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INTRODUCCIÓN
Los estilos de vida han sido estudiados por varias disciplinas
como la sociología, la antropología y la epidemiología. El
origen del término y los mayores desarrollos conceptuales se
han formulado en el campo de las ciencias socioculturales,
donde los mismos son definidos como patrones de
comportamiento grupales sobre los que la estructura social
ejerce una influencia considerable. La OMS define la salud
como “un estado de completo bienestar físico, mental y social”,
lo que significa que más que una vida sana se debe hablar de
un estilo de vida saludable del que forman parte la
alimentación, el ejercicio físico, el trabajo, la relación con el
medio ambiente y la actividad social (1)
Los estilos de vida de las personas pueden conducir a
comportamientos considerados no saludables y, por ello, se
convierten en factores de riesgo para las enfermedades
crónicas no transmisibles. Según la Organización Mundial de la
Salud (OMS), 36 millones de las muertes en el mundo es a
causa de eventos coronarios, solo por enfermedades
cardiovasculares; se estima que para el año 2030 la cifra estará
alrededor de 25 millones de defunciones (2).
En Latinoamérica, según la Organización Panamericana de la
Salud (OPS), estas enfermedades constituyen la causa más
frecuente de defunción y discapacidad, tanto en hombres como
en mujeres. En efecto, en la población venezolana, las
afecciones del corazón y los vasos sanguíneos son la principal
causa de muerte y representan una creciente carga sanitaria,
social y económica. Así, en Venezuela, se estima que las
afecciones del corazón y los vasos sanguíneos produjeron
52.706 muertes en el año 2015, este número de defunciones
representó el 31% de toda la mortalidad y el 43 % de la
mortalidad por enfermedad no transmisible (3).
El hecho de que las principales causas de muerte se visualicen
desde los procesos infecciosos hasta los factores ambientales,
hace que cobre importancia el debate sobre los estilos de vida
saludable y su impacto sobre la salud. Los problemas alrededor
del mundo se globalizan debido a las diversas dinámicas
sociales, culturales, políticas, económicas e ideológicas que
denotan la multiplicidad de factores a los cuales se ven
expuestas las personas, este hecho concatena las miradas y
acciones tanto de la promoción de salud , como de la
prevención de la enfermedad, ya que estas aportan al proceso
salud– enfermedad-atención y demandan cambios desde el
sector sanitario, el Estado, las instituciones educativas, el lugar
de trabajo, la familia y, sobretodo, de la participación de las
personas como comunidad (4).
En este sentido, es considerable la contribución que las
ciencias y la medicina han efectuado en procura de esclarecer,
el concepto de estilos de vida y sus aplicaciones en diversos
campos como la salud, específicamente en el ámbito de las
políticas en salud, la epidemiología, la medicina preventiva y la
educación en salud entre otros. Vale la pena señalar el aporte
que el sociólogo alemán Max Weber realizo en este campo
desde su teoría de la racionalidad formal y las ideas acerca del
estilo de vida, ya que este ha sido un punto de partida para que
otros autores apliquen las ideas propuestas por él en el
desarrollo del concepto sobre estilo de vida en salud (5).
Las primeras discusiones que surgieron en torno al análisis
sobre los estilos de vida datan del siglo XIX con los escritos
elaborados por Karl Marx alrededor del año 1850 (Coreil, Levin,
Jaco en 1985; Cokerham, Abel, Luschen en 1993 y Backett,
Davison en 1995). Marx consideraba que los estilos de vida de
la gente estaban determinados económicamente, porque en un
sistema de producción, tanto el ingreso como la posición
laboral de un individuo eran parte del estilo de vida que
experimentaban los grupos sociales (6)
El Glosario de promoción de la salud de la OMS, define estilo
de vida de una persona como aquel "compuesto por sus
reacciones habituales y por las pautas de conducta que ha
desarrollado durante sus procesos de socialización. Estas
pautas se aprenden en la relación con los padres, compañeros,
amigos y hermanos, o por la influencia de la escuela, medios
de comunicación, entre otros. Dichas pautas de
comportamiento son interpretadas y puestas a prueba
continuamente en las diversas situaciones sociales y, por tanto,
no son fijas, sino que están sujetas a modificaciones" (7)
Dentro de las teorías que fundamentan este estudio es
importante considerar la teoría de enfermería de Nola Pender
(8) y la teoría del significado de Jerome Bruner (9). En el
modelo de promoción de la salud propuesto por Nola
Pender, los determinantes de la promoción de la salud y los
estilos de vida están divididos en factores cognitivos-
perceptuales, entendidos como esas concepciones, creencias,
ideas que tienen las personas sobre la salud que la llevan o
inducen a conductas o comportamientos determinados, que en
el caso que nos ocupa, se relacionan con la toma de
decisiones o conductas favorecedoras de la salud (8).
De este modo la promoción de estilos de vida saludable y las
acciones deben estar dirigidas a facilitar una amplia gama de
opciones que permitan a las personas tomar las mejores
decisiones sobre su vida, lo que constituye una diferencia
fundamental con el modelo médico, en el cual las acciones en
salud son impuestas a los sujetos sin tomar en cuenta el
entorno, por esto, existe una creciente morbimortalidad de
personas con afecciones cardiovasculares. Este escenario
motiva a buscar herramientas para hacer una reflexión y
explorar el significado de los valores personales en la
construcción de estilos de vida saludable en personas que han
sufrido un infarto al miocardio, para finalmente interpretarlos y
comprenderlos.
El objetivo de la presente investigación fue generar una
aproximación teórica a partir del significado que tiene para las
personas que han sufrido un infarto al miocardio los valores
personales en la construcción de estilos de vida saludable. Así
mismo está adscrita a la línea de investigación del Doctorado
en Enfermería promoción del cuidado humano en la
experiencia de la salud y calidad de vida.
La contribución teórica del presente estudio es la expresión de
un abordaje constructivista, bajo una concepción de naturaleza
ontológica y epistemológica, cuyo aporte axiológico es reforzar
el valor de la salud, de la responsabilidad y autodeterminación
para la toma de decisiones a favor de un cambio en el estilo de
vida saludable. Desde el punto de vista de los resultados
servirá para favorecer la práctica de estilos de vida saludables
en las personas post infartadas
MÉTODOS