Sánchez D/ Enfermería Investiga, Investigación, Vinculación, Docencia y Gestión Vol. 8 No. 2 2023 (Abril – Junio)
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INTRODUCCIÓN
En el mundo actual, las organizaciones en general aprovechan
el potencial de cada individuo, mediante motivación por
creatividad, proporcionando autovaloración, así como el orgullo
personal. Asimismo, las diversas teorías motivacionales, en
cuanto a las necesidades e higiene, señalan que el primer
instinto de las personas es la supervivencia y una vez satisfecha,
surge camaradería, amistad, involucramientos grupales, lo cual
se convierte en prioridad para la estabilidad y el desarrollo
organizacional (1).
Los cambios desplazan el criterio estructural de las
organizaciones, basado en supuestos respecto a jerarquía,
donde los líderes conocen las respuestas, están a cargo de
metas y procesos laborales en la organización, según el
prototipo que tengan sobre el conocimiento; por tanto, la
información exige respuestas uniformes de los miembros. Según
este criterio, los prototipos grupales determinan metas conjuntas
cuyos procesos de trabajo tienen un propósito común, metas de
rendimiento, maneras de proceder, haciéndose mutuamente
responsables, trabajando unidos en la ejecución de una
actividad laboral (2).
La aparición y desarrollo de nuevas formas organizacionales del
trabajo es un proceso complejo, donde intervienen una variedad
de factores íntimamente superpuestos entre sí, pudiendo
mencionar entre ellos: la competitividad de mercados,
transformaciones en productos, diferentes sectores de
producción y de servicios, utilización de nuevas tecnologías,
nivel de cualificación y competencia profesional de la fuerza de
trabajo, modelo de relaciones industriales dominante, entre
otros; repercutiendo en distintas formas el desempeño laboral
(3).
Las nuevas realidades, juntamente con los cambios de
paradigma, crearon en las organizaciones la necesidad de
optimizar su gestión, de manera particular en lo que se refiere a
su capital humano. En este contexto, comenzaron a surgir,
empresas que otorgaron verdadera importancia a la inversión
dirigida al desarrollo de las habilidades, hábitos y conocimientos
como factores prioritarios, tanto en el nivel de vida, como en el
desarrollo organizacional (4).
En ese orden de ideas, se hace evidente la relevancia que para
las organizaciones tiene el desempeño laboral de sus
trabajadores, entendido este como la actitud del empleado frente
a su propio trabajo, la forma en que éste realiza las labores que
le corresponden dentro de un sistema organizado de relaciones
humanas, influenciadas por diversos factores intrínsecos como
la motivación, las experiencias, los valores, los principios, los
conocimientos; y extrínsecos como el liderazgo, el diseño
organizacional, las políticas de comunicación, entre otros (5).
Por otro lado, algunos de los factores personales identificados
como obstáculos del desempeño laboral efectivo en las
instituciones de salud en Venezuela, corresponden a la falta de
compromiso, comportamiento antiético, comunicación
inadecuada, temor al cambio, y en general, lo denominado falta
de vocación para el servicio hacia la comunidad (5). Lo
mencionado, devela un grave problema que repercute de
manera directa en el trato recibido por los usuarios de los
servicios proporcionados por estas instituciones, los cuales
padecen a causa de la falta de cortesía, el retraso en atención,
desconsideración, negligencia, ausencia de valores y principios
morales, entre otros.
Asimismo, las políticas sobre personal implementadas en las
instituciones de salud públicas, relativo a la selección,
remuneración, incentivos y capacitación, dejan mucho que
desear, lo cual desmotiva a los empleados causando en ellos
una especie de desapego hacia el trabajo, incomodidad e
insatisfacción (6). Todo ello, conduce paulatinamente a la
disminución de la efectividad laboral, a mediano y largo plazo
como medida de compromiso hacia el logro de objetivos fijados
en las organizaciones estudiadas.
El conflicto organizacional
Cuando las condiciones de trabajo se deterioran en el seno de
las empresas, tienen como consecuencia el desencadenamiento
de conflictos de trabajo, mejor conocido como conflicto
organizacional, enfocados por Parnov et al. (7) como “lo que
puede interferir en la conquista de los deseos, de las voluntades,
de las metas o de los objetivos”. Chiavenato (8) define el
conflicto organizacional como “el elemento integrante de la vida
de las organizaciones no es casual ni accidental, sino es
inherente a la vida empresarial”; relacionado al poder que
modifica el comportamiento normal de la organización,
considerado tanto positivo, como negativo.
Significa que es un proceso que inicia cuando una parte percibe
de otra la afectación negativa con relación a cualquier aspecto
cuyo interés sea de primer orden. Por lo tanto, se puede
presentar de manera personal, social, familiar, organizacional;
inclusive afectando no sólo a las partes principales involucradas,
sino a todas aquellas encontradas dentro del entorno o sin
formar parte del conflicto (9).
Tipos de conflictos
El conflicto es consecuencia natural e inevitable en toda
organización (2), donde los conflictos pueden causar beneficios
o perjuicios; por lo tanto, su manejo se convierte en una destreza
que debe poseer quienes trabajan con personas. Al ser bien
conducidos, pueden dirigir una mejor integración entre las
personas, decidiendo asertivamente, comunicando las ideas
hacia el trabajo eficiente; mientras que, las mal orientadas
causan catástrofes advertidas, en todas las escalas
organizacionales. A partir de ello, surge la noción interaccionista,
cuya distinción entre conflicto funcional y disfuncional, establece
la teoría insostenible para los conflictos, manejados todos como
buenos (8)
Por otro lado, existen diversas tipologías de conflictos en las
organizaciones, dentro de los cuales se encuentran las
relacionadas con las personas dentro de la empresa y su
interacción con el entorno y contexto situacional, indicando como
sugeridos los conflictos entre jefes de departamento, entre el jefe
y colaboradores, personas de un mismo departamento, revisión
de desempeño en el trabajo y el liderazgo (9).
Causas del conflicto
Las causas de conflictos generalmente se desarrollan en dos
espacios fundamentales, el individuo y la organización, donde
los primeros integran la segunda con distintas concepciones
culturales, educativas, sociales, religiosas y la percepción o
forma de interpretar su entorno (10). Las diferencias individuales
son naturales y constituyen una fuente compleja, que genera
confrontaciones entre personas encargadas de actuar dentro de
dichos lineamientos organizativos. A este respecto, las causas
se soportan en valores distintos, intereses opuestos, conflictos
de personalidad, mala comunicación y problemas personales.
Una de ellas se presenta en el manejo de los conflictos, cuando
se enfrenta al siguiente dilema: a) optar entre la solución del