Escobar G/ Enfermería Investiga Vol. 10 No. 1 2025 (Enero-Marzo)
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el trato al paciente, especialmente en lo que
respecta a la información sobre la alimentación, ya
que esta es crucial para mantener la función inmune
y cognitiva, reduciendo el estrés postoperatorio y
favoreciendo la cicatrización de heridas, siendo la
verbalización uno de los indicadores subjetivos a ser
considerados como parte de la calidez de atención
de Enfermería.
En este contexto también, una falta de educación
sanitaria adecuada restringe la habilidad para asumir
la responsabilidad del autocuidado de manera
efectiva. La autoeficacia se ha demostrado como un
factor esencial en el cambio de hábitos relacionados
con la motivación, la comunicación y, en última
instancia, con los mejores resultados (14).
Otro de los parámetros del plan de alta es la
alimentación, que, en los resultados del presente
estudio, más de la mitad de los pacientes apuntaron
que no recibieron información sobre una dieta
adecuada para mantener su recuperación
postquirúrgica, estos resultados son insatisfactorios
ya que repercuten en diversos factores relacionados
con la cicatrización de heridas, fortalecimiento del
sistema inmunitario y optimización de la función
metabólica (15). Durante el proceso quirúrgico el
cuerpo experimenta un estrés fisiológico que puede
suprimir la respuesta inmunológica del cuerpo,
aumentando el riesgo de infecciones y
complicaciones postoperatorias (16). mientras que
Calderón (17), menciona que la sustitución de
cantidad por calidad se la da a través de la
introducción de alimentos con valor agregado;
"Nutrientes inmunológicos" como la glutamina que
se encuentra en alimentos como carne de pollo, res,
productos lácteos y los huevos; arginina en la
sardina, soja, lentejas, almendras; y ácidos grasos
como el omega-3 ayudando a elevar las defensas y
la pronta recuperación del pacientes, además que
según Fernández et al., (18) menciona que los
pacientes al no recibir información sobre la
alimentación les generó ansiedad, confusión y/o
frustración. Además, es fundamental emplear
recomendaciones dietéticas para asegurarse evitar
posibles complicaciones en el futuro y reingresos.
En relación al tema de medicación, en lo que
respecta a la información sobre la medicación, el
21,1% refirió que no recibió información sobre los
medicamentos prescritos, lo que afecta
significativamente la recuperación del usuario, por lo
que, la evaluación del sistema de salud se basa en
realidad en una gran atención a la calidad de los
servicios, basada en la satisfacción de los pacientes,
lo cual nos ayudará a identificar áreas de mejora y
reforzar aspectos positivos, con el objetivo de crear
un sistema de salud que cumpla con las expectativas
de calidad que los pacientes requieren. Por lo que,
los resultados de la investigación revelaron que el
68,0% de los usuarios se sintieron satisfechos con el
plan de alta recibido y un 69,5% con el lenguaje
utilizado, garantizando que el paciente esté
informado y preparado para continuar el tratamiento
en el hogar, reduce la posibilidad de reingreso en el
hospital y no sólo disminuye la carga económica
para el sistema sanitario, sino que también permite
liberar espacios y recursos para otros pacientes que
lo necesitan. De tal manera como lo menciona Knop
et al., (19) el plan incluye indicaciones claras sobre
las citas médicas posteriores, así como los
exámenes o pruebas adicionales que puedan ser
necesarias, garantizando una continuidad en la
atención permitiendo detectar cualquier
complicación o cambio en el paciente a condición de
tiempo. Es por eso por lo que el plan hospitalario
también incluye recomendaciones tanto para
cambios como para el estilo de vida del paciente,
con una dieta específica o la implementación regular
de entrenamiento físico, estas medidas preventivas
contribuyen a una buena salud en una amplia zona
y prevenir futuras recaídas (20,21). Así mismo un
manejo inadecuado del dolor después de la cirugía
puede obstaculizar la efectividad del tratamiento,
impactar en la recuperación y extender la estadía en
el hospital, lo que a su vez puede retrasar el regreso
del paciente a sus responsabilidades familiares y
laborales, resultando en una carga económica
adicional (22).
En la sección de cuidados y autocuidados son
negativos, los factores como el ejercicio físico,
descanso prudente, asepsia de herida y retiro de
puntos son el proceso por el cual todo paciente con
procedimientos invasivos debe atravesar. Sin
embargo, más del 50% de los pacientes indicaron no
haber recibido información sobre el tipo de actividad
que pueden realizar, esto es relevante ya que
permite optimizar el músculo y reparar tejidos que se
ven compensados con un descanso diario de
manera prudente. La asepsia es otro factor
importante y el saber ejecutarla aún más, ya que se
considera que entre más limpia se encuentre la
herida mejor será su proceso de cicatrización. Si
estos procedimientos no son llevados de la manera
correcta el proceso de recuperación se verá
alterado, ya que son la base que permite que el
cuerpo del individuo se vuelva a adaptar a su estado
natural.
En relación al ejercicio, el resultado establece que el
ejercicio físico igualmente no han sido bien
orientado, los pacientes no conocen sobre los
beneficios, horario e intensidad, siendo una
debilidad que debe ser superada en los Enfermeros
profesionales, ya que por el tratamiento realizado a
un paciente que se somete a una cirugía mayor, se
enfrenta a un factor estresante importante, y
dependiendo del tipo de intervención ejecutada, la
respuesta al estrés quirúrgico puede alterar los
procesos metabólicos y homeostasis del organismo.
A pesar de ello, se ha demostrado que
independientemente del tipo de intervención
ejecutada las complicaciones del postquirúrgico
alteran la capacidad fisiológica y funcional del
individuo (23,24). En la presente investigación se
reveló que el 55,5% de los encuestados no recibió
un direccionamiento sobre cómo llevar a cabo una
correcta implementación y sobrellevar el estrés