S. Pérez; S. Ferro / Boletín de Coyuntura; Nº 47; octubre - diciembre 2025; e-ISSN 2600-5727 / p-ISSN 2528 - 7931; UTA-Ecuador; Pág. 46 - 52
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Perspectivas económicas y uso de la capacidad instalada industrial: análisis de La Pampa, Argentina
Economic perspectives and use of industrial installed capacity: analysis of La Pampa, Argentina
Perspectivas económicas y uso de la capacidad instalada industrial: análisis de La
Pampa, Argentina
Economic perspectives and use of industrial installed capacity: analysis of La Pampa,
Argentina
Santiago Agustín Pérez1; Santiago Ferro Moreno2
URL: https://revistas.uta.edu.ec/erevista/index.php/bcoyu/article/view/2971/version/3637
DOI: https://doi.org/10.31243/bcoyu.47.2025.2971
Fecha de recepción: 24 de septiembre de 2024 Fecha de aceptación: 04 de julio de 2025
Resumen
Este estudio examina la relación entre la percepción sobre variables económicas, variables estructurales y la utilización de la
capacidad instalada en 87 industrias de La Pampa, Argentina. El objetivo principal es si estas variables, influyen en el uso de
la capacidad instalada. La metodología incluye encuestas estructuradas para obtener datos sobre capacidad instalada y
percepciones económicas y estructurales descriptivas. Se emplea la prueba de Kruskal-Wallis para evaluar esta relación. Los
resultados revelan que, aunque la utilización media de la capacidad instalada es del 64,3% con una notable variabilidad
intraindustrial, las percepciones de inflación y el rubro especifico de la industria tienen una relación significativa en la utilización
de capacidad instalada. Sin embargo, otras percepciones y variables, como la situación macroeconómica, del sector, acceso
al crédito, género, tamaño y edad, no muestran diferencias estadísticamente significativas en el uso de capacidad instalada.
Esto sugiere que el sector y la inflación es un factor clave a considerar, mientras que otras percepciones económicas pueden
no influir de manera clara en la capacidad instalada.
Palabras clave: percepciones, desarrollo, industria, macroeconomía, gestión.
Abstract
This study examines the relationship between perceptions of economic variables, structural variables and the utilization of
installed capacity in 87 industries in La Pampa, Argentina. The main objective is to determine whether these variables influence
the use of installed capacity. The methodology includes structured surveys to obtain data on installed capacity and descriptive
economic and structural perceptions. The Kruskal-Wallis test is used to evaluate this relationship. The results reveal that,
although the average utilization of installed capacity is 64.3% with a notable intra-industry variability, perceptions of inflation
and the specific industry have a significant relationship with the utilization of installed capacity. However, other perceptions
and variables, such as the macroeconomic situation, the sector, access to credit, gender, size and age, do not show statistically
significant differences in the use of installed capacity. This suggests that the sector and inflation are a key factor to consider,
while other economic perceptions may not clearly influence installed capacity.
Keywords: perceptions, development, industry, macroeconomics, management.
1 Universidad Nacional de La Pampa. Facultad de Agronomía. La Pampa - Argentina. E-mail: sperez@agro.unlpam.edu.ar ORCID: https://orcid.org/0000-0002-
7679-8819
2 Universidad Nacional de La Pampa. Facultad de Agronomía. La Pampa - Argentina. E-mail: sferromoreno@agro.unlpam.edu.ar ORCID: https://orcid.org/0000-
0001-5131-3662
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Economic perspectives and use of industrial installed capacity: analysis of La Pampa, Argentina
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Introducción
El sector industrial juega un rol fundamental en la estructura
económica de La Pampa, no solo por su capacidad para
generar empleo y agregar valor a los productos primarios,
sino también por su potencial para diversificar la economía
local (Ferro Moreno et al., 2019). La utilización de la
capacidad instalada es un indicador clave de la situación
productiva y operativa de las empresas en general y de un
sector en particular (Ghiglione y Lastiri, 2019). Es un
aspecto central en la gestión industrial, que se refiere al uso
proporcional del máximo nivel de producción que una
empresa puede alcanzar en un momento determinado, con
base a su infraestructura, recursos y capacidades. Según
Slack et al. (2010), la utilización de la capacidad instalada
es un factor crítico en la estrategia operativa de las
empresas, ya que afecta directamente su habilidad para
satisfacer la demanda del mercado y responder a cambios
en el entorno económico.
La literatura existente ha abordado diversos aspectos
relacionados con la utilización de la capacidad instalada,
incluyendo su medición, impacto en el rendimiento
empresarial, y factores que pueden influir en su ajuste y
optimización. La medición del uso de la capacidad instalada
puede involucrar la evaluación de la utilización de recursos
físicos, como maquinaria y equipo, eficiencia de los
procesos operativos, así como la disponibilidad de
mercados para comercializar (Heizer y Render, 2017). Por
lo expuesto, la utilización de la capacidad instalada no solo
está influenciada por factores internos, sino también por
factores externos. Las perspectivas sobre el
comportamiento de estos factores podrían influir de manera
anticipada en la determinación del uso de la capacidad
instalada, e influyendo luego en la competitividad de la
organización en particular y del sector en general (Horna
Cadenillas, 2024).
Las percepciones del estado de situación, tanto a nivel
macroeconómico como sectorial, juegan un papel crucial en
los procesos de toma de decisiones empresariales
(Martínez Mesías y López Molina, 2024). La teoría del
comportamiento económico sugiere que las percepciones
subjetivas de los empresarios sobre la economía pueden
influir en sus decisiones de inversión y planificación
(Kahneman y Tversky, 1979). Los estudios de Banerjee et
al. (2016), muestran que las expectativas económicas
negativas pueden llevar a una reducción en la inversión y
una subutilización de la capacidad instalada, mientras que
las expectativas positivas pueden incentivar la expansión y
la optimización de recursos.
La inversión en capital, la tecnología y las condiciones del
mercado son factores que pueden afectar la capacidad
instalada (Ghemawat, 2001). Además, la percepción de
problemas específicos dentro del entorno operativo, como
la incertidumbre política y económica, puede afectar la
disposición de las empresas para ajustar su capacidad
instalada. Según Porter (1985), los cambios en el entorno
competitivo y los desafíos internos pueden influir en la
capacidad de las empresas para operar a su máxima
capacidad. McKinnon (2014) indica que las empresas que
perciben un entorno económico incierto tienden a ser más
conservadoras en sus decisiones de inversión, lo que puede
llevar a una subutilización de la capacidad instalada. Por
otro lado, las empresas que perciben una estabilidad
económica tienden a invertir más en capacidad productiva y
a expandir su operación (Baker et al., 2016).
La utilización de la capacidad instalada industrial en
Argentina ha sido objeto de varios estudios que analizan su
evolución a lo largo del tiempo y su relación con la economía
nacional. El informe del Instituto Nacional de Estadística y
Censos (INDEC) muestra que la capacidad instalada en el
sector industrial argentino ha fluctuado debido a ciclos
económicos, políticas económicas y condiciones
internacionales. Durante el periodo de crecimiento
económico de la década de 2000, la capacidad instalada se
utilizó de manera más eficiente, reflejando un ambiente
económico favorable (INDEC, 2024). Sin embargo, las crisis
económicas y las recesiones provocaron una caída en la
utilización de la capacidad instalada, evidenciando la
vulnerabilidad del sector ante condiciones económicas
adversas (Fundación Mediterránea, 2020).
Un estudio reciente del Centro de Implementación de
Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento
(CIPPEC, 2022) analizó cómo las características del
liderazgo empresarial, incluyendo la educación, influyen en
la eficiencia productiva y el uso de la capacidad instalada en
Argentina. Los hallazgos indicaron que un mayor nivel
educativo de los gerentes y directivos estaba vinculado a un
mejor desempeño en sectores como la agroindustria y la
manufactura, donde el uso de tecnologías y la capacidad de
planificación son clave. La Comisión Económica para
América Latina y el Caribe de Naciones Unidas (CEPAL,
2020) elaboró un trabajo sobre productividad industrial en
América Latina, afirmando que la educación formal está
asociada con una mayor capacidad para implementar
innovaciones tecnológicas, lo cual impacta en el uso
eficiente de los recursos productivos; aunque el impacto
varía dependiendo del sector económico.
La política económica es una variable que ha tenido un
impacto significativo en la capacidad instalada industrial en
Argentina (CEPAL, 2020). La introducción de políticas de
ajuste fiscal y devaluación del peso en varias ocasiones ha
afectado la inversión y la capacidad operativa de las
industrias (García y Figueroa, 2020). El Centro de Estudios
de la Nueva Economía (CENE) reporta que las políticas de
incentivos a la inversión y los programas de apoyo a la
industria han tenido efectos mixtos, con una recuperación
parcial en la capacidad instalada, pero aún lejos de los
niveles óptimos (CENE, 2023). Ríos y Rodríguez (2021)
analizaron la evolución del uso de la capacidad instalada en
el sector industrial argentino y encontraron que la
productividad y la eficiencia dependen, en gran medida, de
las decisiones de inversión en capital humano y tecnológico.
El sector industrial argentino enfrenta varios desafíos que
afectan su capacidad instalada; la alta inflación, las
fluctuaciones en el tipo de cambio, caída del salario real y
la incertidumbre económica son factores críticos que
influyen en la utilización de la capacidad de las empresas
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Economic perspectives and use of industrial installed capacity: analysis of La Pampa, Argentina
para operar a plena capacidad (Banco Central de la
República Argentina -BCRA-, 2024). Además, la falta de
inversión en modernización tecnológica y la competencia
con productos importados han limitado la capacidad de las
industrias para competir en el mercado global (CEPAL,
2023). Muchas veces los resultados de políticas
gubernamentales orientadas a la reactivación económica
han sido desiguales y los sectores productivos continúan
enfrentando desafíos significativos (Ministerio de Economía
de Argentina, 2023). Medidas políticas para mejorar la
transparencia y la previsibilidad económica pueden
fomentar una mayor inversión en capacidad instalada y
mejorar la eficiencia operativa (World Bank, 2018).
En este marco, el objetivo general del trabajo se enfoca en
explorar, en la provincia de La Pampa, cómo variables
estructurales de las industrias y la percepción de los
industriales sobre la situación económica de diferentes
variables se relacionan con el uso de su capacidad
instalada. Específicamente se pretende: A) Realizar un
análisis de variables estructurales de las industrias de La
Pampa; B) Evaluar la percepción sobre variables
económicas de contexto; C) Calcular y examinar la
utilización de la capacidad instalada de las industrias bajo
estudio; D) Analizar las relaciones entre las variables
estructurales y las percepciones económicas sobre el uso
de la capacidad instalada.
Con base a los antecedentes, se presentan la siguientes
hipótesis: H1) Las percepciones negativas de la situación
macroeconómica se relacionan con una menor utilización
de la capacidad instalada en las industrias de La Pampa.;
H2) Los sectores industriales que perciben una situación
económica específica más negativa muestran una menor
utilización de la capacidad instalada en comparación con
aquellos que tienen una percepción más positiva; H3) Las
industrias que perciben la inflación en la estructura de
costos como alta tienen una menor utilización de la
capacidad instalada en comparación con las que perciben
la inflación como baja; H4) Las percepciones negativas
sobre el acceso al crédito están asociadas con una menor
capacidad de utilización instalada en las industrias; H5) El
sector de actividad de las empresas influye en la utilización
de la capacidad instalada; H6) Las industrias más grandes
tienen una mayor utilización de la capacidad instalada en
comparación con las industrias más pequeñas; H7) Las
industrias con gerentes que tienen un nivel de formación
educativa más alto muestran una mayor utilización de la
capacidad instalada en comparación con aquellas con
gerentes menos formados; H8) La edad del gerente tiene
una influencia significativa en la utilización de la capacidad
instalada, con gerentes de edad intermedia mostrando una
mayor capacidad de utilización en comparación con
gerentes más jóvenes o mayores; H9) No hay una diferencia
significativa en la utilización de la capacidad instalada
basada en el género del gerente.
Metodología
Este estudio se enfoca en analizar la utilización de la
capacidad instalada de 87 industrias de la provincia de La
Pampa (Argentina) y las percepciones de los industriales
(personas que gestionan las empresas) sobre la situación
económica a nivel macro, meso y microeconómico. La
investigación se desarrollará en dos fases principales:
recolección de datos y análisis de la información.
En la primera fase, se recolectan datos cuantitativos sobre
la capacidad instalada de las industrias a través de
encuestas estructuradas dirigidas a los responsables de la
toma de decisiones en las empresas seleccionadas. Los
datos incluyen la utilización efectiva de la capacidad
instalada en el periodo de estudio, proporcionando medidas
del porcentaje de utilización. Además, se lleva a cabo una
recolección de datos cualitativos mediante entrevistas
semiestructuradas con directivos de las industrias para
obtener una comprensión profunda de sus percepciones
sobre la situación económica, específicamente se abordan
las siguientes variables: A) Situación macroeconómica del
País; B) Situación económica del sector específico; C)
Inflación en la estructura de costos; D) Acceso al crédito. Se
estructuran las respuestas en escalas de Likert de 1 a 5: de
una perspectiva muy buena a una muy mala. También se
indagan sobre variables estructurales de la industria,
específicamente: A) Rama industrial al que pertenece la
industria; B) Tamaño; C) Nivel de formación; D) Edad y E)
Género.
En la segunda fase, se procede al análisis de los datos
recabados. Los datos se someten a técnicas estadísticas
descriptivas para desarrollar una mejor comprensión. Se
utilizan análisis inferenciales para evaluar las diferencias en
la capacidad instalada en relación con las percepciones
económicas y variables estructurales. La metodología
utilizada es la prueba de Kruskal-Wallis (no paramétrica). El
análisis se realiza sobre las medianas y no sobre las
medias, ya que esta prueba evalúa diferencias en la
distribución y no asume normalidad en los datos. Se
desarrollan análisis multivariados de conglomerados, para
conformar grupos en el caso de que sea significativo.
Finalmente, los resultados del análisis cuantitativo y
cualitativo se integrarán para ofrecer una visión completa de
cómo las percepciones económicas influyen en la
capacidad instalada. La investigación concluirá con la
presentación de conclusiones basadas en los hallazgos,
dando respuestas a las hipótesis planteadas, destacando
las implicaciones para la gestión empresarial y las políticas
económicas, y formulando recomendaciones para mejorar
la utilización de la capacidad instalada y abordar las
percepciones económicas adversas.
Resultados
Las 87 industrias relevadas de la provincia de La Pampa,
pertenecen a 11 sectores económicos diferentes. Los de
mayor participación son metalmecánica (28%), alimentos y
bebidas (21%) y construcción (20%). La distribución según
el tamaño plantea que las pequeñas y medianas industrias
predominan en el análisis, con un mayor número de
industrias en los rangos inferiores de tamaño. Las industrias
con un rango de empleadas/os de entre 16 y 60 son la
mayoría (31), seguidas por aquellas industrias con hasta 5
empleados/as (25 casos). Los tamaños entre 6 y 15
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empleados/as y entre 61 y 235 empleados/as tienen 19 y 10
industrias respectivamente, mientras que las industrias con
más de 236 empleados/as son las menos frecuentes, con
solo 2 casos.
En cuanto al nivel de formación, se observa una variabilidad
significativa en el nivel de formación de los gerentes o
tomadores de decisiones. La mayoría de las industrias
cuenta con gerentes que han completado estudios
universitarios de grado completo, con un total de 45
unidades. Luego, formación con nivel secundario completo
son 23 industrias. Los gerentes que han completado
posgrado universitario son 15 y finalmente, los gerentes con
solo primario completo son los menos frecuentes, con solo
4 unidades. En el sector industrial, la mayoría de los
gerentes se encuentran en el rango de 31 a 45 años (38
gerentes) y 46 a 60 años (37 gerentes). Los gerentes de
hasta 30 años son menos numerosos (3 gerentes), y los de
más de 61 años fueron 9. En el sector industrial,
predominan los gerentes masculinos, con un total de 73
unidades, frente a 14 gerentes femeninas. En la figura 1 se
presenta un resumen de las variables estructurales del
sector industrial de La Pampa.
Fuente: elaboración propia a partir de estudio realizado
Figura 1. Variables estructurales
El análisis del uso medio de la capacidad instalada en la
industria de La Pampa revela un valor promedio de 64,3%.
Esta cifra sugiere un uso relativamente eficiente de los
recursos, pero con un margen significativo para optimizar y
mejorar la producción. El rango de uso presenta una amplia
disparidad entre las industrias, con un mínimo de 20% y un
máximo de 100%. Esta variabilidad puede reflejar
diferencias en la demanda del mercado, la eficiencia
operativa o las estrategias de producción entre las
empresas. El desvío estándar del 22% refuerza esta
variabilidad, mostrando que hay una considerable
dispersión en los niveles de capacidad utilizada en
comparación con la media. En conjunto, estos datos
sugieren que, aunque el uso promedio de la capacidad
instalada es bastante alto, existen oportunidades
significativas para mejorar la eficiencia y reducir las
ociosidades en la industria provincial.
Fuente: elaboración propia a partir de estudio realizado
Figura 2. Promedio de uso capacidad instalada industrial
Los resultados sobre las percepciones de las industrias en
relación con diversas variables económicas muestran
diversidad en las respuestas. En cuanto a la situación
macroeconómica del país, la mayoría de las industrias la
perciben de manera positiva, con 30 que la califican como
"Buena" y 7 como "Muy buena". Una proporción menor,
pero relevante, la percibe como negativa, con 7
considerándola "Muy mala" y 25 como "Mala”. En
comparación, la percepción de la situación económica del
sector específico es algo más negativa, con 7 industrias
considerándola "Muy mala" y 33 "Mala". La percepción de
inflación en la estructura de costos es especialmente
preocupante, con 6 industrias viéndola como "Muy mala" y
36 como "Mala", mientras que solo 18 la consideran
"Buena" y 2 como "Muy buena". Finalmente, en términos de
acceso al crédito, 14 industrias lo perciben como "Muy
malo" y 18 como "Malo", con 27 indicando que no ha habido
cambios. Aunque existe un número considerable de
industrias que consideran el acceso al crédito como "Buena"
(26), la percepción sigue siendo predominantemente
negativa. En general, los datos reflejan una visión crítica y
preocupada sobre la situación económica general, el
acceso al crédito y la inflación, mientras que la situación
económica del sector muestra una perspectiva ligeramente
más favorable (figura 3).
Fuente: elaboración propia a partir de encuestas (2024)
Figura 3. Percepción variables macro
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Se realizaron pruebas de Kruskal-Wallis para evaluar las
diferencias en el uso de capacidad instalada entre distintas
categorías de varias variables cualitativas (tabla 1). De las
variables analizadas, solo el sector y la inflación mostraron
diferencias significativas. El valor p de 0,0724 para el sector
indica una tendencia hacia la significancia, permitiendo
rechazar la hipótesis nula con un nivel de significancia del
10%. Esto sugiere que el uso de capacidad instalada varía
significativamente entre los diferentes sectores. Por otro
lado, la inflación mostró un valor p de 0,0279, que es menor
que el umbral del 5%, indicando que hay diferencias
significativas en el uso de capacidad instalada en función de
los distintos niveles de inflación percibidos. En contraste, las
variables de tamaño, formación, edad, género, situación
macroeconómica, situación sectorial, y crédito no
presentaron diferencias significativas, con valores p que
superan el umbral de 0,1. Esto sugiere que estas variables
no influyen significativamente en el uso de capacidad
instalada en el contexto analizado.
Tabla 1. Análisis inferencial entre capacidad y variables
estructurales
Variable H Valor-p
Sector 16,8 0,0724*
Tamaño 8,96 0,1046
Formación 1,51 0,6736
Edad 1,09 0,7752
Género 3,30E-05 0,9954
Situación macro 2,29 0,6758
Situación sector 4,67 0,3145
Inflación 10,71 0,0279**
Crédito 0,52 0,9703
Fuente: elaboración propia a partir de encuestas (2024)
Referencias: *Significativo al 0,10. **Significativo al 0,05
Dado que la prueba de Kruskal-Wallis mostró que el tipo de
sector tiene un efecto significativo en el uso de capacidad
instalada, se realizó un análisis post-hoc para explorar las
diferencias específicas entre los sectores (tabla 2). Los
resultados de las medias y los rangos indican que el sector
electrónica tiene el menor uso de capacidad instalada, con
una media de 0,30 y un rango de 6,25. En contraste, el
sector Agroindustrial presenta el mayor uso de capacidad
instalada, con una media de 0,90 y un rango de 71,00.
Tabla 2. Uso de la capacidad instalada según el sector
Sector Medias Ranking Sector
Electrónica 0,3 6,25 A
Minería 0,43 23,25 A
Energía 0,57 34,83 A
Construcción 0,56 35,18 A
Plástica 0,6 38,17 A B
Madera 0,62 40,75 A B
Textil 0,66 45,1 A B
Metalmecánica 0,66 45,85 A B
Alimento y bebida 0,69 49,89 A B
Logística 0,75 57,5 A B
Agroindustrial 0,9 71 B
Fuente: elaboración propia a partir de encuestas (2024)
Los sectores están agrupados en tres categorías basadas
en sus rangos: los sectores que se agrupan en A, aquellos
que se agrupan en A-B y los que se agrupan en B. Los
sectores electrónica, minería, energía, construcción,
plásticos, madera, textiles, metalmecánica, alimentos y
bebidas, y logística se agrupan en A-B, indicando que tienen
diferencias significativas en el uso de capacidad instalada
entre sí, mientras que el agroindustrial se encuentra en una
categoría distinta B, mostrando una diferencia significativa
respecto a los demás sectores.
El análisis de conglomerados de sector según el uso de
capacidad instalada muestra al sector agroindustrial
diferenciado de los demás, sectores de minería y
electrónica de manera conjunta y luego al restante de los
sectores industriales (figura 4).
Fuente: elaboración propia a partir de encuestas (2024)
Figura 4. Análisis de conglomerados según sectores y el uso de
capacidad instalada
La percepción de la inflación en la estructura de costos
afecta el uso de capacidad instalada. Los resultados
muestran diferencias significativas entre las percepciones
de inflación, evidenciadas por las medias y los rangos
calculados (tabla 3). Los sectores que perciben la inflación
como "Muy buena" tienen el menor uso de capacidad
instalada, con una media de 0,38 y un rango de 14,25,
indicando que este grupo tiene el menor uso de capacidad
instalada en comparación con los demás. Por otro lado, los
sectores que perciben la inflación como "Buena" tienen el
mayor uso de capacidad instalada, con una media de 0,77
y un rango de 58,33. Las percepciones de "Muy mala", "Sin
cambios", y "Mala" en la inflación se agrupan en la categoría
A, lo que indica que estos sectores tienen niveles de uso de
capacidad instalada relativamente similares entre sí. Estos
sectores muestran valores intermedios en comparación con
el grupo B, que incluye la percepción de "Buena", y presenta
un uso significativamente mayor de la capacidad instalada.
Tabla 3. Uso de la capacidad instalada según percepción de la
inflación
Percepción inflación Medias Rank Sector
Muy buena 0,38 14,25 A
Muy mala 0,53 30,33 A
Sin cambios 0,62 41,42 A
Mala 0,63 42,56 A
Buena 0,77 58,33 B
Fuente: elaboración propia a partir de encuestas (2024)
En cuanto a las resoluciones de las hipótesis planteadas,
para la H1 e H2 no se encontraron diferencias significativas
en la utilización de la capacidad instalada entre las
percepciones de la situación macroeconómica y situación
económica del sector especifico. Esto indica que, en el
contexto del estudio, la percepción de la situación
macroeconómica y del sector no afecta de manera relevante
en el uso de la capacidad instalada. Sobre la H3, la
percepción de la inflación mostró diferencias significativas
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en la utilización de la capacidad instalada. Las industrias
que perciben la inflación como “buena” tienen una mayor
utilización de la capacidad instalada en comparación con
aquellas que la perciben como “mala” o “muy mala”. Esto
confirma que la inflación afecta el uso de la capacidad
instalada, con una mayor percepción de inflación vinculada
a menor utilización. Para la H4, aunque existe una
percepción predominantemente negativa del acceso al
crédito, no se encontraron diferencias significativas en la
utilización de la capacidad instalada basadas en esta
percepción.
Para la H5, el análisis mostró que existen diferencias
significativas en la utilización de la capacidad instalada
según el sector de actividad. En cuanto la H6, en el análisis
no se encontraron diferencias significativas en la utilización
de la capacidad instalada en función del tamaño de la
industria. Esto indica que el tamaño de la industria no tiene
un impacto relevante sobre cómo se utiliza la capacidad
instalada en tu muestra. En cuanto a la H7, H8 y H9 no se
encontraron diferencias significativas en el uso de la
capacidad instalada basadas en el nivel de formación
personal, edad y género. Esto sugiere que, en la muestra,
estas variables no tienen un impacto significativo en la
utilización de la capacidad instalada.
Conclusiones
El análisis realizado sobre la utilización de la capacidad
instalada en 87 industrias de la provincia de La Pampa
revela un promedio del 64,3%, lo cual indica que, en
general, existe una importante capacidad ociosa en muchas
empresas. Este promedio, sin embargo, oculta una
considerable variabilidad entre sectores, con valores que
oscilan entre el 20% y el 100%, y un desvío estándar del
22%. Esta dispersión sugiere que existen marcadas
diferencias en cuanto a la eficiencia operativa, los mercados
a los que acceden las empresas y sus niveles de ociosidad.
Tales diferencias no solo reflejan disparidades en las
capacidades internas de las empresas, sino también en las
condiciones de los mercados en los que operan, la
disponibilidad de recursos, y posiblemente, las políticas
sectoriales que puedan favorecer o dificultar su crecimiento.
Estas diferencias también sugieren que muchas industrias
podrían mejorar su eficiencia a través de una mejor gestión
de los recursos, tanto humanos como tecnológicos, y una
optimización en la planificación y uso de su capacidad
instalada. Además, aquellas empresas que ya operan con
niveles relativamente bajos de utilización de capacidad
tienen margen para aumentar su producción en caso de un
incremento de la demanda sin necesidad de realizar
inversiones adicionales.
Un aspecto crucial para entender esta situación es la
percepción de las industrias sobre la situación económica,
tanto a nivel macroeconómico como sectorial. La mayoría
de las empresas en el estudio expresan percepciones
negativas o neutrales sobre la economía, lo que refleja un
entorno de incertidumbre que afecta sus decisiones
operativas y de inversión. Las preocupaciones principales
se centran en dos aspectos clave: la inflación en la
estructura de costos y el acceso al crédito. La inflación tiene
un impacto directo sobre los costos de producción, lo que
reduce los márgenes de ganancia y dificulta la planificación
a largo plazo. A su vez, el acceso limitado al crédito
restringe la capacidad de las empresas para financiar
proyectos de expansión, modernización o adquisición de
nuevos equipos, lo que puede conducir a una mayor
subutilización de la capacidad instalada. Este fenómeno es
especialmente preocupante en sectores donde el margen
de maniobra para ajustar precios es limitado, lo que agrava
la situación de las empresas más pequeñas o menos
diversificadas.
La prueba de Kruskal-Wallis aplicada en el estudio revela
que el tipo de sector industrial tiene un efecto significativo
sobre la utilización de la capacidad instalada. Esto implica
que sectores como el agroindustrial y de electrónica
muestran patrones muy distintos en cuanto al uso de su
capacidad productiva. En concreto, el sector agroindustrial
destaca por ser el que presenta un mayor uso de su
capacidad instalada, lo que podría estar vinculado a la
demanda sostenida de productos alimentarios y al
dinamismo del sector en la provincia. En contraste, el sector
de electrónica es el que presenta el menor uso de
capacidad instalada, lo que podría reflejar tanto una menor
demanda como problemas relacionados con la
competitividad o el acceso a insumos clave. Estos hallazgos
destacan la importancia de las características sectoriales en
la determinación de la eficiencia operativa, y sugieren que
algunos sectores están mejor posicionados que otros para
optimizar el uso de su capacidad productiva.
Otro resultado relevante es la relación entre la percepción
de la inflación y la utilización de la capacidad instalada.
Aquellas empresas que perciben la inflación de manera
negativa muestran los niveles más bajos de uso de
capacidad, lo que sugiere que la incertidumbre sobre el
comportamiento de los precios genera un efecto inhibidor
en la producción. Por otro lado, las industrias que perciben
la inflación como "buena" son las que reportan un mayor uso
de su capacidad instalada. Esto podría explicarse por una
mayor capacidad de estas empresas para trasladar los
costos de la inflación a los precios de sus productos, o por
una mayor flexibilidad en la gestión de sus recursos. Sin
embargo, este hallazgo también genera interrogantes sobre
las estrategias empresariales ante la inflación y su impacto
en la eficiencia operativa.
En síntesis, los resultados de este análisis muestran que,
aunque el sector industrial no parece ser un factor
determinante para explicar diferencias significativas en la
utilización de la capacidad instalada a un nivel
estadísticamente significativo del 5%, la percepción de la
inflación sí lo es. Esto refuerza la idea de que las
percepciones económicas, en particular las relacionadas
con la inflación y el acceso al crédito, juegan un papel
crucial en la toma de decisiones de las empresas y en su
capacidad para aprovechar plenamente sus recursos. En
este sentido, mejorar las condiciones económicas y las
percepciones empresariales sobre la estabilidad
macroeconómica podría contribuir a una mayor eficiencia y
a una mejor utilización de la capacidad instalada,
S. Pérez; S. Ferro / Boletín de Coyuntura; Nº 47; octubre - diciembre 2025; e-ISSN 2600-5727 / p-ISSN 2528 - 7931; UTA-Ecuador; Pág. 46 - 52
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Perspectivas económicas y uso de la capacidad instalada industrial: análisis de La Pampa, Argentina
Economic perspectives and use of industrial installed capacity: analysis of La Pampa, Argentina
promoviendo el crecimiento y la competitividad del
entramado industrial en la provincia de La Pampa.
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