Medina M/ Enfermería Investiga Vol. 10 No. 2 2025 (Abril – Junio)
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No se encuentran estudios que apliquen la
encuesta PHEEM en Ecuador, por lo que esta
investigación muestra una percepción del ambiente
educativo indican una evaluación más favorable
que desfavorable, pero con margen de mejora. En
comparación, el estudio en Paraguay en 2019 (22)
reporta valores más altos en las subescalas del
PHEEM, con un alfa de Cronbach de 0,8538 en
autonomía, 0,9351 en enseñanza y 0,7460 en
respaldo social, reflejando una percepción más
positiva y una mayor confiabilidad del instrumento.
Estas diferencias pueden atribuirse a las
características de la población estudiada, ya que el
estudio ecuatoriano incluyó a profesionales
sanitarios en general, mientras que el paraguayo
se centró exclusivamente en médicos residentes
en formación especializada.
En comparación, con otro estudio en Perú 2021
(23), que evalúa la satisfacción de los médicos
residentes con su programa de especialización,
este reporta una satisfacción global del 71,8%, con
puntuaciones más altas en empatía (82,8%) y
capacidad de respuesta (80,2%), pero más bajas
en seguridad (60,8%) y aspectos tangibles
(55,9%). Mientras que el estudio ecuatoriano se
centra en la percepción del ambiente educativo
hospitalario en general, el estudio peruano se
enfoca en la satisfacción con un programa
específico de especialización. Además, la
confiabilidad de los instrumentos utilizados es
mayor en el estudio peruano (α=0,919) en
comparación con los valores reportados en el
estudio ecuatoriano, lo que resalta diferencias
metodológicas y de enfoque entre ambas
investigaciones.
Por otro lado, el un estudio en México 2021 (24),
que también emplea la encuesta PHEEM, clasifica
el ambiente educativo como más positivo que
negativo (81-120 puntos) en médicos residentes de
la UMF 73, coincidiendo en términos generales con
los hallazgos en Ecuador. Sin embargo, el estudio
mexicano incorpora una dimensión adicional: el
estrés laboral, encontrando que solo un residente
presentó síndrome de Burnout, mientras que en la
investigación ecuatoriana no se evaluó esta
variable. La diferencia clave radica en el enfoque,
ya que el estudio en Ecuador analiza el impacto del
ambiente educativo en el desarrollo profesional del
personal sanitario en general, mientras que el
estudio mexicano examina la relación entre el
ambiente educativo y el estrés en médicos
residentes, lo que proporciona una visión más
integral del bienestar emocional de los
participantes.
En otro estudio realizado en El Salvador 2022 (25)
se revela una percepción más negativa del
ambiente educativo, con un puntaje de 75,28/160
puntos en la encuesta PHEEM, lo que indica un
entorno con "muchos problemas". Las
puntuaciones más bajas en autonomía (56),
enseñanza (60) y respaldo social (44) en el estudio
salvadoreño reflejan una visión crítica tanto de los
residentes como de los docentes clínicos, quienes
también evaluaron negativamente diversos
aspectos del proceso formativo, como el interés
académico de los residentes y las condiciones de
los recursos didácticos. A diferencia del estudio en
Ecuador, donde el ambiente es calificado como
favorable en general, los hallazgos en El Salvador
apuntan a una necesidad urgente de mejorar los
aspectos evaluados, lo que subraya las diferencias
en la percepción del ambiente educativo entre
ambos contextos.
Por otro lado, en un estudio realizado en Panamá
2018 (26) también se evalúa el ambiente clínico
educacional utilizando el PHEEM en médicos
internos. Los resultados se centran en la variación
en la percepción del ambiente según diferentes
variables, como el hospital de formación y el país
de origen del título médico. En este caso, la
diferencia en la percepción del ambiente fue
significativa (p = 0,0256) según el hospital, pero no
se encontraron diferencias significativas en
relación con el país de formación, sexo o nivel
académico. A diferencia del estudio ecuatoriano,
que presenta una visión más general del ambiente
educativo, el estudio panameño se enfoca en cómo
diversos factores institucionales pueden influir en la
percepción del entorno educativo, destacando que
las diferencias en la percepción no dependen de
variables demográficas como el país de origen del
título o el sexo de los médicos internos.
La comparación entre este estudio en Ecuador y
otros países revela variaciones en la percepción
del ambiente educativo hospitalario. En Ecuador, la
mayoría de los participantes percibe el ambiente de
manera favorable, pero existe una desconexión
con el desarrollo profesional, ya que pocos
participan en cursos de actualización. En
comparación, los estudios en Paraguay y Perú
muestran percepciones más positivas en sus
respectivas subescalas de autonomía, enseñanza
y satisfacción, aunque con diferencias en enfoque.
El estudio de México añade la dimensión del estrés
laboral, mientras que, en El Salvador, la percepción
es más negativa. En Panamá, las percepciones
varían según el hospital de formación, pero no por
variables demográficas. Estos resultados subrayan
la necesidad de mejorar la relación entre la
percepción positiva del ambiente educativo y el
compromiso con el aprendizaje continuo en el
contexto hospitalario.
CONCLUSIONES
El entorno educativo hospitalario se configura por
una interacción compleja de elementos tangibles e
intangibles, lo que dificulta su comprensión y
control completo. En este contexto, la formación
profesional de posgrado del personal sanitario se
inicia en etapas tempranas y se refuerza a lo largo
del tiempo, con la instrucción formal considerada la
vía más efectiva, especialmente para los adultos
jóvenes. Si bien una mayoría percibe el entorno
educativo del HPGDR de manera positiva, se
observa que esta percepción positiva no se traduce