida (4).
China es el país que posee el mayor número de casos de cáncer
de mama, representando el 18,4% de los casos de cáncer de
mama de todo el mundo, después sigue Estados Unidos con el
11,8% de los casos. Aproximadamente 685000 mujeres
murieron de cáncer de mama en 2020, lo que nos indica que es
aproximadamente el 15,5 % de todos los fallecimientos por
cáncer en el mundo (5). Las tasas de incidencia incrementaron
en un 30 % en los países occidentales, influido por el diagnóstico
precoz con obtención rápida de pruebas de detección, en cuanto
a factores de carcinogénesis se señalan cambios en los patrones
de reproducción y el consumo alto de tratamientos hormonales
para la menopausia (3).
Por otra parte, algunos investigadores consideran que el
aumento de peso corporal y un índice de masa corporal superior
a lo normal, están asociados con un mayor riesgo de cáncer de
mama en mujeres adultas que están en menopausia (3). Según
la Sociedad Estadounidense del Cáncer, la tasa de
supervivencia ha sufrido grandes cambios mejorando del 63% al
90% al día de hoy, gracias a un diagnóstico precoz de la
enfermedad neoplásica donde se destaca la utilidad de la
mamografía de detección, cirugía y medicación adyuvante,
donde se destacan las nuevas inmunoterapias dirigidas a dianas
moleculares, como el proyecto que nos ocupa (6).
En Ecuador las tasas de incidencia anuales son relativamente
altas en comparación con el resto de países de Latinoamérica
con un estimado de 32,7/100.000 y una tasa de mortalidad de
10,3/100.000. La ciudad de Quito es la ciudad con mayor
incidencia de esta patología 35,8/100.000, mientras que en
Portoviejo es la ciudad con la menor incidencia 14/100.000. El
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos demuestra que en
las mujeres que sobrepasan la edad de 40 años la tasa de
incidencia es de 35,4/100.000 (7). Global Cancer Observatory
registra que el cáncer de mama es el segundo tipo de cáncer en
nuestro país. Representa un 12,2% de casos nuevos en todas
las edades. De la misma manera, el porcentaje de muertes se
encuentra en segundo lugar, por lo que engloba el 7% del total
(8).
El cáncer de mama es un gran problema de Salud Pública. La
mayoría de personas no disponen de suficientes recursos para
optar atención medica temprana, y cuando lo realizan suele ser
demasiado tarde (9). Anualmente aparecen 1500 nuevos casos
de esta patología, por lo que entidades del Ministerio de Salud y
SOLCA en Quito reportan datos que ocupan el primer lugar,
únicamente después del cáncer de cuello uterino en lo que se
refiere a incidencia de enfermedades neoplásicas malignas. En
el año 2018 se comunicó que 2 de cada 10 casos nuevos de
cáncer y 1 de cada 10 muertes eran debido al cáncer de mama
(9). Su incidencia por año permanece en aumento y su
mortalidad a nivel mundial no ha decrecido en los últimos 40
años, a pesar de los grandes conocimientos en su diagnóstico y
tratamiento (9). Autores clasifican al cáncer de mama como
basal o no basal. El primero, es denominado triple negativo, y se
encuentra alrededor del 10% de todos los canceres de mama
(10). Se distingue del no basal debido a la ausencia de los tres
receptores hormonales, es decir, del receptor de estrógeno (ER),
del receptor de progesterona (PR) y del receptor del factor de
crecimiento humano (Her2). Las neoplasias de tipo no basal se
pueden diferenciar tanto en luminal A y luminal B (6).
Los marcadores tumorales tienen un rol importante en el
diagnóstico de las neoplasias malignas. Se pueden encontrar en
la sangre, orina, heces u otros fluidos corporales (11). La
presencia de un marcador tumoral es una señal precisa que
sobreexpresa el aparecimiento y desarrollo de procesos
cancerígenos, por ende, la determinación de marcadores
tumorales es de gran relevancia para el diagnóstico precoz,
pronóstico y predicción (12). Aquellos biomarcadores se
encuentran clasificados en marcadores tisulares, marcadores
genéticos y marcadores séricos (13). Estudios señalan que los
biomarcadores que abarcan proteínas (Her2, ER y Ki67), ARNm
(ERα, ERβ y ERRγ), enzimas (CEA y TSGF) y microARN (miR-
21, miR-10b, miR-155 y miR-145) sirven como biomarcadores
de diagnóstico para la detección y el seguimiento de pacientes
con cáncer de mama (13).
El presente estudio abarca una revisión tipo meta-análisis de la
literatura sobre aspectos de la epidemiología y nuevas dianas
moleculares con fines diagnósticos y terapéuticos en cáncer de
mama, lo cual tiene un impacto académico, científico, económico
y social atendiendo a la elevada incidencia y prevalencia de esta
enfermedad oncológica en la mujer a nivel mundial, la elevada
morbimortalidad asociada y discapacidad, con el objetivo de
evaluar la mejor evidencia científica disponible acerca de la
epidemiología y nuevas dianas moleculares en el cáncer de
mama con fines diagnósticos y terapéuticos.
MÉTODOS
Se llevó a cabo una revisión sistemática de la literatura utilizando
la metodología PRISMA sobre la epidemiología y nuevas dianas
moleculares con fines diagnósticos y terapéuticos en el Cáncer
de mama mediante la búsqueda de artículos en las bases de
datos WOS, Scopus, PubMed, ProQuest, Embase, Redalyc,
Ovid, Medline, DynaMed y ClinicalKey durante el periodo 2017-
2022. Se tuvieron en cuenta como criterios de inclusión
referencias en texto completo y textos en inglés y español. Se
hizo la búsqueda con descriptores en ciencias de la salud
(DeCS) de Bireme y los Medical Subject Headings (MesH) de la
National Library of Medicine en inglés (Figura 1).
Dos de los autores de esta investigación revisaron de forma
independiente la literatura, mientras que un revisor extrajo los
datos. Se emplearon dos modelos para combinar
estadísticamente los resultados, el modelo de efectos fijos y el
modelo de efectos aleatorios, lo cual permitió resumir de manera
sintética los elementos fundamentales de la epidemiología del
cáncer de mama y nuevas dianas moleculares identificadas con
valor diagnóstico y/o terapéutico.