MEDICIENCIAS UTA Revista Universitaria con proyección científica, académica y social
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Carrera de Medicina. Facultad de Ciencias de la Salud. UTA
Peñaloza O, Buenaño D, Robayo L, Guevara L, Torres T, Garcés C. Problemas de salud mental en personal
de salud de áreas críticas. MEDICIENCIAS UTA.2023;7 (1):84-95.
De igual manera, se determinó que el Burnout es
más frecuente (33.9%) entre los profesionales con
edades entre 30-34 años, en las mujeres 45,8%,
solteros 39,0%, en quienes laboran en el servicio de
emergencia 44,1%, en las enfermeras 37,3%, con
2-4 años de servicio 32,2% y jornadas de 8-12
horas 40,7%. Es más alta en quienes no consumen
alcohol 37,3% y no fuman 62.7%.
Discusión
Desafortunadamente las prevalencias de depresión,
ansiedad y Burnout son altas en los profesionales
de la salud que laboran en el Hospital General
Puyo. Lo cual probablemente se debe, además de
los factores ya conocidos al impacto que tuvo y
sigue teniendo la pandemia del COVID-19.
El Burnout afecta al 69.5% de los profesionales del
Hospital General Puyo, con un compromiso total
en la dimensión de despersonalización, lo cual
implica el desarrollo de sentimientos negativos,
reflejados en un mal trato a los pacientes, con
sentimientos negativos, un maltrato hacia los
compañeros y tendencia al aislamiento, lo cual
incrementa el agotamiento. Esta prevalencia es
similar a la reportada en Estados Unidos por la
Asociación Médica Estadounidense que manifiesta
que un 54% de los médicos han experimentado
agotamiento profesional (18). En Reino Unido
según el Servicio Nacional de Salud (NHS) el
estrés se reportó en el 39.8% del personal de salud,
considerado un valor muy alto y por lo cual se
determinó que debe ser tratado como un problema
de salud pública (9, 19).
Las prevalencias de ansiedad 84.7% y depresión
72.9% son mayores a las observadas en otros
estudios, lo cual debe ser un motivo de especial
preocupación por las consecuencias que estos
trastornos pueden tener en la calidad de vida y el
desempeño de los profesionales. En Paraguay las
tasas de ansiedad son del 42,3%, de depresión
32,8% y del síndrome de Burnout 24,1%. Trabajar
más de 12 horas, ser de sexo masculino y ser
personal de terapia intensiva y área quirúrgica tiene
mayor riesgo de desarrollar ansiedad, depresión y
síndrome de Burnout (20). En Ecuador según datos
del estudio de Pazmiño y cols., en personal de la
salud durante la pandemia se identificó que el
27,3% presentó depresión; el 39,2% ansiedad; el
16,3%, insomnio y el 43,8%, estrés postraumático
de intensidad moderada a grave. Los factores
asociados más relevantes fueron: trabajar en
Guayas; ser médico posgradista, no contar con
equipos de protección adecuado y ser mujer (21).
Una revisión sistemática y un metaanálisis
encontraron que la prevalencia de la depresión
entre los médicos es del 28,2%, con un rango del
20,9% al 43,2% según el instrumento utilizado
(22). Hayes y cols en su estudio indican que el alto
desarrollo de enfermedades mentales por los
médicos es preocupante. La depresión grave y muy
grave representa el 7.1% de los casos, la ansiedad
grave y muy grave el 6.1% y el estrés grave y muy
grave afecta al 9.5% de los médicos, estas cifras se
exacerban hasta el 19% de los casos si se adjunta
los grados moderados. Finalmente, otro estudio
revela que más del 60% de los médicos prefieren
no informar que padecen de alguna enfermedad
mental (23).
La alta prevalencia de depresión debe ser motivo
también de preocupación por el mayor riesgo de
suicidio. De hecho, un estudio publicado en el
Journal of the American Medical Association sobre
el suicidio en los médicos estima que la posibilidad
de morir para un médico del sexo masculino es del
70% y del 250 y 400% para las mujeres (24). Según
la especialidad los anestesistas, los médicos
generales y los psiquiatras parecen estar asociados
con mayor riesgo (25).
Hay evidencia de una serie de factores sociales y
ocupacionales que afectan la salud mental en los
trabajadores de la salud. Al parecer la capacitación
y la preparación se han asociado con un bienestar
psicológico positivo (7,26). Investigaciones
anteriores con trabajadores de la salud que se han
preparado para enfrentar una epidemia de influenza
han sugerido que los programas de capacitación y
educación previos al desastre son útiles en términos
de aumentar la confianza (7,27). Al contrario de lo
que se podría pensar que los médicos tienen una
multitud de factores protectores, incluida la carrera
y la seguridad financiera, un alto estatus y un
trabajo generalmente gratificante (4). Sin embargo,
están expuestos a una enfermedad mental como
cualquier otra persona, más aún si existe riesgos
asociados como la predisposición genética, los
primeros eventos traumáticos de la vida, duelos
posteriores, enfermedades o rupturas de relaciones.
Los médicos también tienen factores de riesgo
adicionales como los rasgos de personalidad que
predicen una dificultad, el perfeccionismo, la
obsesión e incluso elementos de martirio que
pueden actuar en su contra (28).