Acosta J/ Enfermería Investiga Vol. 10 No. 2 2025 (Abril – Junio)
1
LA EUTANASIA Y LA ENFERMERÍA EN ECUADOR
EUTHANASIA AND NURSING IN ECUADOR
Jeannette Mercedes Acosta Nuñez1 https://orcid.org/0000-0001-7554-3956
1Dirección de Investigación y Desarrollo DIDE. Universidad Técnica de Ambato
2477-9172 / 2550-6692 Derechos Reservados © 2025 Universidad Técnica de Ambato, Carrera de Enfermería. Este es un artículo de
acceso abierto distribuido bajo los términos de la Licencia Creative Commons, que permite uso ilimitado, distribución y reproducción en
cualquier medio, siempre que la obra original es debidamente citada.
Autor de correspondencia: PhD Jeannette Mercedes Acosta Núñez. Correo electrónico: jm.acosta@uta.edu.ec
Recibido: 23 de enero 2025
Aceptado: 29 de marzo 2025
La reciente Sentencia 67-23-IN/24 de la Corte
Constitucional del Ecuador ha marcado un hito en el
debate sobre la eutanasia en el país. Este fallo, que
establece la constitucionalidad condicionada del
artículo 144 del Código Orgánico Integral Penal
(COIP) en casos de eutanasia activa, ha abierto la
puerta para una discusión más amplia sobre los
derechos de los pacientes y los desafíos que
enfrentan los profesionales de la salud. Dentro de
este contexto, la enfermería juega un papel clave al
ser el punto de contacto más cercano entre los
pacientes y el sistema de salud (1).
Un caso emblemático que ilustró la necesidad de
este fallo fue el de Paola Roldán, una joven
ecuatoriana que padecía una enfermedad
degenerativa incurable que le provocaba
sufrimientos físicos y emocionales extremos. Su
historia destacó la importancia del derecho a una
muerte digna y visibilizó las limitaciones legales
existentes en el país para abordar situaciones de
sufrimiento intolerable. Paola y su familia abogaron
por la autonomía personal como un derecho
fundamental, argumentando que su calidad de vida
ya no era compatible con una existencia digna. Este
caso generó un amplio debate social y fue un
catalizador para la discusión sobre la regulación de
la eutanasia en Ecuador (1).
La sentencia establece que la eutanasia activa no
será punible si se cumplen ciertas condiciones
fundamentales: el consentimiento libre e informado
del paciente o su representante, la presencia de un
sufrimiento intenso causado por una enfermedad
grave e incurable o una lesión irreversible, y la
ejecución del procedimiento por un médico en un
marco profesional y ético (1). Estas condiciones
reflejan un equilibrio entre la autonomía del paciente
y la protección de sus derechos, permitiendo que las
personas decidan sobre el final de su vida en
circunstancias de sufrimiento intolerable (2,3)
Estudios internacionales han mostrado que las
enfermeras desempeñan roles clave en todas las
fases del proceso de eutanasia, incluyendo la
atención inicial y el acompañamiento, la evaluación
del estado del paciente, la participación en la
planificación y la comunicación con las familias. Sin
embargo, el rol de las enfermeras a menudo carece
de una definición clara en los marcos legales, como
se ha evidenciado en revisiones globales. Esto las
coloca en un "limbo legal" que puede complicar su
práctica profesional y sus responsabilidades éticas
(4) .
En Canadá, donde la eutanasia y la asistencia
médica para morir (MAiD) están reguladas, las
enfermeras tienen un papel más explícito, que
incluye la coordinación del cuidado, el apoyo a los
pacientes y familias, la educación comunitaria, y la
atención posterior al duelo (5). Este modelo podría
servir como referencia para Ecuador al momento de
implementar marcos regulatorios que incluyan
claramente las funciones del personal de
enfermería (4). Además, en países como Bélgica y
los Países Bajos, las enfermeras actúan como un
puente esencial entre los pacientes, sus familias y
el equipo médico, aunque enfrentan desafíos
similares debido a la falta de legislación específica
sobre su papel en estos procesos (3).
Para los profesionales de enfermería, este nuevo
panorama representa tanto un desafío como una
oportunidad. La enfermería, por su naturaleza, no
solo se enfoca en el cuidado físico, sino también en
el acompañamiento emocional y ético de los
pacientes (6). En el contexto de la eutanasia, esto
implica abordar la muerte como un proceso natural,
respetando la autonomía y los deseos del paciente.
Sin embargo, para cumplir este rol de manera
efectiva, los enfermeros necesitan formación
específica en bioética, legislación y habilidades
emocionales que les permitan manejar las
complejidades de estas situaciones (7,8)