Vuele D/ Enfermería Investiga Vol. 9 No. 3 2024 (Julio Septiembre)
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PROCESO DE EVALUACIÓN Y ACREDITACIÓN EN LAS CARRERAS DE ENFERMERÍA:
EXPERIENCIA DE UNA UNIVERSIDAD ECUATORIANA
EVALUATION AND ACCREDITATION PROCESS IN NURSING CAREERS: EXPERIENCE OF AN
ECUADORIAN UNIVERSITY.
Diana Maricela Vuele Duma1 https://orcid.org/0000-0001-9188-0813, Denny Caridad Ayora Apolo1
https://orcid.org/0000-0003-0177-2662, Camila Alejandra Bustos Cartuche2 https://orcid.org/0000-0001-
9365-6073
1Docente de la Carrera de Enfermería de la Universidad Nacional de Loja. Loja - Ecuador
2Estudiante de la Carrera de Enfermería de la Universidad Nacional de Loja. Loja - Ecuador.
2477-9172 / 2550-6692 Derechos Reservados © 2024 Universidad Técnica de Ambato, Carrera de Enfermería. Este es un artículo de
acceso abierto distribuido bajo los términos de la Licencia Creative Commons, que permite uso ilimitado, distribución y reproducción en
cualquier medio, siempre que la obra original es debidamente citada.
Autor de correspondencia: Mg. Diana Maricela Vuele Duma. Correo electrónico: diana.vuele@unl.edu.ec
Recibido:05 de abril 2024
Aceptado:28 junio 2024
RESUMEN
Introducción: Las Carreras de Enfermería han
incorporado en sus procesos el modelo de
evaluación y acreditación establecido por el ente
rector de las Instituciones de Educación Superior,
todo ello con miras a alcanzar la excelencia de la
educación superior. Objetivo: Analizar los
resultados generados en la evaluación y
autoevaluación de la Carrera de Enfermería.
Métodos: Investigación descriptiva, transversal,
con diseño no experimental; donde la información
se obtuvo del informe de los resultados de la
evaluación externa, emitido por el CACES; el
informe de autoevaluación interna, el modelo de
evaluación del entorno de aprendizaje y el plan de
mejoras; con lo cual, se procedió a realizar un
análisis descriptivo comparando los resultados
obtenidos en los dos procesos, así como las
fortalezas y debilidades que surgieron del mismo.
Resultados: En la primera evaluación realizada, la
Carrera obtuvo una valoración global de 67, siendo
el criterio Pertinencia el de mayor puntuación
(10/10) y el criterio Academia el de puntuación más
baja (12,46/25). En el proceso de autoevaluación
realizado 4 años después, la Carrera obtuvo una
puntuación global de 77,55, siendo el criterio
Academia el de menor valoración (14,47/25) y
Prácticas preprofesionales obtuvo la calificación
más alta entre los criterios evaluados (17,40/18).
Conclusiones: La Carrera de Enfermería presentó
una mejora en su proceso de evaluación y
autoevaluación, todo ello, con miras a alcanzar la
excelencia académica; sin embargo, existen
indicadores que deben seguirse fortaleciendo.
Palabras clave: educación superior, enfermería,
evaluación, acreditación, educación basada en
competencias
ABSTRACT
Introduction: The Nursing Careers have
incorporated in their processes the evaluation and
accreditation model established by the governing
body of Higher Education Institutions, all with a view
to achieving excellence in higher education.
Objective: To analyze the results generated in the
evaluation and self-evaluation of the Nursing
Career. Methods: Documentary research,
descriptive, with non-experimental design; in which
the information was obtained from the report of the
results of the external evaluation, issued by CACES;
the internal self-evaluation report, the evaluation
model of the learning environment and the
improvement plan; with which, we proceeded to
perform a descriptive analysis comparing the results
obtained in the two processes, as well as the
strengths and weaknesses that arose from the
same. Results: In the first evaluation carried out,
the Career obtained an overall rating of 67, with the
criterion Relevance having the highest score (10/10)
and the criterion Academy the lowest score
(12.46/25). In the self-evaluation process carried out
4 years later, the Career obtained an overall score
of 77.55, with the Academy criterion having the
lowest score (14.47/25) and Pre-professional
Practices obtaining the highest score among the
criteria evaluated (17.40/18). Conclusions: The
Nursing Career presented an improvement in its
evaluation and self-evaluation process, with a view
to achieving academic excellence; however, there
are indicators that must continue to be
strengthened.
Keywords: higher education, nursing, evaluation,
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accreditation, competency-based education
INTRODUCCIÓN
Actualmente las universidades se enfrentan a las
altas exigencias sociales y de los profesionales en
formación, en un gran reto de ampliar su capacidad
de respuesta que permita formar talento humano,
capaz de insertarse plenamente en los procesos
sociales, productivos y científicos complejos,
mismos que están caracterizados por las desiguales
situaciones económicas, los vertiginosos cambios
tecnológicos y la amplia diversidad sociocultural; de
esta forma (1). En este sentido, la formación de
tercer nivel implica la generación de procesos
educativos que proceden a la formación de
bachillerato y que son desarrollados por
instituciones de educación superior u otros
institutos, mismos que han sido acreditados por los
organismos competentes de cada país (2). Por lo
tanto, este escenario de aprendizaje debería
orientarse hacia el desarrollo de habilidades
procedimentales, cognitivas y actitudinales, para
garantizar en los profesionales, el fortalecimiento de
sus capacidades y, que los certifique como personal
altamente cualificados para atender a las
tendencias del entorno.
Frente a ello, los avances relacionados con el
ámbito social, político, económico, cultural,
científico, tecnológico, las tendencias de
competitividad a nivel mundial y el surgimiento de
nuevas tecnologías de la información y
comunicación; obligan a las instituciones de
educación superior, a mantener un constante
análisis y adaptación de sus currículos, de su
misión, visión y valores institucionales; todo ello,
frente a un contexto local, nacional y mundial, que
se transforma constantemente. Por lo tanto, gran
parte de las Universidades, se centran en procesos
de mejora continua, esto con el fin de alcanzar
estándares de calidad, propiciar la formación
pertinente de sus estudiantes y de este modo,
fortalecer su prestigio y logar ser reconocidas como
instituciones de excelencia (3). En este sentido, las
carreras de interés social, como Enfermería, no
están exentas de esta realidad, sobre todo al
considerar que su ámbito de actuación lo
constituyen espacios de atención a seres humanos,
en los que un error puede poner en riesgo su vida.
De esta forma, según Véliz Briones (4), si se logra
establecer una cultura endógena del mejoramiento
continuo, se podrán lograr los objetivos
fundamentales de una universidad, esto de acuerdo
al contexto económico, social y cultural en que se
inserta. De esta forma, la acreditación no debe ser
considerada como un fin en sí misma; sino como el
principal mecanismo de gestión de la calidad de los
programas e instituciones de educación superior
(5).
En este escenario cambiante y globalizador,
enfermería no debe mantenerse ajeno y por lo tanto,
esto exige una formación profesional acorde a las
demandas sociales y pertinente con este contexto
epidemiológico dinámico; por lo tanto, se debe
evidenciar que el pensum de estudios en enfermería
ha evolucionado y debe reflejarse en la formación
de sus profesionales y el perfil de sus egresados,
con actitud y enfoque en la construcción de nuevas
posibilidades, en la capacidad de aprender y
desaprender, en la habilidad para construir y
reconstruir; pues, en la actualidad, las actividades
de enseñanza y aprendizaje están íntimamente
relacionadas con las demandas del mercado laboral
y se espera que las instituciones de educación
superior preparen a profesionales competentes
para insertarse en el mercado (6,7).
En este sentido, “la formación en enfermería y su
preponderante necesidad de progresar debe
considerar la evolución tecnológica, educativa y
social, así como la modificación en el perfil
epidemiológico de la población”; pues se requiere
de recursos humanos capacitados para responder a
la diversidad de circunstancias, para comprender
los factores que influyen en el continuum salud-
enfermedad de la población (8). Esto plantea la
necesidad de un nuevo proceso formativo, “basado
en los principios de excelencia, idoneidad y calidad,
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que responda a las necesidades de formación
profesional de las instituciones y de los individuos”
(9).
Con ello, la evaluación y acreditación es el aparato
de aseguramiento de la calidad de la Educación
Superior más desarrollado en el mundo. Su objetivo
es dar confianza del cumplimiento con los
esquemas concretos de calidad, para las
instituciones, carreras y programas académicos
(10). De esta forma, los estados buscan lograr
estándares de calidad óptimos, a través del
rediseño de la oferta académica y de los currículos
educativos, la formación continua y permanente de
los docentes y la creación o modernización de
instituciones que planifiquen, coordinen y articulen
la educación superior (2). Esto es imprescindible
toda vez que las instituciones de educación superior
son los responsables de formar a los profesionales
que constituirán el talento humano del Sistema
Nacional de Salud del país. De hecho, Niebles-
Núñez, et. al. (11), afirma que la educación superior
tiene una responsabilidad social en la formación de
sus estudiantes; por lo tanto, debe incorporar
además de los conocimientos relacionados con su
disciplina profesional, valores sociales y éticos para
que su ejercicio profesional sea un aporte para el
desarrollo social.
Por lo tanto, el proceso de acreditación es
reconocido en el mundo universitario por la
pertinencia, que está relacionada a la planificación,
diagnóstico, control y aprobación del desarrollo de
la docencia y los aprendizajes, elementos
medulares y razón de ser de estas instituciones;
esto incluye el trabajo administrativo y la estructura
con que cuentan estos establecimientos, elementos
que se deben trabajar articuladamente para lograr
una formación con excelencia que responda a los
problemas y/o necesidades de los usuarios. En las
carreras de salud, este proceso contribuye a
garantizar la calidad de los procesos relacionados
con la docencia, la asistencia médica y la
investigación (10).
En la mayoría de las universidades de América
Latina se han creado instancias de evaluación para
asegurar la calidad, ello ha obligado a considerar el
criterio de calidad como un aspecto fundamental de
su funcionamiento. Aunque algunas instituciones
han asumido la calidad como una manera de
mejorar continuamente y otras como una
herramienta para lograr estándares mínimos de
funcionamiento; los beneficios siempre conducen a
asegurarse de contar con condiciones nimas para
cumplir con la operatividad de las carreras y
garantizar la formación del recurso humano
entregado a los mercados laborales. Es importante
considerar que sistematizar los procesos de
evaluación y acreditación ha permitido construir una
cultura de la calidad de la educación universitaria,
en la que son partícipes, responsablemente, todos
los actores que tienen injerencia al respecto, ello
propicia una gestión transparente de rendición de
cuentas (12).
En nuestro país, la evaluación de la calidad se
efectúa mediante la evaluación externa, en la que
académicos especializados aportan con su
experiencia y experticia en el área de conocimiento
de la carrera que participa del proceso de
evaluación, conforme a lo establecido en la Ley
Orgánica de Educación Superior LOES. Esta
evaluación se realiza estableciendo estándares de
calidad, lo que permite valorar aspectos específicos
que se hacen operativos a través de indicadores.
Para la metodología de evaluación de carreras,
programas e instituciones de educación superior,
que sustenta el diseño e implementación de los
modelos de evaluación del entorno de aprendizaje
se consideran dos tipos de estándares
relacionados, principalmente, con las diferencias
existentes entre indicadores cualitativos y
cuantitativos (13).
Con estos antecedentes esta investigación tiene
como objetivo Analizar los resultados generados en
la evaluación y autoevaluación de la Carrera de
Enfermería, en aras de identificar los avances o
retrocesos que la Carrera pudo haber tenido en
estos procesos.
MÉTODOS
El trabajo corresponde a un estudio descriptivo,
transversal, con diseño no experimental, realizado
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en la Carrera de Enfermería de la Universidad
Nacional de Loja, durante el año 2018 y 2022; de
esta forma, en el proceso de evaluación externa y
autoevaluación, ingresaron 6 criterios: Pertinencia,
Currículo, Academia, Ambiente institucional,
Estudiantes y Prácticas preprofesionales; dentro de
cada uno de los cuales, se encuentran subcriterios
y un conjunto de evidencias que se analizaron. Por
lo tanto, toda la documentación que se menciona a
continuación fue trabajada y recabada por los
responsables de las comisiones en cada uno de los
criterios; esto en función de que, dichas evidencias
constan en el modelo de evaluación vigente:
1. Plan Estratégico Institucional PEDI
2. Proyecto curricular o plan de estudios de la
carrera y malla curricular vigente
3. Estudio de demanda y estudio de
pertinencia para la planificación curricular
4. Proyectos de vinculación de la carrera
5. Modelo educativo de la universidad
6. Sílabos y programas analíticos de las
asignaturas, así como su seguimiento
7. Guías de prácticas de laboratorios/talleres
u otros espacios de aprendizaje.
8. Información de docentes: perfiles,
formación académica, trayectoria
profesional y en investigación,
actualización científica, pedagógica o
didáctica, producción científica, ponencias,
contratos y/o nombramientos
9. Distributivos docentes
10. Normativa institucional, relacionada con
las funciones sustantivas: docencia,
investigación, vinculación y gestión
académica curricular
11. Documentación relacionada con la
evaluación del desempeño integral
docente: normativa, planificación,
ejecución y resultados
12. Documentación relacionada con el
proceso de titulación: normativa,
planificación, ejecución, resultados y
seguimiento
13. Documentación relacionada con el
seguimiento a graduados: normativa,
planificación, ejecución, resultados y
seguimiento
14. Documentación relacionada con el
proceso de autoevaluación: normativa,
planificación, ejecución, resultados y
seguimiento
15. Documentación relacionada con el fondo
bibliográfico y los laboratorios de
simulación
16. Documentación relacionada con él/la
participación estudiantil en actividades
complementarias y en el mejoramiento de
la calidad de la educación: normativa,
planificación, ejecución y resultados
17. Documentación relacionada con el
proceso practicas preprofesionales:
normativa, planificación, ejecución y
seguimiento
18. Documentación relacionada con los
indicadores de: tasa de retención y
graduación
En este sentido, el proceso de evaluación de la
Carrera implicó 3 fases: en primera instancia, las
comisiones designadas para cada uno de los
criterios, reunió los documentos que sirvieron de
evidencia para analizar el cumplimiento de los
indicadores consignados en los criterios y
subcriterios que constan en el modelo de evaluación
del entorno de aprendizaje de las Carrera de
Enfermería. En un segundo momento, la comisión
externa destinada por el CACES, realizó la revisión
documental y la visita en situ en cada uno de los
escenarios, para constatar el cumplimiento de los
estándares de calidad en la formación académica y
el tercer momento, abarcó el informe emitido por el
CACES; en base al cual, posteriormente, se realizó
una autoevaluación interna, en función de mantener
los estándares de calidad y/o identificar las mejoras
a realizar por la carrera y que fueron analizadas a
partir de los resultados de la evaluación externa; así
como también, dicha autoevaluación constituyó un
mecanismo de preparación para una nueva
acreditación; pues esto, es un proceso permanente
y continuo, con miras hacia la excelencia en la
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formación.
Para el proceso de evaluación externa y
autoevaluación, se consideró como criterios que: la
evidencia presentada sea legible, esté completa,
firmada y sellada; que se ajuste a los formatos
institucionales; que la información se corresponda
al periodo de evaluación y que se alinee a lo
solicitado en el modelo de evaluación vigente. Con
respecto a la recolección de la información para el
presente estudio, se tomaron como insumos: el
informe de la evaluación externa emitido por el por
el Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la
Educación Superior (CACES), el informe de
autoevaluación emitido por la Universidad, el
modelo de evaluación del entorno de aprendizaje y
el plan de mejoras derivado de estos procesos.
De esta manera, la información recabada, se
sometió a un análisis descriptivo, comparando los
resultados obtenidos en el proceso de evaluación
externa y aquellos que se mostraron en la
autoevaluación realizada 4 años más tarde; lo cual,
dio lugar a la identificación de la fortalezas y
debilidades en cada uno de los criterios y
subcriterios evaluados. Finalmente, como parte del
cumplimiento de los aspectos éticos que rigen la
investigación, los datos obtenidos fueron utilizados
únicamente con fines académico-científicos.
RESULTADOS
La evaluación y acreditación de las Carreras
universitarias y sobre todo de aquellas de interés
social como Enfermería, permiten garantizar una
formación de calidad de los futuros profesionales
sanitarios. En este sentido, la Carrera de
Enfermería de la Universidad Nacional de Loja fue
sometida, en el 2018, a un primer proceso de
evaluación externa, en el cual la valoración global
fue de 67,22/100 y 4 años más tarde 2022, las
instancias institucionales realizaron un proceso de
autoevaluación, mismo que arro como resultado
total 77,54/100. El desglose de las valoraciones por
criterio se puede observar en la tabla 1.
En la Tabla 2, se pueden observar los puntajes
alcanzados en los Indicadores evaluados en los dos
momentos, siendo el criterio de pertinencia
satisfactorio en su mayoría para los subcriterios de
contexto y profesión; mientras que para el criterio de
currículo la valoración de los subcriterios de macro,
meso y micro currículo fueron considerados
satisfactorios en su mayoría. Del mismo modo, para
el criterio de ambiente institucional, fue considerado
satisfactorio en cuanto al subcriterio de gestión
académica, y del fondo bibliográfico, siendo
superior a 10 en la valoración óptima para el
subcriterio de laboratorio y/o centros de simulación
de la carrera en la universidad observada.
Por otra parte, en lo relativo al criterio estudiantes
fue considerado satisfactorio para los subcriterios
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de participación estudiantil y eficiencia académica
en puntuación superior a 80 de valoración óptima;
mientras que, el criterio de prácticas
preprofesionales, para los subcriterios de entornos
de prácticas y programa académico de las
prácticas, fueron considerados satisfactorios con
100 puntos de valoración.
Finalmente, para el criterio academia, el subcriterio
de calidad docente fue considerado satisfactorio
con 1 punto de valoración óptima; el subcriterio de
dedicación fue satisfactorio con incremento a 20
puntos de valoración y el subcriterio de producción
académica fue valorado en más de 3 puntos como
satisfactorio para la institución universitaria de
análisis. En este sentido, el Consejo de
Aseguramiento de la Calidad de la Educación
Superior CACES ha implementado un modelo de
evaluación de los entornos de aprendizaje para
cada una de las Carreras que se someten al
proceso de evaluación y acreditación.
Como producto de los resultados obtenidos en la
evaluación, se estableció un análisis de fortalezas y
debilidades que permiten generar estrategias para
mejorar el proceso y con ello alcanzar los
indicadores de calidad en la educación superior,
presentado en la Tabla 3. A este respecto, se
encuentran cuantitativamente 2 fortalezas y 1
debilidad para el criterio de pertinencia, 5 fortalezas
y 2 debilidades para el criterio de currículo, 4
fortalezas y 6 debilidades para la academia, 4
fortalezas y 3 debilidades para el ambiente
institucional, 3 fortalezas y 4 debilidades para los
estudiantes, mientras que para las practicas
preprofesionales hay 4 fortalezas y 2 debilidades.
Todo ello, totalizan 25 fortalezas frente a 18
debilidades que refuerzan con relevancia los
criterios de currículo, academia y prácticas
preprofesionales como baluartes de mejora y
avances para la carrera de enfermería en la
universidad; mientras que pertinencia, ambiente
institucional y estudiantes son criterios que deben
ser reforzados por presentar inmovilidad
institucional.
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DISCUSIÓN
En el campo de la enseñanza en Enfermería, es
fundamental el intercambio de múltiples saberes y
prácticas para la redefinición de los conocimientos,
teniendo en cuenta el cambio en el proceso de
enseñanza-aprendizaje en la búsqueda de la
formación de individuos críticos, creativos y
competentes para la vida y el trabajo, con el fin de
contribuir a superar el modelo biológico y el carácter
sectorial que caracteriza la formación y actuación de
los profesionales de salud (14). De allí la gran
responsabilidad que las instituciones de educación
superior tienen a su cargo; por lo que los
planteamientos curriculares, planificación,
organización e infraestructura en cada una de las
carreras, deben responder a la necesidad de formar
profesionales de calidad, que en un futuro se
insertarán en el mundo laboral en una sociedad
cada vez s demandante. En tal sentido, el
proceso formativo debe articular líneas o estrategias
curriculares que potencien la acción desarrolladora
de las disciplinas participantes en el logro del perfil
profesional, que dé respuesta a una concepción
sistémica curricular, para alcanzar la pertinencia
académica (15).
Hoy en día, las universidades han estado sometidas
a grandes procesos de transformaciones y reformas
y a partir de los años ochenta, la evaluación de la
calidad de la educación universitaria se ha
presentado como uno de los principales temas en la
agenda de las reformas educativas a nivel mundial;
por ello, la evaluación de la calidad universitaria en
América Latina, posee distintos grados de avance y
diferentes objetivos, pues la región busca consolidar
sus modelos frente a muchas dificultades de
carácter técnico y político. Sin embargo, se han
generado e instrumentando iniciativas que realizan
seguimiento a la denominada calidad educativa,
estableciendo sistemas de indicadores o
acreditaciones que se convierten en referentes para
medir la “calidad” de los sistemas educativos en los
diferentes países; incluso, los procesos de
evaluación y acreditación de carreras en América
Latina y El Caribe, han evolucionado en sus
concepciones, objetivos, modelos y metodologías
de implementación y en la actualidad se incluyen
nuevos indicadores institucionales, de rendimiento,
dinámicas de aprendizaje y políticas de vinculación
con la sociedad, lo cual impone nuevos retos
(16,17).
Es así que la acreditación involucra la decisión
voluntaria de la institución de someterse a la
evaluación realizada por un organismo externo, el
procedimiento comienza por una autoevaluación,
sigue con el veredicto que emiten los evaluadores
externos y concluye con la presentación del informe
respectivo. En lo que respecta a Ecuador, la
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constitución del 2008 dictaminó la necesidad de
evaluar las carreras, programas y posgrado de
todas las universidades, estableciendo como
sanción la exclusión del sistema educativo de
aquellas instituciones que no superarán la
evaluación y acreditación (12).
En este contexto, la Carrera de Enfermería de la
Universidad Nacional de Loja, en el 2018, fue
evaluada por un organismo externo (CACES), a
través de pares académicos que analizaron seis
criterios, tales como: pertinencia, currículo,
academia, ambiente institucional, estudiantes y
prácticas preprofesionales; cada uno de los cuales
engloba a un conjunto de subcriterios e indicadores.
La valoración realizada fue tanto cualitativa como
cuantitativa y a ello se sumó el resultado del examen
de habilitación profesional aplicado a los
profesionales de Enfermería; producto de todo ello,
la calificación obtenida fue 67 sobre 100, de tal
forma que, por el método de conglomerado la
Carrera aprobó la evaluación del entorno de
aprendizaje y fue acreditada por el lapso de 5 años.
Frente a ello, 4 años más tarde en el 2022, la
Carrera de Enfermería de la Universidad Nacional
de Loja se sometió a un proceso de autoevaluación
interna, en aras de analizar el estado actual de los
diferentes criterios, subcriterios e indicadores y con
ello estar preparados para un próximo proceso de
evaluación del entorno de aprendizaje. Los
resultados reflejaron un avance importante con una
calificación global de 77,54/100, esto como
producto de un plan de mejoras derivado de los
resultados del 2018.
El proceso de autoevaluación es fundamental e
imprescindible para que cualquier carrera pueda
acceder al proceso de acreditación ya que aporta
con información relevante que constituye la base
para satisfacer los estándares de calidad y lograr el
reconocimiento público. Por lo tanto, la
autoevaluación es un proceso que conlleva cambios
a corto, mediano y largo plazo, que contribuye a que
la institución reflexione y evalúe el grado de
cumplimiento de su visión, misión, metas y
objetivos; explore modos y medios para mejorar la
eficiencia y efectividad tanto educativa como
operativa y se prepare para responder a los
cambios y demandas de la sociedad (18).
A nivel de país, son 25 Universidades en las que sus
Carreras de Enfermería pasaron por el proceso de
evaluación externa y resultaron acreditadas al
alcanzar el estándar de calidad requerido. Estos
resultados son importantes pues la sociedad espera
que, a través de la educación en el área de la salud,
los profesionales adquieran una adecuada
formación y capacitación para cubrir la creciente
demanda de los servicios de salud desde todas sus
perspectivas; por lo que es prioritario el
mejoramiento continuo de los mecanismos de
verificación de la preparación de futuros
profesionales, es decir, procedimientos de
acreditación de programas educativos que
aseguren la calidad en la formación académica (19).
Es así que, los datos que se pudieron recabar,
muestran algunas experiencias de las Carreras de
Enfermería de otras Universidades y los resultados
son un tanto similares; tal es el caso de la
Universidad Nacional de Chimborazo (20), que
obtuvo un puntaje de 73, la Universidad Regional
Autónoma de los Andes 70,56 (12)
Al hacer un análisis más profundo, en la Carrera de
Enfermería de la Universidad Nacional de Loja, los
resultados de la evaluación en cada uno de los
criterios muestran que para el 2018 el criterio
Pertinencia el de mayor puntuación (10/10) y el
criterio Academia el de puntuación más baja
(12,46/25). En el proceso de autoevaluación
realizado 4 años después, sigue siendo el criterio
Academia el de menor valoración (14,47/25) y
Prácticas pre profesionales obtuvo la calificación
más alta entre los criterios evaluados (17,40/18). De
la misma forma, los indicadores titularidad,
producción científica, actualización científica y/o
didáctica producción regional, libros, ponencias y
tasa de titulación, mantienen valoraciones por
debajo del estándar, esto en los 2 procesos de
evaluación.
Estos resultados reflejan una preocupante
necesidad de promover la investigación y
publicación científica en Enfermería, situación que
debe ser abordada por la Carrera en sus planes de
mejora. Esto impone desafíos difíciles de enfrentar
no sólo para los profesionales, sino que también
para las universidades que deben ofrecer
programas educativos modernos, flexibles, que
entreguen un espíritu emprendedor a sus
egresados, con mucho desarrollo de la
investigación y muy vinculados a la sociedad (21).
De hecho, como parte de la calidad de la educación
superior, la investigación desempeña un papel
fundamental por su carácter estratégico en la
búsqueda de respuestas y soluciones establecidas
por la ciencia y la sociedad y se la reconoce como
la base para el progreso y la mejora de los servicios
de salud (22). Por lo tanto, las oportunidades de la
mejora continua permanente, la de seguir creciendo
y avanzando presupone, sin duda, un mayor trabajo
en un mundo complejo, incierto, cambiante,
desafiante; por lo que hay que analizar
permanentemente, los signos de los tiempos para
replantear el currículo y los planes de estudio (23).
De ahí que alcanzar la calidad educativa es
importante en el sistema educativo porque permite
resolver problemas académicos, reestructurar el
trabajo docente, fomentar la capacitación, la
participación del recurso humano, para que
gestores educativos tomen decisiones informadas y
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desarrollen estrategias académicas hacia el logro
de los objetivos educativos del plan curricular con el
enfoque de competencias. Así mismo, se reconoce
que la calidad educativa es relevante porque
fomenta la aplicación de diversos métodos y medios
de control cualitativos - cuantitativos para detectar
oportunamente desviaciones en el plan curricular
que permitan aplicar medidas correctivas y
oportunas con el fin de asegurar la eficacia
académica en el desarrollo de competencias
profesionales (24).
Con lo mencionado, hay que considerar el hecho de
que una Carrera acredite o no, depende de muchos
aspectos tanto internos como externos. En el nivel
macro, la calidad educativa tiene que ver con la
superestructura, es decir, con todos aquellos
elementos que desde los estados permean al propio
sistema educativo a través de la orientación
filosófica, el presupuesto, así como las políticas que
determinan las posibilidades reales de
transformaciones a corto, mediano y largo plazo. En
ese marco, resulta una prioridad contar con
sistemas educativos sólidos en los que resulten
claros los paradigmas de calidad educativa que
orientarán los procesos de evaluación y
planificación universitaria (4).
Institucionalmente, desde el microespacio del
programa de enfermería en relación con el
macroespacio de la Universidad, expresado en las
funciones sustantivas de la misma, un pensamiento
estratégico se genera a través de diagnósticos,
facilitados por indicadores de evaluación que se
articulan al programa de enfermería y en la práctica
del cuidado de la enfermera, generando decisiones
de alta productividad y por qué no decir, de poder al
interior de la institución o universidad. Estos
indicadores de evaluación permiten la generación
de un campo dotado de relativa autonomía social al
interior del programa, coadyuvando al desarrollo de
las funciones sustantivas (25). Pues, la integración
de las funciones sustantivas, permite alcanzar los
objetivos de los planes curriculares, formando
profesionales con competencias para
desenvolverse en el ambiente laboral y con un perfil
profesional pertinente, que les permite solucionar
las problemáticas del entorno (26). Otro aspecto a
considerar es la relación entre educación superior,
sociedad y mercado laboral, lo que ha contribuido
en la planificación y gestión de los Planes de
Estudios con el objetivo de identificar las formas,
modalidades y contenidos que debería asumir la
educación superior, para contribuir de una manera
más adecuada al desarrollo social, económico y
cultural, atendiendo a las necesidades de los
pacientes, desde un punto de vista bio psico-social;
por lo tanto, las demandas del mercado laboral
requieren una educación superior comprometida
con la realidad productiva de la sociedad (27,28).
En este sentido, los procesos de mejoramiento
continuo implican la apropiación de una cultura de
la calidad y de una estructura definida por la
institución en el seguimiento permanente al
accionar, que involucra la participación de la
comunidad académica en el establecimiento de las
responsabilidades y compromisos de cada uno de
sus miembros y es precisamente la acreditación, el
proceso de transformación de los programas
académicos e institucionales, que invita a
reflexionar respecto de la relevancia de generar
espacios de discusión sobre la necesidad de
abordar la calidad de la educación superior como un
ejercicio sistemático, constructivo y participativo; en
el que dialogan académicos, estudiantes,
administrativos, directivos y el sector productivo
sobre procesos de cambio orientados al desarrollo,
mejoramiento y consecución de metas; pues, la
educación superior no es un testigo pasivo e
indiferente a los cambios sociales del contexto en el
que se encuentra inserta, ya que dichos cambios, la
afectan intensamente, generando tensiones y
desafíos que los sistemas educativos deben asumir
y actuar sobre el contexto social, en su calidad de
agente de transformación de las personas y de sus
capacidades para insertarse en la sociedad (29,30).
CONCLUSIONES
La formación en las instituciones de educación
superior debe orientarse hacia la consecución de la
calidad, con el cumplimiento de estándares que
garanticen una educación integral y que responda a
las necesidades y demandas del entorno. Es por
ello que la Carrera de enfermería de la Universidad
Nacional de Loja tuvo una evolución favorable en
cuanto a los resultados en cada uno de los criterios,
subcriterios e indicadores evaluados; todo ello
producto de las estrategias de mejora emprendidas
y que se derivaron del primer proceso de evaluación
externa desarrollado. Sin embargo, existen
aspectos que aún deben fortalecerse y otros
mejorarse por completo y es aquí precisamente, en
donde la participación docente, estudiantil y
administrativa es de vital importancia.
CONFLICTO DE INTERESES
Ninguno declarado por los autores.
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos al personal de la Carrera de
Enfermería de la Universidad Nacional de Loja en
Ecuador, por permitir la revisión de los archivos para
recabar la información.
Vuele D/ Enfermería Investiga Vol. 9 No. 3 2024 (Julio Septiembre)
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