Cantú G / Enfermería Investiga, Investigación, Vinculación, Docencia y Gestión Vol. 8 No. 1 2023 (Enero – Marzo)
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perfeccionan la inteligencia creativa del ser humano y lo
ennoblecen, con el ejercicio adecuado de las virtudes morales
donde reaparece la prudencia con la justicia, la fortaleza y la
templanza (6,7).
No existen enfermedades sino enfermos, cada persona en su
singularidad, iniciativa y apertura encarna una patología que
pide un tratamiento. En el horizonte epidemiológico cuan
benéfico resulta educar en salud, para prevenir muchos de los
padecimientos que se pueden adquirir, aquí también juega un
papel fundamental el cultivar las humanidades por el personal
de salud.
Se debe resaltar en el personal de salud la capacidad de
reflexionar sobre las facultades humanas, naturaleza,
perfeccionamiento, origen y finalidad, el descubrir sus
posibilidades, normas y deberes que les dan plenitud. La
necesidad de redescubrir la naturaleza relacional, por la
indigencia ontológica y social, ya que se requiere de los demás
para alcanzar la felicidad de amar y ser amados
La inteligencia se perfecciona con la búsqueda de la verdad,
entendida como la adecuación del entendimiento a lo real, que
se expresa en el juicio, en el entendimiento humano que es
medido por la realidad, donde la ética vino a salvar a la filosofía,
en un mundo dominado por la tecnocracia. Algunos han ido más
allá al decir que es la bioética, la reflexión moral sobre las
manifestaciones de la vida, lo que ha conseguido ese rescate del
mundo de las ideas. Sin embargo, vemos hoy una bioética
atrapada por un principalísimo anglosajón, donde no cabe la
reflexión sobre los bienes y los deberes (8).
Cabe señalar que el principialismo es una de las corrientes de la
bioética y dentro de esa postura hay diversas formulaciones de
principios, como lo hace el personalismo que considera el
principio de la defensa de la vida, el de totalidad o principio
terapéutico, el de libertad, responsabilidad, solidaridad y
subsidiariedad; o el principialismo europeo más acorde con la
cultura occidental que considera los principios de dignidad,
integridad, autonomía y justicia frente a la vulnerabilidad del ser
humano (9).
Actualmente permanece la ética de la tercera persona, donde se
justifica un comportamiento por el seguimiento calculador de
unos principios, algo extrínseco al individuo y perdiéndose la
ética de la primera persona, donde se perfecciona los seres
humanos, un saber jerarquizar adecuadamente la diversidad de
bienes por los que se puede optar, con la orientación del juicio
de la razón práctica y la ley moral natural, para encausar nuestra
posibilidad de elegir en sentido teleológico, siguiendo la
estructura finalista de la actividad libre del ser humano (10).
Lo anterior permite conquistar una libertad no sólo operativa y/o
de posesión sino ontológica, cuando el ser humano se decide a
ser mejor, con la adquisición de las virtudes intelectuales y
morales ya antes mencionadas, ese hacer porque quiero lo que
debo, en busca de la autoestima perdida, asumiendo los méritos
de una responsabilidad coherente y trascendente.
En múltiples ambientes se manipula a la persona con una
postura racional, contraria a los ideales de la justicia, el bien
común, la solidaridad y/o de la subsidiariedad, que hacen
disfrutar de todo lo bueno, lo verdadero y bello de la vida aquí y
ahora, en el hoy del libro de nuestra propia existencia y su
motivación valorativa.
Frente a una mercadotecnia que propone e impone con
frecuencia el querer lo que no se debe, la negación de sí mismo,
sembrando indiferencia, apatía y mediocridad, sólo una voluntad
bien educada con las humanidades descubre la felicidad que
produce la satisfacción de un deber cumplido, un servicio
diligente y generoso.
Autor de correspondencia: Guillermo Rafael Cantú Quintanilla. Correo electrónico: gcantu@up.edu.mx
REFERENCIAS
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2022;33,107: 111-118. DOI: 10.30444/CB.117
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6. Cantú Quintanilla, GR, Aguiñaga-Chiñas N, Farías-Yapur A. Nursing personnel training: a pilot study on attitude change,
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7. Zagarzazu Guerra OR, Bracho de López C. Las virtudes de la diligencia, servicio y responsabilidad en el actuar ético de la
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2008; 2:239–251. Available at: https://hrcak.srce.hr/37134
10. Pastor LM. De la bioética de la virtud a la bioética personalista: ¿una integración posible? Cuadernos de bioética. 2013;24,1:
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