Mallitasig F/ Enfermería Investiga Vol. 10 No. 1 2025 (Enero - Marzo)
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PROBIÓTICOS PARA EL TRATAMIENTO DE COLITIS ULCEROSA: UN ESTUDIO DE REVISIÓN
PROBIOTICS FOR THE TREATMENT OF ULCERATIVE COLITIS: A REVIEW STUDY
Mallitasig Endara Fátima Vanessa1 https://orcid.org/0000-0001-5294-7413 y Viteri Robayo Carmen2
http://orcid.org/0000-0003-2780-8790
1Estudiante de la Carrera de Nutrición y Dietética. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Técnica de
Ambato, Ambato – Ecuador.
2Docente Investigador Carrera de Nutrición y Dietética. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Técnica de
Ambato, Ambato – Ecuador.
2477-9172 / 2550-6692 Derechos Reservados © 2025 Universidad Técnica de Ambato, Carrera de Enfermería. Este es un artículo de acceso
abierto distribuido bajo los términos de la Licencia Creative Commons, que permite uso ilimitado, distribución y reproducción en cualquier medio,
siempre que la obra original es debidamente citada.
Autor de correspondencia:. PhD. Viteri Robayo Carmen. Correo de correspondencia: carmenpviteri@uta.edu.ec
Recibido: 01 de octubre 2024
Aceptado: 29 de diciembre 2024
RESUMEN
Introducción: La colitis ulcerosa (CU) es una
enfermedad inflamatoria del colon de origen
multifactorial que afecta el microbiota, su tratamiento
busca mejorar su disbiosis por medio de probióticos,
microorganismos con vida, capaces de brindar
múltiples beneficios al organismo. Objetivo:
Analizar los beneficios de probióticos en el
tratamiento de colitis ulcerosa, mediante una
revisión de literatura. Método: Se reali una
revisión sistemática, en los idioma español e inglés
usando bases de datos científicos como Scielo,
Pubmed, Dialnet, Google académico, Elsevier. En un
total de 251 revisiones, considerando como criterios
de exclusión aquellos documentos mayores a 3 años
o que no estén incluidas en bases de datos
científicos. Resultados: A pesar de no ser dañinos
para la salud, algunos autores destacan que el uso
de probióticos no garantiza una cura de la
enfermedad o la eliminación de sus síntomas, sino
más bien que podría ser útil en períodos de remisión
y su mantenimiento, siempre cuando se utilice en la
cantidad adecuada y cepa especifica.
Conclusiones: Los probióticos han resultado ser
útiles para inducir a la fase de remisión de la colitis
ulcerosa activa, con una cantidad y tipo de cepas
especifico, sin embargo, aún se necesitan de
estudios para determinar la duración de su efecto en
el organismo.
ABSTRACT
Introduction: Ulcerative colitis (UC) is an
inflammatory disease of the colon of multifactorial
origin that affects the microbiota, its treatment seeks
to improve its dysbiosis by means of probiotics,
microorganisms with life, capable of providing
multiple benefits to the organism. Objective: To
analyze the benefits of probiotics in the treatment of
ulcerative colitis by means of a literature review.
Method: A systematic review was carried out in
Spanish and English using scientific databases such
as Scielo, Pubmed, Dialnet, Google Scholar,
Elsevier. In a total of 251 reviews, considering as
exclusion criteria those documents older than 3
years or not included in scientific databases.
Results: Despite not being harmful to health, some
authors highlight that the use of probiotics does not
guarantee a cure of the disease or the elimination of
its symptoms, but rather that it could be useful in
periods of remission and its maintenance, provided it
is used in the right amount and specific strain.
Conclusions: Probiotics have proven to be useful in
inducing the remission phase of active ulcerative
colitis, with a specific amount and type of strains,
however, studies are still needed to determine the
duration of their effect on the organism.
Keywords: probiotics, ulcer, dysbiosis, microbiota
Palabras clave: probióticos, úlcera, disbiosis,
microbiota
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INTRODUCCIÓN
La colitis ulcerosa (CU) es una enfermedad digestiva
crónica con períodos de exacerbación y remisión,
que actualmente no consta de registros sólidos de
datos a nivel mundial debido a falta de
investigaciones y el registro de diferentes síntomas
presentes en cada persona, con una prevalencia de
hasta 1 por cada 198 personas solo en la región
europea. A nivel local en Ecuador, la colitis ulcerosa
corresponde al 3,7/100.000 habitante, con mayor
incidencia en zonas urbanas (1, 2).
Uno de los síntomas de esta enfermedad son
problemas gastrointestinales, causadas por
bacterias, virus, medicamentos, dietas
desequilibradas, estrés, entre otros; los cuales
pueden llevar a una disbiosis en el intestino, es decir
un desequilibrio entre el microbiota intestinal y la
inmunidad de la mucosa, que provoca inflamación
intestinal, que podría conducir a Colitis Ulcerosa,
caracterizado por dolor abdominal, períodos de
estreñimiento o diarreas, rectorragia, distensión
abdominal o flatulencias (3,4,5).
Cuando la interacción bidireccional que existe entre
el microbiota y el organismo del ser humano se ve
alterada, la salud en general pasa a depender de
estos pequeños seres vivos, disminuyendo una de
sus funciones principales que es mantener la
homeostasis, situación que se hace presente en la
colitis ulcerosa, que, a pesar de no ser letal, la
calidad de vida de quien la padece se ve afectada
(5).
Uno de los tratamientos se basa en antibióticos o
corticoides, dependiendo la sintomatología
predominante en el paciente y tiempo de evolución;
sin embargo, dichos rmacos no logran evidenciar
una cura definitiva, sino que exacerban los síntomas
de la CU convirtiéndose en una situación crónica,
donde se ve afectada en gran parte la calidad de vida
de la persona que lo padece, evolucionando en
algunos casos a cáncer de colon (6).
Frente a ello se han propuesto diversas alternativas
con el fin de mejorar el bienestar y trofismo del
microbioma a través de la producción de
metabolitos, beneficiando al sistema inmune y
estimulando una mejor función intestinal, cualidades
que se atribuye a los probióticos. A pesar de esto, es
necesario considerar no solo el tipo de cepas, sino
además la cantidad específica del sustrato, pues aún
no se tiene evidencia del período de tiempo que dura
el efecto terapéutico (6,7). De ahí que el objetivo de
la investigación fue analizar el microbioma intestinal
y los probióticos con su beneficio en el tratamiento
de colitis ulcerosa como enfermedad inflamatoria
intestinal, mediante una revisión de literatura.
MÉTODOS
Estudio documental, tipo Revisión sistemática en la
que se realizó la búsqueda exhaustiva de
información científica, basada en directrices
PRISMA, usando bases de datos electrónicas como:
SciELO, Pubmed, Dialnet, Google académico,
Elsevier; a través de la selección de artículos
originales, de revisión bibliográfica y de revisión
sistémica; como estrategia de búsqueda se empleó
palabras clave como: Probióticos, Ulcera,
Enfermedad, Microbiota; la búsqueda en las
diferentes bases de datos se realizó en idioma
español e inglés; usando operadores booleanos IN,
OR O NOT. Se incluyó bibliografía cuyo periodo de
publicación abarca desde el año 2020 hasta a los
2023 escogidos bajo un método ordenado y
reproducible. Considerando como criterios de
exclusión aquella bibliografía de pregrado, mayor a
3 años de publicación y que no provenga de fuentes
confiables (ver Figura 1), esto con la finalidad de
responder a la pregunta de investigación: ¿Cuáles
son los beneficios de los probióticos en el
tratamiento de CU?
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RESULTADOS
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En relación con el análisis de los resultados se
puede expresar, que la:
Microbiota intestinal
La microbiota o también denominada microbioma es
único para cada persona, se adquiere desde el
momento del nacimiento, similar a una huella
dactilar, con la diferencia que la microbiota se puede
ir modificando principalmente con los hábitos de
vida, sin embargo un factor que también influye en
su salud, es si la persona nació por parto normal o
cesárea. Elli Metchnikoff, considerado como el
padre del significado del rmino “probiótico”,
estableció que el microbioma cumple un rol
importante en la vejez y enfermedad considerando
incluso que “la muerte se inicia en el colon” (7, 8).
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El microbioma está conformado por comunidades de
microrganismos benéficos, clasificadas por
especies, familias, géneros o filo; investigaciones
demuestran que el microbioma de una persona sana
con una buena calidad de vida es relativamente
estable hasta la séptima década de vida y a partir de
ahí empieza a perder su funcionabilidad. Este
bienestar depende de varios factores como la edad,
dietas, actividad física, estados de patología, uso de
fármacos como los antibióticos, o predisposición
genética que se presentan durante el transcurso de
vida de las personas. La microbiota intestinal tiende
a ser diferente, y única en cada persona; por ello no
existen parámetros de composición detallada y
óptima de la misma (6, 9,10).
El microbioma de los pacientes que presentan
patologías de Enfermedad Inflamatoria Intestinal,
han sido ampliamente estudiados, pudiendo
evidenciar la ausencia de bacterias esenciales
pertenecientes principalmente a la familia de
Clostridia, Firmicutes o antiinflamatorias como
Bifidobacteria, además de un desbalance de algunos
microorganismos que pudieran estar relacionados
con esta patología como el aumento de E.coli. La
evidencia demuestra que el microbioma en la EII no
es nada similar con el de una persona sana, ya que
en la colitis ulcerosa existe una disbiosis, donde su
fisiopatología no se conoce aún con exactitud, sin
embargo, factores genéticos pueden llevar a un
organismo sin patología aparente a que su
microbiota se vea alterado por los factores
mencionados anteriormente, los cuales condicionan
una respuesta inmunológica intestinal (8,11,12).
Enfermedad inflamatoria intestinal - Colitis
ulcerosa (CU)
La CU pertenece a un tipo de afección patológica
inflamatoria de la mucosa del intestino
principalmente en el colon o recto, que tiene un
origen multifactorial no específico y que con la
Enfermedad de Crohn pertenecen al grupo de EII.
Dentro de los síntomas característicos se
encuentran: diarrea, dolor abdominal en situaciones
con cuadros severos, rectorragia y tenesmo rectal,
que aparecen por períodos de tiempo y luego
desaparecen o disminuyen (6). Por otro lado, en la
última década, se dio un reporte mayor, con relación
a la presencia de la enfermedad alrededor del
mundo, que pueden aparecer a cualquier edad, su
diagnóstico abarca una serie de criterios clínicos,
histológicos y de imagen como los endoscópicos,
que ayudan a tener una idea más clara para un
diagnóstico diferencial con otras patologías,
adaptando el tratamiento al paciente y haciendo su
vida más tolerable (6,13).
Investigaciones realizadas desde principios de siglo
en el Reino Unido indican que las enfermedades
inflamatorias intestinales prevalecen tres veces más
que años pasados donde existía datos limitados.
Esta evidencia indica que la colitis ulcerosa,
perteneciente a EII ha aumentado en un 55% con
riesgo de sufrir cáncer colorrectal en 43%. El estudio
además provee que la colitis ulcerosa y enfermedad
de Crohn pueden aumentar en casi una cuarta parte
para el 2025 (13).
De la misma forma, en Sudamérica, según Mayorga,
et.al., (1) 2020, las enfermedades inflamatorias
intestinales presentan un constante incremento,
aunque los datos son escasos, demuestran que el
comportamiento de estas afecciones es similar a
otros países. En Ecuador hay mayor predominio de
colitis ulcerosa en hombres que en mujeres, siendo
las provincias de Guayas, Pichincha y Azuay las que
más reportes tienen en ese orden.
La CU predisponen a síntomas en su mayoría
intestinales, relacionados directamente a enfocar el
tratamiento al aspecto nutricional, debido a que
existe un mal funcionamiento en las vellosidades
intestinales, esto reduce la absorción de nutrientes
sobre todo en períodos de reagudización de
síntomas como la diarrea, para lo cual se debería
llevar un adecuado manejo nutricional. También se
puede presentar períodos de anemia o mala salud
ósea por alteración de los niveles de vitamina D, e
incluso se puede presentar desnutrición en casos
más severos por una pérdida de peso rápida, o a su
vez desnutrición calórica proteica, la cual está
presente entre un 20 85% de las personas que lo
padezcan (14, 15).
Probióticos y características
Dentro del uso farmacológico y profiláctico que se
pueda conseguir, se intenta obtener mejores
resultados con la ayuda nutricional por medio de los
probióticos, con lo cual se pretende mejorar la
microbiota, que resulta ser el área más afectada,
sabiendo que de su desequilibrio parten todas las
molestias que se manifiestan en el paciente a nivel
orgánico e incluso mental. (16, 17).
Así mismo, los probióticos, aparte de formar parte de
la industria farmacéutica también forman parte de los
alimentos que tienen cepas probióticas que impiden
la adhesión de enterotoxinas en el intestino, esta
propiedad se le atribuye a productos como: yogurt
natural, queso, kéfir (fermentación de agua o leche),
kombucha (fermentación de negro), chucrut
(fermentación de col), Tempeh: bebida de soja
fermentada, aceitunas, encurtidos (pepinillos,
zanahorias, vegetales, cebollas, banos en
salmuera al menos por 1 mes), miso (fermentación
de soja y arroz integral) (14 ).
Aparentemente los beneficios de estos
microorganismos también dependería de su
conformación, Bischoff, et al., (14) en un estudio
realizado en el 2022 indica que la estructura de los
probióticos es específica, en probióticos
tradicionales conformado por Bacterias Acido
Lácticas (BAL) y Bifidobacterias principalmente,
mantienen organizaciones denominados patrones
moleculares, que se encuentran asociados a
microbios MAMPs (Microorganism Associated
Molecular Pattern), estructuras altamente presentes
en la mayoría de microorganismos, los cuales
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mantienen la capacidad de resistir a los ácidos del
tracto gástrico, sales biliares, adherencia a las
células existentes en el epitelio del intestino y poseer
una actividad antimicrobiana que beneficie a la
disminución o eliminación de patógenos del tracto
gastrointestinal.
De la misma manera, se han creado nuevos
probióticos llamados también productos
bioterapéuticos destinados a la prevención,
tratamiento o cura; son microorganismos aislados de
la microbiota natural humana capaces de cultivarse
fuera del intestino cumpliendo funciones fisiológicas
que no se podrían obtener de los probióticos
tradicionales, aplicables ampliamente en
hipercolesterolemia, esteatosis hepática, diabetes
mellitus II, hipertensión arterial u obesidad; o
enfocados para distintas situaciones patológicas
entre los cuales se menciona: inmunobióticos,
oncobióticos, para probióticos, posbióticos o
psicobióticos (18).
Los probióticos aparecieron alrededor de la década
de 1960, y su concepto establecido en 1974 donde
se define como un conjunto de medicamentos
conformados por organismos con vida, sin embargo,
gracias a varios ensayos clínicos en los últimos años
se comprende que su efecto depende si son
administrados en cantidades adecuadas, y así se
puede ofrecer múltiples beneficios para la salud de
su huésped, la estructura de este concepto resalta
ciertos puntos como “microorganismos vivos”,
considerando el hecho que en la industria
farmacéutica se puede comercializar productos con
componentes inertes como si fueran probióticos, lo
cual no lo es. De la misma forma recalcar el término
“cantidades adecuadas”, debido a la dosis de
ingesta calculada en Unidades Formadoras de
Colonias (UFC) dependiendo de la cantidad mínima
de 1 x 109 UFC para poder tener un efecto
terapéutico. En cuanto al “beneficio a la salud” estos,
responden a la cepa administrada, destacando la
importancia de especificidad de esta (19, 21, 22).
Beneficios de probióticos
La OMS indica que la administración de probióticos
brinda beneficios a la salud según la cepa y dosis a
consumir, gracias a su efecto antimicrobiano,
reducen la permeabilidad de la mucosa del intestino,
aumenta el grado de reparación de tejidos,
producción de metabolitos favoreciendo al trofismo
intestinal y mantenimiento en general de la
homeostasis corporal, viéndose reflejado en una
mejora en la calidad del sistema inmune, que se ve
reflejado de manera positiva en la disminución de
problemas cardiocirculatorios (21, 23).
Al mismo tiempo, dentro de los mayores beneficios
de los probióticos está el promover una respuesta
sistémica antiinflamatoria moduladora y preventiva
ante alergias de macromoléculas, la reducción de la
actividad antitumoral, por medio de la disminución de
la acción de ciertas enzimas microbianas, la
creación de una barrera protectora frente a bacterias
patogénica similar a los antibióticos, estabiliza y
regula la función digestiva aumentando la tolerancia
de proteínas y lactosa, debido a que las
bifidobacterias en intestino grueso producen la
fermentación en especial de la lactosa, la
descompone y facilita la digestión de lácteos en
especial la leche, sufren además una competición
con los patógenos por el alimento, logrando
construir un espacio desfavorable para los
patógenos, con la creación de una barrera local
importante gracias a un efecto antioxidante y
anticancerígeno usadas durante su tratamiento,
reduciendo los efectos secundarios de radio y
quimioterapia (Ver figura 2). La mayor parte de
estos efectos se han obtenido a partir de estudios in
vitro o en animales en experimentación, puesto que
son muy escasos las investigaciones llevadas a
cabo de probióticos en humanos debido a la
variabilidad del microbiota en las personas (20, 21,
24).
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Díaz., (25) en el 2021 indica por medio del análisis
sistemático de 7 estudios, que la suplementación de
probióticos no llega a ser capaces de modificar la
composición del microbioma en personas sanas, por
el contrario, si se notó mejorías de los síntomas de
inflamación del intestino, además también se logra
un efecto relacionado con la estabilización en la
composición de su microbiota.
Otro factor que influye en la acción y grado de
beneficio en la disminución de síntomas
acompañantes de la colitis ulcerosa, es la presencia
de los prebióticos como: la inulina, oligofructosa,
lactulosa, galacto-oligosacátidos; fibra extraída de
frutas, vegetales y granos integrales que cumplen la
función de ser alimento para los probióticos
garantizando una microbiota saludable, sin
embargo, se ha evidenciado que los simbióticos, al
ser una combinación de sustratos pre y probióticos
tienen mayor efecto positivo puesto que producen
una acción sinérgica, potenciando sus beneficios
(26, 27).
Probióticos en patologías digestivas Colitis
ulcerosa
Las enfermedades gastrointestinales son más
frecuentes en los últimos años y su comportamiento
cambia debido a varias causas relacionadas con el
ambiente, virus, bacterias o parásitos. Los
tratamientos para estas enfermedades son diversas
y como se ha revisado anteriormente, los probióticos
son una alternativa factible ante sintomatología
presente característica de la enfermedad (7).
Según Baños, et al., en 2022, expresan que existen
diferentes tratamientos, pero los probióticos tienen
mayor importancia debido a su comprobación
científica, y a su fácil acceso, demuestran un efecto
positivo sobre la función intestinal y la disminución
de su inflamación. Sin embargo, un resultado óptimo
también depende de la nutrición, fisiología propia de
la persona, estructura anatómica, medio ambiente,
dosis y tiempo de administración del probiótico. De
manera general se ha observado que existe un
efecto benéfico a corto plazo, cuando se administra
una combinación de 6 cepas de probióticos:
Lactobacillus plantarum, Lactobacillus acidophilus,
Lactobacillus rhamnosus, Lactobacillus bifidus,
Lactobacillus casei y Bifidobacterium infantis (7,12).
No obstante, la condición patológica empeora si el
paciente sufre sobrepeso u obesidad, teniendo así a
cepas como Bifidobacterium spp y Lactobacillus spp
como influenciadores del metabolismo y control del
peso, situación que ayuda a disminuir la inflamación
corporal. En pacientes con colitis ulcerosa, se podría
aplicar esta combinación de 6 cepas, claramente
luego de analizar cada situación y sintomatología
característica, a pesar de que se requieren más
estudios aplicados en un grupo mayor de personas
sometidos a este tratamiento en un tiempo mayor a
12 meses, ya que no se notaria algún cambio a
mediano y largo plazo en un grupo que uso los
probióticos como monotratamiento o en
combinación con fármacos utilizados
exclusivamente en la CU. Sin embargo, si se ha
encontrado efecto en la prevención y mantenimiento
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de remisión de la reservoritis con el uso de del
preparado probiótico #VSL3 (6, 28, 29).
Una manera de lograr optimizar la disminución de la
inflamación intestinal es utilizar las cepas: L.
rhamnosus nCiMB 30174 y L. plantarum nCiMB
30173; en la mejora de la función intestinal junto con
un aumento en recuento de bifidobacterias y
lactobacilos del intestino y colon: L. acidophilus La-5
y Bifidobacterium BB-1; en la disminución de
síntomas, frecuencia de evacuaciones diarreicas:
Clostridium butyricum; además de los suplementos
conformados por L. plantarum, L. paracasei y L.
salivarius que alivian los síntomas de estreñimiento;
destacando los probióticos E. coli Nissle 1917 y
VSL#3, mismos que han sido estudiados más
extensivamente y sus potenciales beneficios
cuentan con mayor evidencia clínica. Sin embargo,
la cepa que no mostró efectos significativos sobre la
microbiota relacionada a dosis usada es: L.
acidophilus La-5, L. delbrueckii subsp
bulgaricusLBY-27 y Bifidobacterium animalis subsp.
lactis BB-12Ò (6,7,10).
Tomando en cuenta que la CU puede ser originada
por bacterias como Clostridium Difficile o E.coli
siendo la más común, y su tratamiento de
erradicación se basa en antibióticos, estos fármacos
pueden afectar también en la disbiosis del intestino,
produciendo cuadros de diarrea, situación que
agrava la patología. Según Vergara y Palma (23) en
el 2022, evidencia mejoría en el tratamiento de CU
cuando se aplica una dosis correcta de estos
probióticos, evidenciando mejoría en una correcta
dosis usada, la cepa indicada y la duración del
tratamiento; van desde 107 a 1011 CFU/g. dosis de
Bifidobacterium Longun de 2 - 3 x 1011 por 8
semanas, ésta ayudó a mejorar el cuadro
sintomatológico de CU y su remisión. Por otro lado,
una dosis de Lactobacillus por encima de 1010 CFU/g
disminuyen la frecuencia de diarreas en pediátricos,
sin embargo, dosis en cantidades reducidas
incrementó el cuadro diarreico. Por lo cual la
investigación resalta la importancia de conocer la
cepa a usar, la duración y dosis de probiótico (8)
Cabe destacar que un metaanálisis demostró que el
consumo de suplemento de probióticos
biffidobacterium Longun 2-3 x1011 induce al período
de remisión solo en la fase activa de CU. No
obstante, existe evidencia limitada en cuanto a los
probióticos junto con el ácido 5-aminosalicílico,
fármaco de elección para la CU para mejorar la
inducción al periodo de remisión de la enfermedad,
y no hay certeza aun si los probióticos son efectivos
en aquellos pacientes en situaciones más críticas y
graves ya que no están claro su efecto, esto se debe
a un número reducido de participantes en los
estudios en combinación con métodos poco
fidedignos (23).
Por otra parte, una revisión sistemática evaluó la
seguridad y la efectividad del uso de probióticos para
inducir y mantener la remisión en pacientes con CU
inactiva, sin embargo, no se evidenció mayor
diferencia cuando es administrada en conjunto con
aminocilatos fármacos de lección en el tratamiento.
Del mismo modo, en la administración de probióticos
más 5-aminosalicilatos no se ha visto la disminución
de agudización de los síntomas a mediano o largo
plazo. Y aunque se prescriba los probióticos para
mejorar los síntomas globales como el dolor de
estómago por un tiempo de 1 a 3 meses, Valdovinos
(25) en el 2021., Kaur, L. (31) en el 2020, indican que
es necesario utilizar grupos de participantes con
características estandarizadas y en base a esto
lograr estudios con un fundamento científico más
confiable (23,30).
Según Barrero, et. al 2020 (17), Indica que se
obtiene un buen resultado al usar probióticos como
profiláctico ante la prevención de una reservoritis
aguda, complicación posoperatoria de la CU. Estos
estudios fueron realizados con una concentración de
bacterias (300.000 millones/g) de un conjunto de 8
especies bacterianas distintas: 4 cepas de
Lactobacillus (L. casei, L. plantarum, L. acidophilus
y L. delbrueckii subesp. bulgaricus), 3 de
Bifidobacterium (B. longum, B. breve y B. infantis) y
una de Streptococcus thermophilus. Sin embargo, al
no tener mayor cantidad de registros, y estudios
posteriores que corroboren el resultado obtenido, no
se puede recomendar su uso generalizado en todos
los pacientes operados por esta complicación.
DISCUSIÓN
La microbiota, considerado como un nuevo órgano
del cuerpo humano, cumple también con funciones
únicas e irremplazables, la cual se ve afectada en
personas con colitis ulcerosa, patología que tiene un
origen multifactorial y el cual conlleva un tratamiento
farmacológico y nutricional, sin embargo, un factor
importante es mejorar la disbiosis del intestino con el
objetivo de disminuir los síntomas y molestias que se
producen principalmente en etapa de reagudización.
Los probióticos pueden ayudar a restablecer este
equilibrio al colonizar el intestino con bacterias
beneficiosas y competir con microorganismos
dañinos. Se conoce que cepas de probióticos son
útiles en esta enfermedad, siendo combinados y
dependiendo del síntoma predominante por el cual
este cursando el paciente, a pesar de conocer que
los beneficios de los probióticos son múltiples y de
gran ayuda para el organismo. No se cuenta con una
evidencia certera del efecto de estos a largo plazo,
aunque, a corto plazo en algunos casos, se ve
reducción del dolor de estómago, diarrea, distensión,
y tenesmo rectal; tomando en cuenta que estos
resultados pueden variar la dosis, la cepa usada y la
gravedad de la CU.
Kaur, et al., (31) resalta que ciertos estudios clínicos
mostraron beneficios en la inducción de la remisión,
es decir que ayudó a llevar a un estado pasivo todos
los síntomas característicos de la enfermedad,
teniendo un efecto parecido a los aminosalicilatos,
fármaco de elección para pacientes con esta
patología; cepas como: VSL#3, Bacillus acidophilus,
Bifidobacterium, Lactobacillus reuteri ATCC,
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Bifidobacterium longum, Saccharomyces boulardii.
Así como en el mantenimiento de la remisión las
siguientes cepas: E. coli Nissle 1917, Lactobacillus
rhamnosus cepa GG y L.GG + mesalazina.
Por otro lado, autores como: Castro y Delgado (6)
en 2022, mantiene que la etiología de la enfermedad
inflamatoria intestinal, específicamente de la colitis
ulcerosa no es completamente clara, sin embargo,
está relacionada con los hábitos de la persona y
fármacos. Aquí es donde cepas probióticas han sido
tomadas como alternativas al tratamiento
farmacológico, y a pesar de conocer los múltiples
beneficios para el organismo, no se cuenta con una
evidencia fija, por falta de estudios de alto poder
estadístico, resultando que los profesionales de
salud no los elijan formalmente y lo prescriban en
sus consultas.
Si bien no se plantea aun que los tratamientos para
CU incluyan probióticos, debido a la falta de
información en cuanto la duración del efecto, falta de
estudios en grupos significativos para corroboración
de los beneficios obtenidos en un inicio y
desconocimiento especifico de las combinaciones
de cepas, existe un mejor pronostico, en la
prevención, inducción y mantenimiento de la
remisión de reservoritis, complicación posoperatoria
resultado de una CU quirúrgica.
CONCLUSIONES
El manejo de la colitis ulcerosa usando los
probióticos como parte de su tratamiento, aun es
objeto de debate y se necesitan más investigaciones
para obtener conclusiones definitivas. Aunque unos
estudios sugieren que ciertos probióticos pueden
tener beneficios en el manejo de la colitis ulcerosa,
los resultados de estos estudios son limitados y se
desconoce por cuanto tiempo se mantenga este
efecto en la persona.
Algunos probióticos pueden ayudar a reducir la
inflamación y aliviar los síntomas asociados a la
enfermedad. Sin embargo, los resultados varían
dependiendo de la cepa y la dosis del probiótico
utilizado, ya que en unos casos se ve mejoría a corto
plazo, y otros son preferidos para llevar al paciente
a la etapa de remisión de la enfermedad o su
mantenimiento. Además, la respuesta a los
probióticos puede ser diferente en cada individuo, lo
que dificulta establecer recomendaciones generales.
Es importante destacar que la colitis ulcerosa es una
enfermedad compleja y multifactorial, se debe
analizar todos los signos y síntomas para optar por
el mejor tratamiento además el uso de probióticos ya
sea como suplemento o en alimentos no perjudica
su situación.
REFERENCIAS
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