Blacio C / Enfermería Investiga, Investigación, Vinculación, Docencia y Gestión Vol. 8 No. 1 2023 (Enero – Marzo)
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INTRODUCCION
El “situs inversus” es una condición genética autosómica
recesiva que se manifiesta en aproximadamente el 0,00025%
(1:400.000) de la población según reportes epidemiológicos
(1). Es una afección rara, en la cual hay un error en la
migración de los órganos torácicos y abdominales durante el
desarrollo del embrión, colocándose éstos como una “imagen
de espejo” con respecto al eje sagital de la posición anatómica
normal de un individuo (2,3). Es de curso mayoritariamente
asintomático debido a que las funciones de los órganos vitales
generalmente no se ven afectadas (4), pero puede producir
variedad tanto en el diagnóstico como en el tratamiento para
las diferentes patologías que pueden presentarse (5).
El diagnóstico de SIT pasa inadvertido en aproximadamente
45% de los casos, llegando al diagnóstico accidentalmente
durante el transoperatorio de otra patología o como hallazgo
imagenológico (6). Esta malformación generalmente va
asociada con otras malformaciones y con otras enfermedades
genéticas como el síndrome de Kartagener y el síndrome de
Ivemark, que suele presentarse en el hombre (6).
El síndrome de Kartagener, se manifiesta con una discinesia
ciliar primaria (afección de la microestructura de los brazos de
dineína en el cilio), que afecta especialmente a la superficie de
las células epiteliales respiratorias, por lo que, presentan
infecciones respiratorias (superiores e inferiores) frecuentes
que responden a la antibioticoterapia de rutina (7). De igual
forma, a nivel del tracto urogenital, los que padecen este
síndrome presentan infertilidad, ya que no hay movimiento de
los espermatozoides, ni movimiento del óvulo a través de las
trompas de Falopio. Lo mencionado se reúne en una triada
patognomónica de este síndrome: situs inversus, sinusitis
(afecciones respiratorias) e infertilidad.
Es poco el porcentaje de pacientes que presentan la Triada de
Kartagener per se y aún menos los que asocian otra patología
como las previamente descritas, sin embargo, es necesario
identificar a este tipo de pacientes, orientarlos sobre su
condición e indicar la importancia de mencionarla cuando por
cuestiones de enfermedad entren en contacto con un servicio
de salud. Es aún mayor, la relevancia cuando se presenta un
cuadro de resolución quirúrgica pues entre los cirujanos “el
diagnóstico preciso determina una conducta adecuada para su
manejo, estimando para ello una cirugía programada,
previniendo todas las contingencias posibles y evitar
complicaciones (8).
La presencia de patologías de la vesícula biliar con colecistitis
o litiasis vesicular sintomática en un paciente con SIT conlleva
no sólo a dudas diagnósticas, sino que además constituye un
verdadero desafío terapéutico, ya que cualquier procedimiento
quirúrgico es técnicamente más difícil en estos pacientes
(sobre todo, la colecistectomía laparoscópica debido a las
anormalidades anatómicas que presentan) (9).
En relación con la cirugía laparoscópica, es considerada hoy
en día, como uno de los procedimientos más usados en el
mundo por sus múltiples beneficios, sin embargo, no se
encuentra exenta de presentar complicaciones durante su
desarrollo (10). “El primer caso de Colecistectomía
Laparoscópica fue en un paciente con situs inversus totalis
realizada en 1991” (11). Para el cirujano laparoscopista, es
muy importante la identificación de estos pacientes ya que la
estrategia quirúrgica que se lleva a cabo se modifica en varios
puntos, por ejemplo: la colocación de los puertos de trabajo; la
ubicación de la torre de laparoscopia y la posición de los
miembros del equipo quirúrgico (12-15).
DESCRIPCIÓN DEL CASO
Paciente femenina de 72 años, que ha acudido al servicio de
emergencias en varias ocasiones por dolor abdominal
recurrentes, desde hace varios meses, tipo cólico, de
moderada intensidad localizado en epigastrio, con irradiación
hacia hipocondrio izquierdo
Antecedentes de importancia: Hipertensión arterial,
enfermedad pulmonar obstructiva crónica en estudio, niega
hábito tabáquico, con afecciones respiratorias infecciosas
previas.
Examen físico al ingreso: Aparato respiratorio: expansibilidad
torácica conservada, murmullo vesicular presente y normal, no
se precisa estertores, crepitantes, ni sibilancias. Aparato
cardiovascular: no latido de punta en apex, ruidos cardiacos
rítmicos de buen tono e intensidad, no soplos, galopes o roces.
Pulsos periféricos palpables, fuertes y sincrónicos. Abdomen:
globoso, pared abdominal con gran cantidad de panículo
adiposo, suave, depresible con ligero dolor a la palpación en
hipocondrio izquierdo, ruidos hidroaéreos: presentes y
normales. Neurológico: paciente consciente orientada en
tiempo, espacio y persona, no signos meníngeos.
Exámenes complementarios:
1. De imágenes
Ecograma hepático y de vías biliares: Hígado: de bordes
regulares y tamaño normal situado en el lado izquierdo del
abdomen. Vías biliares izquierdas: no existe dilatación de vías
biliares intrahepáticas, el colédoco es diámetro normal.
Vesícula biliar: situada en el lado izquierdo del abdomen, con
paredes engrosadas 6.1 mm, alitiásica, pero con barro biliar en
su interior hacia el fondo de la vesícula. Páncreas: de
características normales. No signos inflamatorios (Figura 1)
.