Bedoya M/ Enfermería Investiga, Investigación, Vinculación, Docencia y Gestión Vol. 8 No. 4 2024 (Diciembre - Enero)
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INTRODUCCIÓN
El acoso en el trabajo está siendo reconocido
internacionalmente como un serio problema tanto en el ámbito
laboral como en el social. En psicología del trabajo, los
conceptos que hacen referencia al acoso o la intimidación en el
entorno organizacional han sido objeto de interés. No obstante,
los efectos del acoso laboral en la salud de los trabajadores son
de clara importancia y están teniendo una atención cada vez en
los diferentes países.
El acoso laboral es un conjunto de acciones verbales o
psicológicas que se llevan a cabo de manera sistemática y
persistente con el fin de intimidar, opacar o consumir
emocionalmente a las víctimas, generalmente, ocurre entre
compañeros de trabajo o por superiores en jerarquía (1). A nivel
internacional, el fenómeno ha sido estudiado bajo distintos
términos, entre estos, mobbing, workplace bullying, acoso
psicológico, hostigamiento, acoso moral, abuso emocional,
persecución, violencia laboral, terror psicológico y acoso laboral.
Sin embargo, no hay en la literatura una definición única y
consensuada de este fenómeno entre los diferentes autores.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) la violencia
laboral está constituida por incidentes en los que el personal
sufre abusos, amenazas o ataques en circunstancias
relacionadas con su trabajo, incluidos los viajes de ida y vuelta a
él, que pongan en peligro implícita o explícitamente, su
seguridad, su bienestar o su salud (2).
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) define la
violencia y el acoso en el mundo del trabajo como un conjunto
de comportamientos y prácticas inaceptables, o de amenazas de
tales comportamientos y prácticas, ya sea que se manifiesten
una sola vez o de manera repetida, que tengan por objeto, que
causen o sean susceptibles de causar, un daño físico,
psicológico, sexual o económico, e incluye la violencia y el acoso
por razón de género (3). Igualmente considera este evento como
uno de los riesgos laborales más serios y preocupante,
asimismo, constituye un problema mundial en la salud pública.
La violencia laboral, puede clasificarse dependiendo de las
acciones utilizadas para llevarla a cabo y las consecuencias
generadas: violencia física: Son todos los actos donde se
emplea la fuerza física hacia una persona o grupo de personas
que pueden producir daño físico, sexual o psicológico (2)
violencia psicológica: Es el uso deliberado del poder y puede
incluir diversas tácticas agresivas. También se define como todo
acto que pueda causar daño emocional a las víctimas. La OMS
lo define como el uso deliberado del poder, o amenazas de
recurso a la fuerza física, contra otra persona o grupo, que
pueden dañar el desarrollo físico, mental, espiritual, moral o
social (2).
En su versión más desarrollada y completa, el acoso psicológico
en el trabajo es un síndrome psicosocial complejo, creado por
una interacción de dinámicas generadas por el acosador, por el
acosado y por el grupo al que ambos pertenecen.
Dentro de las conductas de la violencia psicológica se señalan:
Acoso discriminatorio: toda conducta no deseada en el lugar
de trabajo, relacionada con el origen racial o étnico, la
religión o las convicciones, la capacidad, la edad y
orientación sexual de una persona, que tenga como objetivo
o consecuencia atentar contra su dignidad y crear un
ambiente intimidatorio, humillante u ofensivo
Acoso sexual: cualquier comportamiento, verbal o físico, de
naturaleza sexual que tenga el propósito o el efecto de
atentar contra la dignidad de una persona, en particular,
cuando se crea un entorno intimidatorio, degradante u
ofensivo (4)
Acoso laboral o Mobbing: exposición a conductas de
violencia psicológica de forma intensa, dirigidas de forma
reiterada y prolongada en el tiempo hacia una persona o
más personas por parte de otra/s que, actúa frente a
aquella/s desde una posición de poder, no necesariamente
jerárquica, sino en términos psicológicos, con el propósito
de crear un entorno hostil o humillante que perturba la vida
laboral de la víctima (5).
Acoso racial: corresponde a cualquier conducta
amenazante que se base en la raza, color, idioma,
nacionalidad, religión, minoría, u otro estatus que no sea
recíproco o deseado y que afecte la dignidad de hombres y
mujeres (6)
Por otro lado, el acoso psicológico no se entiende como un
fenómeno estático, sino como un proceso escalar gradual en el
que la persona objeto de acoso se enfrenta a agresiones que
crecen en intensidad y frecuencia. Para Rodríguez (5) el acoso
debe ser entendido como un proceso continuo que varía desde
la no exposición a una elevada exposición. Por otro lado, para
definir una situación como acoso, es necesario que exista una
diferencia de poder, ya sea real o percibida, entre el agresor y la
víctima (1,5).
El acoso psicológico en el trabajo es considerado un severo
estresor y un riesgo psicosocial que puede afectar seriamente el
funcionamiento cotidiano de aquellos que lo padecen, afectando
negativamente su bienestar laboral, su salud física y psicológica.
Algunas alteraciones pueden ser: depresión, ansiedad, estrés
postraumático, burnout y abandono profesional. La evidencia
científica existente señala que la violencia laboral, además de
asociarse con la agresión física, psicológica o sexual, afecta la
dignidad del trabajador, el derecho a no ser discriminado, el
respeto de su honra y su integridad física, psíquica y moral (7).
Además, el acoso también puede tener consecuencias
negativas a nivel de la organización y pueden extenderse al
ámbito familiar y social.
Asimismo, el acoso laboral, según Farías (8) puede presentarse
de forma muy variada y sutil, por ejemplo, el aislamiento físico
del trabajador, la marginación por medio de la hostilidad, la falta
de comunicación, la utilización de conceptos peyorativos, la
asignación de tareas humillantes o descalificadoras y el
desprecio de la imagen de la persona trabajadora frente a sus
colegas o superiores, entre otros. Igualmente, este flagelo ha
sido identificado como un creciente factor de tensión laboral
entre los profesionales sanitario y sus consecuencias negativas
han sido analizadas en diversos estudios, que revelan tasas
elevadas de depresión, ansiedad, pensamientos obsesivos, o
trastornos psicosomáticos (9,10) y están relacionados con la