image/svg+xmlPeñarreta E/ Enfermería Investiga, Investigación, Vinculación, Docencia y Gestión Vol. 9 No. 12024(Enero -Marzo)38VIOLENCIA EN EL NOVIAZGO Y FUNCIONALIDAD FAMILIAR: UNA MIRADA DESDE LA VICTIMIZACIÓN Y PERPETRACIÓN DATING VIOLENCE AND FAMILY FUNCTIONALITY: A VIEW FROM VICTIMIZATION AND PERPETRATIONEdison Leonel Peñarreta Méndez1 http://orcid.org/0000-0002-1080-9001, Diana Maricela Vuele Duma2 https://orcid.org/0000-0001-9188-08131Estudiante de la Carrera de Enfermería de la Universidad Nacional de Loja, Ecuador2Docente de la Carrera de Enfermería de la Universidad Nacional de Loja, Ecuador Recibido: 02de agosto 2023Aceptado: 29de octubre 2023RESUMENIntroducción: La violencia en las relaciones de noviazgo se considera un problema de gran impacto en la sociedad y el inadecuado funcionamiento familiar puede tornar vulnerables a sus miembros,por tanto,convertirlos en víctimas o victimarios. Objetivo: Relacionar la violencia en el noviazgo y la funcionalidad familiar en estudiantes universitarios, desde la victimización y la perpetración. Métodos:Estudio con enfoque cuantitativo, diseño no experimental, de alcance correlacional y de corte transversal, participaron 47 estudiantes de enfermería, mediante los instrumentos: perpetración y victimización en el noviazgo y Apgar familiar, ambos presentan validez y confiabilidad.Resultados:El 72,3% se encuentran en edades comprendidas entre 18 y22 años, el 62,1% son mujeres, el 19,1% pertenecen al tercer ciclode estudios de la carrera, el 78,6% viven en la zona urbana, y el 76,6% pertenecen a familiasnucleares. Con respecto a la violencia en el noviazgo, la dimensión que evidencia mayor porcentaje desde la victimización fue la coerción con un 51,1% en la alternativa “a veces”; mientras que,desde la perpetración, el 48% endesapego, fue la dimensión preferida en la alternativa “a veces”. Conclusiones:No existe relación significativa desde la dinámica victimización y perpetración sobre violenciaen el noviazgo yfuncionalidad familiar en los estudiantes.Palabras clave: violencia, estudiantesde enfermería, familia, violencia de parejaABSTRACTIntroduction:Violence in dating relationships is considered a problem of great impact on society and inadequate family functioning can make its members vulnerable, thus turning them into victims or perpetrators. Objective:To relate dating violence and family functioning in university students, from victimization and perpetration. Methods:A study with a quantitative approach, non-experimental design, correlational and cross-sectional scope, 47 nursing students participated, using the following instruments: perpetration and victimization in courtship and family Apgar, both of which are valid and reliable. Results:72.3% were between 18 and 22 years of age, 62.1% were women, 19.1% belonged to the third cycle of studies, 78.6% lived in the urban area, and 76.6% belonged to nuclear families. With respect to dating violence, the dimension that shows the highest percentage of victimization was coercion with 51.1% in the alternative "sometimes"; while from perpetration, 48% in detachment, was the dimension preferred in the alternative "sometimes". Conclusions:There is no significant relationship between the dynamics of victimization and perpetration of dating violence and family functionality in students.Keywords:violence, students, family dynamics, couple, dating violence.Autor de correspondencia:Diana Maricela Vuele Duma. Correo electrónico:diana.vuele@unl.edu.ec
image/svg+xmlPeñarreta E/ Enfermería Investiga, Investigación, Vinculación, Docencia y Gestión Vol. 9 No. 12024(Enero -Marzo)39INTRODUCCIÓNLa violencia es definida como el uso deliberado de la fuerza física o del poder, pudiendo presentarse como amenaza o como un acto consumado, sea contra uno mismo, otra persona, un grupo o comunidad; que además cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo e intimidaciones(1). La violencia puedepresentarse en diversos ámbitos, siendo la relación de pareja, uno de los escenarios más comunes. Algunosde los rasgospara identificar que una persona sufre de violencia en sus relaciones sentimentalesson: que su pareja se distancie del grupo familiar,hace que tenga sentimientos de culpa, que no promueven un apego seguro, que sea sometido a abuso físico, emocional, verbal y/o sexual; sufre control excesivo por su pareja generalmente evidenciado por amenazas,tiende atener actitudes inmaduras o infantiles,sienteque el cariño justifica el maltrato; igualmente por lo regular la persona afectada,desarrolla baja autoestima y poca confianza en sí mismo/a(2).Por otra parte, la violencia en las relaciones de pareja, se presenta con varias manifestaciones, talescomo: comunicación inadecuada,actitudes negativas hacia la otra persona, celos, inseguridades o miedos, tendencia a aceptartodo aun cuando no esté de acuerdo, al igual que la expresión de críticas destructivas entre la pareja surgidas durante la relación(3). En este sentido, la violencia en el noviazgo se ha convertido en un problema de salud pública de interés mundial por su impacto a nivel físico y psicológico, tanto en adolescentes como en adultos jóvenes. Según Rey et al(4), la violencia en las parejas produce repercusiones como: bajo rendimiento académico, problemas en las relaciones sociales y escolares, embarazos no deseados, abuso de sustancias psicoactivas y alcohol, estrategias de control de peso poco saludables, comportamientos sexuales de riesgo e ideación suicida.Esta problemática se ha evidenciado en diferentes grupos poblacionales; sin embargo, son los adolescentes y adultos jóvenes, quienes con mayor frecuencia experimentan situaciones de violencia, la violencia en el noviazgo se asocia a un aumento de la culpa, ira, dolor y ansiedad y otros efectos negativos como una disminución del bienestar psicosocial (5). Frente a ello, la familia como soporte básico y fundamental de la sociedad, se constituye en un factor protector o de riesgo; pues su inadecuado funcionamiento puede tornar vulnerables a los miembros del núcleo familiar y por tanto convertirlos en víctimas o victimarios, dependiendo de la perspectiva de las personas involucradas en situaciones violentas. En este contexto, en relación a la familia se podría mencionar que, el hecho de haber sido maltratado en la infancia, repercute negativamente en el desarrollo cognitivo-social de los adolescentes,aumentando la agresividad, problemas de conducta y dificultades de aprendizaje,dando como resultado la aceptación del uso de la violencia en las relaciones de pareja, promoviendo la violencia en el noviazgo (6).A nivel mundial, una de cada tres mujeres (es decir, un 30%) ha sufrido violencia física y/o sexual por su pareja o por alguien ajeno a su vínculo social, siendo en la mayor parte de estos casos, la pareja su agresordirecto; además,casi un tercio (equivalente al 27%) de las mujeres entre 15 a 49 años de edad, quienes han estado en una relación compleja, informandohaber sufrido algún tipo de violencia física y/o sexual por parte de su pareja (7). A nivel de América Latina,no existen datos relacionados con el número de casos de violencia y particularmente de violenciaen el noviazgo.En Ecuador, segúnChávez & Juárez (8), durante el 2011 se evidencióque 6 de cada 10 mujeres en el país han sufrido algún tipo de violencia de género por parte de cualquier persona, donde el tipo de violencia con mayor porcentaje es la psicológica en un 53,9%;seguida de violencia física con 38%, patrimonial con 35.3% y sexual con 25,7%. Indica la misma fuente, que la violencia ejercida por la pareja o ex pareja es mucho mayor que por parte de otras personas, siendo más crítica la situación en mujeres divorciadas (85.4%) y separadas 78%.Sin embargo, anivel local, no existen datos publicados oficialmente quedemuestren la prevalencia de violencia en la etapa del noviazgo.Por lo expuesto anteriormente, se evidencia que la violencia en las relaciones de pareja continúa siendo un problema social en incremento; por lo cual, diversos autores en sus estudios, han tratado de dimensionar dicha problemática. A nivel mundial, un estudio realizado en México (9), el cual pretendía establecer la prevalencia de violencia en el noviazgo en estudiantes universitarios, donde participaron 219 hombres y 315 mujeres, a quienes aplicaron la encuesta sobre Violencia en el Noviazgo (ENVINOV), mostrando como resultado que el 27,7% de los jóvenes presenta violencia sexual, 73% violencia física y 73% emocional; así mismo, lograron evidenciar que la violencia de género en las relaciones íntimas afecta a las estudiantes y con ello refuerza el sistema de desigualdades de género en la sociedad.En Latinoamérica, un estudio realizado en Bolivia (10), el cual tenía como propósito caracterizar la violencia en el noviazgo en 770 estudiantes universitarios, demostró entre los resultados que la principal causa de la violencia son los celos, donde el hombre es el más violento con un 45,5% ya sea esta violencia física, psicológica y sexual, siendo la mujer la más afecta, sin embargo, existe un porcentaje importante de universitarios 40,6% que reconocen que tanto el hombre como la mujer ejercen violencia, variable que se asocia con el sexo y la edad.Otro estudio realizado en Bolivia por Mendoza(11), determinóque ese país ocupa el cuarto lugar en América Latina con el índice más alto de violencia de pareja en jóvenes 24,6%. La intención del estudio fue dar a conocer la percepción de los jóvenes universitarios respecto a las causas y consecuencias de violencia en la etapa del noviazgo para contribuir a la generación de acciones y tácticas de prevención; participaron en dicho estudio 770 jóvenes universitarios encontrando como resultados que, la principal causa de violencia son los celos, donde el hombre es el más violento y la mujer la más afectada.De igual forma, un estudio similar realizado en Colombiapor Rey et al (4), dirigido a informar sobre las conductas de maltrato ejercidas y recibidas en el noviazgo mediante la Escala de Efectividad en el Funcionamiento Familiar(EEFF),contó con la participación de 548 estudiantes de secundaria (294 mujeres y 295 hombres) entre 12 y 22 añosde edad, mostrando como resultados que los problemas en la funcionalidad familiar podrían predisponer a malos tratos psicológicos, emocionales, físicos y sufrirlos durante el noviazgo(4).A nivel nacional,un estudio realizado en Cuenca por Cabrera & Pillacela(12), cuyo objetivo fue identificar la incidencia de violencia en los noviazgos adolescentes mediante la escala CADRI,para evaluar la violencia cometida y sufrida tanto en hombres como mujeres, obtuvo la participación de 242 estudiantes, de los cuales el 54% fueron hombres y el 46%
image/svg+xmlPeñarreta E/ Enfermería Investiga, Investigación, Vinculación, Docencia y Gestión Vol. 9 No. 12024(Enero -Marzo)40fueron mujeres. Los resultados evidenciaron la existencia de distintas formas de violencia en el noviazgo, siendo la violencia verbal-emocional la que tiene mayor incidencia tanto en la violencia cometida 45% como la sufrida 47%, tanto en hombres y mujeres.En virtud de lo anteriormente expuesto, la violencia en las relaciones de parejasjóvenes es considerada uno de los problemas sociales relevantes en la actualidad,debido al impacto que causa en la salud física y mental de los involucrados; además, de ser entendida como riesgo de peligro inminente que se transforme en un modelo de conducta que posteriormente se manifieste enla vida conyugal y familiar, llegando a convertirse en el peor escenario, que involucren actos criminales, como feminicidios o suicidios. Con base en estos antecedentes, se planteó la presente investigación, cuyo objetivo es relacionar la violencia en el noviazgo y la funcionalidad familiar en estudiantes universitarios, desde la victimización y la perpetración. MÉTODOS Enfoque y diseño de estudio: Estudio con enfoque cuantitativo, con diseño no experimental, de alcance correlacional y de corte transversal.Población de estudio: Estuvo conformada por 47 personas que cumplieron con los siguientes criterios de inclusión: estar inscritos de primero a noveno ciclo en la Carrera de Enfermería durante el período octubre 2022a febrero 2023, ser mayor de 18 años y menor de 39 años (adultos jóvenes), de ambos sexos, tener para el momento del estudio una relación sentimental (heterosexual, homosexual o bisexual) dondehaya experimentado algún tipo o indicio de violencia, que la relación sentimental sea de novios y no involucre matrimonio o convivencia en unión libre, que acepten participar del estudio de manera voluntaria.Variable de estudio: El estudio presenta dos variables: violencia en el noviazgo y funcionalidad familiar. Técnica e instrumentos de recolección de datos: Para la recolección de los datos se utilizó como técnica la encuesta y como instrumentos dos cuestionarios denominados “Perpetración y victimización de violencia en el noviazgo” y “APGAR familiar”. Estos instrumentos permitieron dar cumplimiento a los objetivos plateados y, para dar respuesta al objetivo de estudio, añadiendo en la parte inicial del instrumento un apartado relacionado con los datos sociodemográficos de los participantes. El instrumento denominado victimización y perpetración de violencia en el noviazgo DVQ-VP realizado por F. Rodríguez et al., en el año 2016, a partir del cuestionario original a través de una adaptación del cuestionario CUVINO que constaba de 42 ítems y actualmente el instrumento adaptado consta de 20 ítems. Este instrumento fue validado en adultos jóvenes, con un alfa de Cronbach que osciló entre 0,64 y 0,74, por lo que se consideró un cuestionario de medición válido y confiable para la evaluación de la violencia en el noviazgo, de los miembros actuales de parejas; en donde se mide 5 formas diferentes de violencia: el desapego, humillación, sexual, coerción y físico. Los ítems están valorados según una escala tipo Likert, en donde: (0) nunca y (4) casi siempre (13). Por su parte el cuestionario Apgar Familiar (Por su significado en inglés: Adaptation, Partnership, Growth, Affection, Resolve) diseñado por Smilkstein en1978, fue evaluado en múltiplesinvestigaciones, reflejando en el proceso de validación alfa de Cronbach que oscilaron entre 0,71 y0,83 encontrandopropiedades psicométricas aceptables. El cuestionario “Apgar-familiar” evalúa en cinco alternativas,cada una de las cuales es calificada de 0 a 4 donde: 0=Nunca,1=Casi nunca,2=Algunas veces, 3=Casi siemprey 4=Siempre. Cuya Interpretación del puntaje es: -Normal: 17-20 puntos, -Disfunción leve: 16-13, puntos, -Disfunción moderada: 12-10 puntos, -Disfunción severa: menor o igual a 9 (14). Como parte de las consideraciones éticas, previo a la recolección de los datos, se dio a conocer la propuesta con los participantes y se aplicó un consentimiento informado que garantizó la confiabilidad de la información y el uso de esta con fines académicos e investigativos.Análisis de datos: El procesamiento de los datos se realizó con el uso del paquete estadístico SPSS versión 2.2, cuyo análisis de información se ejecutó a través de la estadística descriptiva, mediante la prueba no paramétrica Tau de Kendall B con un p valor de 0,05.RESULTADOSEn relación conlas características sociodemográficas de los participantes, en gran parte se encuentran en edades comprendidas entre los 18 y 22 años de edad, correspondiente al 72,30%; mientras que,con respecto al género, el 68,1% son mujeres, predominando la etnia mestiza con un 97,9%, donde todos los participantes fueron de nacionalidad ecuatoriana.Enreferencia al ciclo académico, la mayoría de los universitarios se encuentran estudiando el tercer ciclo de la Carrera de Enfermeríarepresentados por el 19,1%, además que el78,7% viven en zona urbana, con un nivel socioeconómico del 34,0% estando la mayoría de los participantes entre los estratos alto y bajo,parafinalmente indicar que el 76,6% pertenecen al tipo de familia nuclear, tal como se observa de manera resumida en la tabla 1 a continuación.
image/svg+xmlPeñarreta E/ Enfermería Investiga, Investigación, Vinculación, Docencia y Gestión Vol. 9 No. 12024(Enero -Marzo)41Atendiendo a la dinámica de violencia en el noviazgo desde la perpetración y victimización expuesta en la tabla 2seguidamente, una de las dimensiones con mayor índice de violencia fue el desapego, vista desde la condición de la victimización, donde el porcentaje más significativo relativo al 48,9% se encuentra en la alternativa “a veces” y en menor porcentaje correspondiente al 2,1% en la alternativa “casi siempre”; mientras que, desde la condición de la perpetración, el mayor porcentaje del 48,9% se encuentra en la alternativa “a veces” y el menor porcentaje del 2,1% en la alternativa “habitualmente”. Otra de las dimensiones que presentó mayor índice fue lacoerción, donde la victimizaciónreflejó el porcentaje más alto en 51.1% encontrándose en la alternativa “a veces”, en menor porcentaje del 2,1% en la alternativa “casi siempre”;mientras que, en cuanto a la perpetración, el mayor porcentaje del 38,3% se encuentra en la alternativa “a veces” y el menor porcentaje de 2,1% se ubicó en la alternativa “casi siempre”.
image/svg+xmlPeñarreta E/ Enfermería Investiga, Investigación, Vinculación, Docencia y Gestión Vol. 9 No. 12024(Enero -Marzo)42Con respecto al nivel de funcionalidad familiar de la variable respectiva expuesta en la tabla 3a continuación, se evidencia que la mayoría indica estar inmerso en el 76,6% que se encuentrandentro del nivel de funcionalidad normal, un 21,3% en el nivel de funcionalidad leve y el 2,1% con nivel de funcionalidad moderada.
image/svg+xmlPeñarreta E/ Enfermería Investiga, Investigación, Vinculación, Docencia y Gestión Vol. 9 No. 12024(Enero -Marzo)43En cuanto a la relación de violencia en el noviazgo y la funcionalidad familiar, desde la dinámicade lavictimización,se puede evidenciar que el mayor porcentaje del 34,04% se encuentra en un nivel de violencia con frecuencia moderada respecto del nivel de funcionalidad leve, en menor porcentaje del 2,12% refleja el nivel de violencia con frecuencia alta respecto del nivel de funcionalidad severa. Asimismo, la prueba estadística Tau-b de Kendall,no demostrórelación significativa, dada la asignación aproximada (,345) siendo superior al p valor de 0,05evidenciada en la tabla 4 a continuación.En atención a la relación de violencia en el noviazgo y la funcionalidad familiar, desde la dinámica de la perpetración,se puede evidenciar que el mayor porcentaje relativo al 34,04% se encuentra en el nivel de violencia con frecuencia baja, con respecto al nivel de funcionalidad leve; mientras que en menor porcentaje de 2,12% se encuentra en el nivel de violencia con frecuencia alta respecto del nivel de funcionalidad severa. Del mismo modo, la prueba estadística Tau-b de Kendall no mostrórelación significativa, dado que la asignación aproximada de (,345) fue superior al p valor (0,05)observada en la tabla 5.
image/svg+xmlPeñarreta E/ Enfermería Investiga, Investigación, Vinculación, Docencia y Gestión Vol. 9 No. 12024(Enero -Marzo)44DISCUSIÓNLa violencia en las relaciones de noviazgo se considera un problema de gran impacto en la sociedad, pues como consecuenciade su manifestación en las parejas, tiende a producir daños físicos y emocionales en quienes se encuentran implicados(15). En este sentido, con respecto a la violencia en el noviazgo desde la dinámica de victimización y perpetración, se evaluaron las 5 dimensiones constantede 4 ítems para cada una, cuyos resultados permitieron evidenciar que: a) Dimensión física: Desde la victimización, el mayor porcentaje (31,9%) se ubicó en el ítem “lanzar objetos peligrosos” en la alternativa “a veces” y el menor porcentaje (2,1%) en el ítem “golpear” en la alternativa “frecuentemente”; mientras que, desde la perpetración, el mayor porcentaje (25,5%) se encuentra en el ítem “abofetear” en la alternativa “a veces” y el menor porcentaje (2,1%) se ubica en el ítem “golpear” en la alternativa “frecuentemente”. Estos resultados son similares a los encontrados en el estudio realizado en Perú (16) dondeel 57,7 % de la muestra reportó violencia psicológica, mientras que el 7 % mencionó ser víctima de violencia física, psicológica y sexual. El 11,3 % reportó recibir palabras insinuantes al sexo por parte de su pareja. Entre quienes recibieron simultáneamente violencia física, psicológica y sexual, el 80 % fueron mujeres.De ello, se indica que la violencia en el noviazgo desde la dimensión física implica, todo ataque intencional de tipo sexual, físico o psíquico, de un miembro de la pareja contra el otro,en una relación donde existe atracción y ambas partesse citan para estar juntos(17).Las manifestaciones del ámbito físico suelen ser las más visibles y fáciles de reconocer por sus características más tangibles;sin embargo, en ocasiones no suelen presentarse tan fácilmente y son escondidas mediante excusas o normalización de la violencia(18).b) Dimensión sexual:En la victimización, el porcentaje más elevado (29,8%) se encuentra en el ítem “insistencia de tocamientos desagradables” en la alternativa “a veces” y en menor porcentaje (2,1%) en el ítem “obligar a tener sexo” en la alternativa “habitualmente”.Porotro lado, desde la perpetración, el mayor porcentaje (23,4%) se encuentra en el ítem “forzar a desnudarse sin consentimiento” en la alternativa “a veces” y el menor porcentaje (2,1%) se ubica en el ítem “forzar a desnudarse sin consentimiento” en la alternativa “frecuentemente”.Resultados semejantes severifican del estudio realizado por Flores et al.(19),con respecto a la dimensión sexual, indicandohaber sido víctimas de ser obligadosa tener sexo con su pareja en un 9,1% porlos varones 9,1% y el 13,6% por las mujeres, evidenciando a su vez queeste tipo de agresión siempre está presente en las relaciones de enamorados.A este respecto, la violencia sexual en las relaciones sentimentales, se manifiestan cuando un miembro de la pareja tiende manipular al otro con el fin de forzar a realizar una actividad sexual no deseada y sin su consentimiento. La expresión más evidente de ello es la violación, cuyas formas de coerción pueden ir desde la fuerza física hasta el chantaje psicológico(20).c) Dimensión humillación:Desde la victimización, el porcentaje superior (43,6%) se encuentra en el ítem “reírse por la forma de expresarse” en la alternativa “a veces” y en menor porcentaje (2,1%) en el ítem “ridiculizar por ideas creencias o clase social” en la alternativa “habitualmente”; por el contrario, desde la perpetración, el mayor porcentaje (42,6%) se encuentra en el ítem “reírse por la forma de expresarse” con la alternativa “a veces” y el menor porcentaje (2,1%) se ubica en el ítem “reírse porla forma de expresarse” en la alternativa “casi siempre”. Estos datos son similares al estudio realizado por Flores et al..(21) quien revela que el 76% de los jóvenes de ambos sexos de entre 15 y 24 años de edad mantenían una relación de noviazgo donde habían sufrido violencia emocional destacando los insultos, humillaciones y amenazas, por otro el 15% declaró haber sufrido violencia física, observándose que tanto chicos como chicas minimizan los episodios de agresiones.
image/svg+xmlPeñarreta E/ Enfermería Investiga, Investigación, Vinculación, Docencia y Gestión Vol. 9 No. 12024(Enero -Marzo)45En cuanto a la humillación en el noviazgo, es considerado un patrón de conducta utilizado con la finalidad de obtener o mantener el control sobre la pareja, la cual se produce por la violación de los límites personales de la víctima, valiéndose de la agresión física, psicológica y/o moral (22). La humillación, hace que la víctima se sienta incapacitada y confusa, percibiéndose injustamente degradada, ridiculizada, herida profundamente en su autoestima e identidad (23).d) Dimensión desapego:En la victimización, el porcentaje más significativo (48,9%) se encuentra en el ítem “cumplidor/a con el estudio pero llega tarde a la citas de pareja” en la alternativa “a veces” y en menor porcentaje (2,1%) en el ítem “ignorar sentimientos” en la alternativa “casi siempre”;mientras que, desde la perpetración, el mayor porcentaje (48,9%) se encuentra en el ítem “cumplidor/a con el estudio pero llega tarde a la citas de pareja” en la alternativa “a veces” y el menor porcentaje (2,1%) se ubica en el ítem “no reconocer responsabilidad como pareja” en la alternativa “habitualmente”.En función de dichos resultados,relativos a la dimensión desapego, se evidencia que existen resultados similares al estudio realizado por Guerrero(10)donde el 70.4% de estudiantes presentaron violencia por desapego en sus relaciones de noviazgo, siendo el 47.5% violencia de nivel leve, el 12.7% nivel severo y el 10.2% nivel moderado.Sobre este aspecto, la violencia por desapego en el noviazgo involucra el trato indiferente y distante de uno de los integrantes de la pareja, sin que la relación termine; por ejemplo, olvidar el cumpleaños o tratarle como a un conocido/a más(24).Se manifiesta en la desaparición durante unos días por parte de algún miembro de la relación, para ocasionar preocupación, ansiedad y tristeza(25).e) Dimensión coerción:En cuanto a la victimización, el porcentaje más alto (51.1%) se encuentra en el ítem “retener para que no se vaya” en la alternativa “a veces” y en menor porcentaje (2,1%) en el ítem “poner a prueba el amor” en la alternativa “casi siempre”;mientras que, desde la perpetración, el mayor porcentaje (38,3%) se encuentra en el ítem “retener para que no se vaya” en la alternativa “a veces” y el menor porcentaje (2,1%) se ubica en el ítem “poner aprueba el amor ” en la alternativa “casi siempre”.Estos resultados son parecidos con el realizado por Montes & Quiroga(26)donde caracterizaron la violencia en el noviazgo en jóvenes universitarios en un 55,3%,afirmandola presencia de la violencia por coerción leve en las relaciones de pareja;además,el 7,4% de los participantes refirieron haber experimentadode forma moderada violencia por coerción y un 6,4% señalaron queel nivel de experimentación de la violencia por coerción en el noviazgo ha sido severo.Al hacer un análisis de la dinámica de violencia por niveles, los resultados encontrados permitieron identificar que desde la victimización, el 46,80% son víctimas de violencia con una frecuencia moderada, el 2,12% con una frecuencia alta, encontrándose con un nivel de funcionalidad severa. Por su parte, desde la perpetración, el 42,55% han ejercido algún acto de violencia con una frecuencia moderada, y el 2,12% han perpetrado la violencia con una frecuencia alta, encontrándose con un nivel de funcionalidadsevera.Otra de las variables indagadas, correspondió a la funcionalidad familiar, donde los resultados permitieron identificar que, tanto en la victimización como perpetración,el 76,59% de la población de estudio se encuentran en un nivel de funcionalidad leve, y el 2,12% en un nivel de funcionalidad severa. Con estos datos, el análisis estadístico permitió identificar que, en torno a la violencia en el noviazgo (victimización) y la funcionalidad familiar, no existe una relación significativa, pues el valor p fuemayor al 0,05 (,345), resultó similar con la violencia en el noviazgo (perpetración)y la funcionalidad familiar, donde tampoco se encontró una relación significativa con un valor de p en(,345).Con estos resultados, es importantemencionar que, pese a que en el presente estudio no existe relación entre la violencia en el noviazgo, desde victimización y perpetración con la funcionalidad familiar, algunos estudios han encontrado que dicha relaciónexiste, aunque no con el mismo instrumento (CUVINO). Tal es el caso del estudio realizado por Limo & Vásquez(27)en el cual, utilizaron el inventario de conflictos en las relaciones de pareja entre adolescentes (CADRI) y el Apgar familiar, cuyos resultados reflejaron que, entre la funcionalidad familiar y la violencia de pareja cometida y sufrida,existe relación moderada inversa con rho= -0.593 y rho= -0.543 (prueba de Pearson) respectivamente; concluyendo que, la funcionalidad familiar se correlaciona de forma inversa con la violencia cometida y sufrida de la pareja respectivamente; es decir, a menor funcionalidad familiar, mayor será la violencia cometida y sufrida, por lo tanto, mayor será la violencia en la pareja.Sobre este aspecto, son muchos los factores que pueden desencadenar la violencia en el noviazgo, siendo uno de ellos la inadecuada funcionalidad familiar, entendida como el conjunto de interacciones entre los miembros del grupo familiar, vínculoqueles permite enfrentar las diferentes crisis originadas en el seno del hogar, lo cual representa un espacio de tranquilidad y factor de protección ante los riesgos del entorno que pueden complicar la salud de sus miembros(28). Asimismo, la identificación de los factores de riesgo, bien sea individuales o sociales,es un aspecto clave en la prevención de la violencia en el noviazgo, los cuales inciden sobre el riesgo de sufrir o perpetrar este tipo de violencia; y en atención a ello, resulta de interés conocerlos como clave esencial para reconocer de manera precoz su incidencia en aquellos adolescentes y/o jóvenes que se encuentren dentro de los grupos de riesgo(29).Las consecuencias que puede derivarsealser víctima de violencia en una relación de noviazgo son diversas y se relacionan con la disminución del bienestar psicosocial y calidad de vida,siendo el homicidio (muerte de la víctima) la que más preocupa, en virtud que luego de un largo procesode padecimientos,aquellas queincluyenmaltrato, abuso y amenazas, son las más frecuentes en presentarse (30).CONCLUSIÓN Se evidenció que no existe asociación estadística significativa de violencia en el noviazgo desde la perspectiva de la perpetración y victimización en relación con la funcionalidad familiar, pues el p valores mayor al 0,5.CONFLICTO DE INTERESES Ninguno declarado por los autores. AGRADECIMIENTOS Se agradece el apoyo de la Facultad de Salud Humana, a la carrera de Enfermeríade la Universidad Nacional de Lojay a los estudiantes que participaron en la realización del trabajo e hicieron posible la obtención de los datos.
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