MEDICIENCIAS UTA Revista Universitaria con proyección científica, académica y social
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Carrera de Medicina. Facultad de Ciencias de la Salud. UTA
Mora J. Retos de la comunicación en tiempos de pandemia. MEDICIENCIAS UTA.2022;6 (2):1-2.
Del papel a la pantalla
Históricamente gran parte de la comunicación estuvo basada en los documentos físicos y en el papel impreso.
No existía institución, empresa u organización que prescindía de la documentación en papel, es más, grandes
rubros de sus presupuestos estaban destinados a mantener ese sistema de tinta, impresoras y fotocopias.
De la misma manera al hablar del entorno mediático, los periódicos impresos, las revistas y otros formatos en
papel marcaban la agenda pública, dictaban la línea de opinión de sus comunidades o países. Acceder a las
limitadas (pero extremadamente poderosas) páginas en los medios de comunicación impresos era el reto de la
política, las relaciones públicas y la publicidad.
Con el aparecimiento inesperado de la pandemia, ambas realidades, sufrieron una transformación súbita,
acelerando la incorporación de la cultura “cero papeles” a través de documentos y firmas digitales, así como la
desaparición o reducción de los grandes periódicos informativos.
Postpandemia, la comunicación masiva impresa como la conocimos por siglos mutó para siempre, con una
migración de contenidos desde sus enormes pliegos de papel periódico hacia la pantalla de nuestros
‘smartphones’.
Este fenómeno también se replicó también en la academia y en la ciencia, principalmente desde tres
perspectivas: las clases virtuales, la bibliografía digital y la comunicación institucional reducidas a una pantalla.
Con la masificación del contagio por Covid-19 las aulas universitarias se vaciaron y las pantallas se convirtieron
en los nuevos salones de clases; de la misma manera ocurrió con las tradicionales bibliotecas que tuvieron que
cerrar y vieron un crecimiento exponencial del abastecimiento de libros digitales y del consumo académico de
los mismos. Los grandes campus se sintetizaron en la identidad digital que desde el área de comunicación se
sostuvo en el periodo de crisis sanitaria.
Retos de la comunicación desde la universidad en tiempos de pandemia
La academia tuvo que enfrentar grandes retos para adaptarse a una realidad desconocida, a la vez que continuaba
siendo el respaldo para sus territorios desde la ciencia y la tecnología. La universidad nunca de detuvo y, en
muchos casos, ya tenía avances significativos respecto de su propia transformación digital.
En manos de las universidades podían estar las grandes respuestas que la humanidad buscaba en medio de la
incertidumbre pandémica. Por esa razón, la ‘alma mater’ debían continuar activa a pesar de no poder acceder
físicamente a sus aulas. ¿Cómo hacerlo?
La comunicación institucional de la academia se convirtió en un engranaje central en este proceso, pues los
medios de comunicación digitales de las universidades se convirtieron en el único punto de acceso para la
información oficial. En el momento más oscuro, las universidades existían únicamente en el entorno virtual.
Todo pasaba muy rápido, en medio de una realidad desconocida y con total incertidumbre; ahí fue en donde la
comunicación institucional debió mantenerse activa y conectar a sus grandes audiencias (ahora 100% digitales)
para lograr una orientación efectiva de las comunidades universitarias y sostener en movimiento a la academia.
Los equipos de comunicación se integraron a los comités de emergencia aportando en doble vía ideas,
propuestas y soluciones para conectar la visión de las autoridades con las necesidades de los miembros de la
institución. Tanto para lograr la eficiencia en la difusión de las decisiones adoptadas y su aplicación, cuanto
para llevar al seno de las autoridades la voz de sus comunidades.
Su rol permitió que “casa adentro” y hacia afuera en la relación con sus públicos externos la academia se
mantenga viva en el entorno de la pandemia, pero, sobre todo, que la institución camine firme hacia los objetivos
planteados desde la alta dirección. Hoy, cuando parecería que la peor parte ha terminado, desde la comunicación
institucional de la academia el saldo es positivo con una evolución que la llevó a un siguiente nivel “de un solo
salto” en el tiempo.