Criollo M/ Enfermería Investiga Vol. 9 No. 4 2024 (Diciembre - Enero)
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enfermedades que afectan la calidad de vida de las
personas que la padecen, principalmente en los
órganos blanco como el corazón, riñones, encéfalo,
ojos y vasos sanguíneos, provocando un número
variado de afecciones dentro de las cuales se
incluyen la hipertrofia ventricular izquierda o la
hemorragia retiniana, infarto de miocardio,
insuficiencia renal, accidente cerebrovascular y en
instancias más graves la muerte.
Por tal motivo, es importante entender la
epidemiologia de la HTA a nivel mundial, y para ello,
se han considerado estudios nacionales e
internacionales en el presente trabajo, entre los que
se destaca que la prevalencia de esta enfermedad ha
aumentado con el paso de los años presentándose
cada vez más casos, muchas de las veces por el
estilo de vida de la población o por los factores
inherentes de cada persona. Es así, como se ha
evidenciado de todos los estudios incluidos, que
actualmente existe una prevalencia creciente de HTA
a nivel mundial y que de los países investigados
Nigeria es el que más destaca, presentando mayor
número de casos de elevaciones de PA con una
prevalencia significativa del 40%, así miso cabe
recalcar que el grupo de sexo masculino es el más
afectado por esta patología y por su parte el grupo de
edad de adultos comprendido entre los 40 y 60 años
y de adolescentes entre los 15 y 19 años son los que
presentan mayor predisposición a las elevaciones de
la PA y a padecer complicaciones cardiovasculares.
Además, es fundamental mencionar que la HTA, al
ser una enfermedad crónica esta predispuesta a
múltiples factores de riesgo, cruciales para el
aumento de casos a nivel general; por ello, se ha
resaltado los agentes que mayor influencia tienen
sobre la población adulta y adolescente. En este
sentido, se ha identificado en los estudios
encontrados que de los factores modificables
sobresalen la obesidad y el sobrepeso y en cuanto a
los factores no modificables se obtuvo que el sexo en
general el masculino y la edad, refiriéndose a que,
conforme aumenta la edad, ejercen mayor asociación
para desencadenar y agravar la HTA.
Los factores de riesgo contribuyen al desarrollo y
progresión de la HTA, generalmente gracias a su
impacto en el proceso fisiológico y metabólico que
regulan la presión arterial, por ello, se recalca que el
sobrepeso y la obesidad se relaciona con distintos
mecanismos fisiopatológicos que influyen en la
enfermedad como la resistencia a la insulina, la
hiperinsulinemia, el incremento de concentración de
aldosterona y la retención de agua y sodio
provocando el aumento de la presión arterial (45).
Así, podemos decir que el sobrepeso y obesidad
aumentan el riesgo de enfermedades
cardiovasculares, y por ello, es crucial que las
personas con esta patología reduzcan su peso
corporal, ya que, beneficia el control de los factores
de riesgos metabólicos e influye en la eficacia de la
medicación antihipertensiva (46). Por lo que se
recomienda reducir el peso de forma gradual unos 5
kg en este tipo de pacientes, para lograr generan un
efecto cardiovascular beneficioso (47). De igual forma
se mencionan que las modificaciones del estilo de
vida como la pérdida de peso es benéfico ya que por
cada 1 kg de peso corporal que se pierda se
disminuye a corto plazo 1mmHg de PAS (48).
Por el contrario, haciendo alusión a la edad y el sexo
como elementos propios de cada individuo, se
enfatiza que el riesgo de padecer y agravar la
hipertensión arterial presenta mayor predisposición
sobre la población con edad avanzada y
generalmente en el sexo masculino sobre el
femenino, reportando que la prevalencia se duplica
entre las edades de 20 a 40 años, y más aún entre 40
y 60 años, existiendo un incremento del 100% de
padecer elevaciones de PA. Por eso, al ser elementos
que no pueden revertirse ni modificarse, generan más
complicaciones que las que si se pueden modificar y
gracias a ello las personas en edades avanzadas
presentan endurecimiento de las arteriales,
dificultando el flujo sanguíneo, el cual es un aspecto
que es especificado por un fallo en el funcionamiento
del sistema arterial (49).
Finalmente, cabe destacar que existen cambios
profundos a nivel del sistema cardiovascular como la
dilatación gradual de las arterias, la cual se debe
probablemente a la degeneración de la pared arterial
y su relación con el avance de la edad. Por eso, la
OMS (1), resalta que aunque son agentes que no
pueden cambiarse, existen métodos preventivos que
no actúan sobre los factores en sí, sino que pueden
ayudar a reducir el riesgo de padecimiento de la
enfermedad o disminuir las posibles complicaciones
que puedan generarse, por ejemplo, acudir a las
visitas de seguimiento con el médico o medir
periódicamente la PA, a más del cambio en los estilos
de vida y el tratamiento farmacológico.
CONCLUSIONES
La evidencia científica recopilada revela una
tendencia creciente en la prevalencia de HTA a nivel
global, por género y edad, muchas de las veces
atribuido a los estilos de vida que llevan consigo. Es
así que la edad avanzada, el sexo masculino y los
antecedentes familiares como factores no
modificables, así como con el sobrepeso u obesidad,
el consumo elevado de tabaco y alcohol, la diabetes
mellitus y la ingesta elevada de sal por gusto propio
como factores modificables contribuyen al desarrollo
y la exacerbación de la hipertensión arterial. Gracias
a ello se pudo comprender la naturaleza multifactorial
de la enfermedad y el gran impacto que lleva consigo,
permitiéndole así a los equipos de atención primaria
plantearse estrategias efectivas para prevenir,
detectar y tratar la hipertensión, fundamentales para
mejorar la calidad de vida y reducir la carga global de
esta enfermedad.
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