Pallango P/ Enfermería Investiga, Investigación, Vinculación, Docencia y Gestión Vol. 8 No. 4 2024 (Diciembre - Enero)
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situación nos encontramos ahorita, no quiero exponerme yo, ni
mi familia, ni a nadie…”
Por otra parte, Estefanía comentó lo siguiente: “…sí, he estado
conversando con mi familia, para ver la posibilidad de dar a luz
en la clínica, pero la situación que estamos pasando actualmente
es muy difícil, en donde tampoco se cuenta con el recurso
económico necesario, para poder pagar y sustentar la atención
medica particular; entonces, aún estoy en esa controversia,
porque sé que también en un hospital me van a atender de
buena manera, obviamente con el riesgo de contraer la
enfermedad…”. Del mismo modo, Mayra expresó: “…estamos
todavía con la idea de dar a luz en el hospital, porque pienso que
ahí hay más médicos, o sea profesionales que pueden hacer
algo, tal vez por mi bebé o por mí también, entonces creo que
están más capacitados en cualquier cosa…”
Categoría 4. Atención recibida de Profesionales de la Salud
En relación a la atención recibida por parte de los profesionales
de la salud, existe diferente percepción por parte de las
participantes, como lo menciona Doris: “…Bueno, del cuerpo de
salud no me puedo quejar, porque estuvieron al día, me dieron
sus indicaciones, tal como era, las normas de prevención, me
atendieron muy bien…”. Asimismo, relató Mayra: “…fui al centro
de salud, fueron muy amables, tenían todas las protecciones,
utilizaban visor, los guantes, al momento de ingresar igual el
guardita me tomo la temperatura y el gel y el lavado de manos,
entonces sí, si fue muy bueno…”. En el mismo orden de ideas,
Paola expresó: “…En la clínica, es muy buena, porque todos
toman las medidas de seguridad, son muy amables, realizan una
explicación correcta sobre el proceso de mi embarazo…”
Por el contrario, Jéssica contó su experiencia: “…en el seguro,
la verdad si te soy sincera, yo tuve un problema ahí, tanto con
las licenciadas enfermeras como con la profesional gineco-
obstetra, que me iba a revisar, como quien decir o sea me
mandaron, me mandaron sacando del hospital, entonces la
verdad, me lleve muy mal aspecto del seguro…”
Categoría 5. Acompañamiento familiar
El embarazo, es una etapa de felicidad, tanto para la mujer como
para su familia, donde actualmente con la pandemia el
acompañamiento familiar se ha limitado, en aras de evitar el
riesgo de contagio y aglomeración en los establecimientos de
salud, como comentaba Katherine: “…sí, … fue un poco triste,
porque como soy madre primeriza, si era como que necesitaba
que mi mamá o mi esposo este al lado mío, viendo al nuevo ser
que se formaba en mi vientre, pero no era posible…”.
Comentaba de la misma forma Mirian: “…Si, si era algo o sea
algo triste también, porque los primeros controles que él siempre
me acompañaba y siempre hasta entraba ahí con la doctora y
todo y le explicaba hasta a él…”.
DISCUSIÓN
El embarazo es un período muy especial cargado de emoción y
anticipación. Sin embargo, para las futuras mamás que se
enfrentan al brote de la enfermedad por coronavirus (COVID-19),
el miedo, la ansiedad y la incertidumbre están ensombreciendo
una época que, en otras circunstancias, tendría que ser feliz
(19). De acuerdo, a lo anteriormente mencionado, las
participantes coincidieron en los diferentes sentimientos
añadiendo la preocupación, el estrés, la depresión que las
afectaba, para mantener un embarazo en adecuadas
condiciones y circunstancias.
Sobre ello, argumentan Awad et al (20) que las mujeres
gestantes que perciben tener acceso a la atención sanitaria
reciben protocolos de actuación claros y coherentes sobre evitar
los riesgos de contagio, sintiéndose satisfechas con la atención
y seguimiento llevado a cabo por los/las profesionales gineco-
obstétricos, presentando a su vez niveles inferiores de ansiedad.
Por el contrario, entre las participantes del estudio, desde el
inicio de la pandemia se han sentido que la falta de información,
así como la dificultad para acceder a los controles prenatales, ha
constituido la preocupación más importante para ellas,
traduciéndose en motivos adicionales de incertidumbre.
La atención prenatal requiere una evaluación presencial, en
particular para evaluar la semiología clínica que es esencial para
el diagnóstico oportuno de las complicaciones del embarazo.
Dicha atención es esencial para detectar complicaciones del
embarazo como preeclampsia, diabetes gestacional e infección
urinaria asintomática, entre otras (21). Sin embargo, una de las
participantes mencionó que sufría Preeclampsia, por lo cual los
médicos le indicaron asistir cada semana al hospital; pero por el
miedo a contagio, y le sucediera algo a ella o a su bebé, dejó de
asistir.
Hoy, reducir la carga de salud pública de COVID-19 debería ser
la prioridad, donde como obstetras y ginecólogos, se debe
ayudar a lograrlo, implementando medidas tan simples como
difundir la conciencia en la comunidad, más aún entre las
mujeres embarazadas, difundiendo las prácticas seguras de
higiene de manos, etiqueta de tos, distanciamiento social,
quedarse en casa cuando están enfermas y desinfectar
superficies contaminadas (22). De acuerdo a las entrevistas
realizadas, todas las participantes mencionaron que los
profesionales quienes atendieron los controles prenatales
mencionaban las medidas de bioseguridad que debían tomar en
cuenta para evitar el contagio de COVID-19.
En este sentido, en caso de riesgo de parto prematuro e
infección por COVID-19, los beneficios clínicos del
corticosteroide antenatal podrían superar los riesgos de daño
potencial para la madre. Frente a esta situación, el equilibrio
entre beneficios y perjuicios, tanto para la mujer como el recién
nacido prematuro, debe discutirse con la mujer para garantizar
una decisión informada (23). Sin embargo, la mayoría de las
participantes mencionaron que ningún profesional de la salud les
dio indicaciones sobre cómo sobrellevar la situación en caso de
tener infección por COVID-19; es decir, desconocen totalmente
las acciones que deben realizar si ese fuese el caso.
Es recomendable que la gestante se comunique telefónicamente
con el lugar donde recibe la atención de salud, el cual deberá
garantizar las condiciones de distanciamiento social necesaria,
para evitar aglomeración de mujeres en atención prenatal de
rutina (24). Así pues, de acuerdo a las entrevistas realizadas, el
total de las participantes confirmó que, en este sentido los
establecimientos de salud donde acudieron a realizarse sus
controles prenatales mantuvieron las condiciones de
distanciamiento social entre pacientes, cumpliendo además con
las normas de bioseguridad.
Del mismo modo, los servicios de salud deben ser seguros, de
calidad y calidez, garantizando el consentimiento informado, el
acceso y la confiabilidad de la información relativa a los
pacientes. Por lo tanto, los servicios públicos estatales de salud