Saltos I/ Enfermería Investiga Vol. 10 No. 3 2025 (Julio - Septiembre)
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DISCUSIÓN
En cuanto al comportamiento de las variables
biosociodemográfico, en lo referente a la variable
sexo, se observa en este estudio, una presencia
mayoritaria del sector femenino para ambos niveles
de atención, destacable para las categorías
ocupacionales de enfermería y auxiliares de
enfermería. Lo resultados concuerdan con
tendencias nacionales e internacionales expresadas
en otras investigaciones que identifican al sector de
la salud, como predominantemente femenino. La
Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (CEPAL), confirma que el 73,2% de las
personas empleadas en el sector de la salud son
mujeres (26).
En correspondencia con la edad, el promedio
obtenido revela un patrón observado previamente (19)
donde mayoritariamente el equipo de salud está
conformado por profesionales de mediana edad,
entre 31 y 60 años. El transitar la mediana edad
implica que posean características particulares,
determinadas por distintos factores de cambio, en
esta etapa las circunstancias vitales habilitan a la
proyección de la vida en donde toman decisiones en
cuanto a trayectorias laborales, perspectivas de
cuidado y relaciones interpersonales (27).
Con la afinidad, a la situación en pareja,
mayoritariamente los integrantes del equipo de salud
tienen pareja. Se confirman evidencias al respecto
encontradas en otras investigaciones, en donde se
postula que la relación en pareja pudiera ser un
amortiguador en relación con el trabajo de alto estrés
psicológico, alta demanda y bajo control (28). El
94,6% de los participantes se auto identifica
étnicamente, según la cultura y costumbres de la
población, como mestizos. Los datos son
consistentes con las estadísticas oficiales
constantes en el último Censo de Población 2010 en
Ecuador, donde el 71,9% de la población, se auto
identifica como mestizo (30). Referente al número de
hijos, predominan los que tienen 2 hijos en ambos
niveles, cifras que concuerdan con las estadísticas
del INEC de 2010 (31).
En lo que respecta, al estado contractual la mayoría
se encontraba en la categoría “Contratos de servicio
por un año”, lo cual representa una desventaja, ya
que podría repercutir en la salud física y mental. La
percepción, por parte de los trabajadores, de
inestabilidad en su trabajo provoca malestares
emocionales y niveles de ansiedad, de las que se
derivan un aumento de la sensación de
desprotección e inseguridad (32). La situación
revelada en este estudio respecto al tipo de
contratación coincide con otros estudios realizados
en Chile (33), es posible, según Veleña, que los
contratos ocasionales vulneran los principios de
igualdad, continuidad laboral, irrenunciabilidad no
discriminación, e intangibilidad (34).
Al analizar sobre Calidad de Vida Laboral se revela
que, el puntaje global para este estudio interpretado
como CVL “media”, a diferencia de un estudio
realizado en Turquía (35), donde la calidad de vida
del equipo de salud fue encontrada buena
Al analizar la literatura latinoamericana destaca un
estudio realizado en Brasil, donde se valoró la CVL
en enfermeras hospitalarias, encontrando su CVL
como “ni positiva, ni negativa” (36), asimilándola al
concepto de calidad de vida media. En un estudio de
metaanálisis que buscaba determinar la CVL de los
trabajadores de la salud en países latinoamericanos,
los resultados evidenciaron que era
predominantemente “bajo” (16) Del mismo modo un
estudio realizado en Ecuador, se evidenció un
contraste con los resultados de este estudio, ya que
la percepción global de la calidad de vida laboral
(CVL) entre el personal de salud de los hospitales
públicos del sur del país fue reportada como baja
(37).
Finalmente, destaca un estudio realizado en
Ecuador donde los resultados armonizan con los de
la presente investigación, encontrando que los
trabajadores de la salud tienen una calidad de vida
profesional “promedio” (38).
En cuanto los factores de CVL, se observó
diferencias estadísticamente significativas en los
factores “Condiciones de trabajo” y “estrés en el
trabajo” por categoría ocupacional, destacando que
los médicos obtuvieron las medias más altas en
ambas dimensiones. Este nivel estrés en el trabajo
presentado por el equipo médico, podría deberse al
alto grado de responsabilidad en el cargo, la carga
de trabajo excesiva, jornadas de trabajo
extenuantes, gran número de pacientes atendidos
por día y, por el alto porcentaje de médicos con doble
empleo (39) sin embargo, cuando el trabajador
siente como excesivo en las demandas laborales
que va más allá de su capacidad para hacerles
frente, se vuelven un factor de riesgo para el
desarrollo de estrés. (40)
En lo que ataña la Autoeficacia Profesional se
observó diferencia estadísticamente significativa en
la evaluación de la “autoeficacia global”, donde las
medias más altas fueron obtenidas para el primer
nivel de atención, lo cual podría atribuirse a que las
unidades de primer nivel de atención son
organizaciones pequeñas, con una estructura
organizacional más simple y nivel de tareas menos
complicadas que transcurren en un entorno laboral
de cordialidad, de buena comunicación, alcanzando
generar mayor sensación de responsabilidad,
bienestar, satisfacción y compromiso,
constituyéndose en aspectos positivos a nivel
organizacional, que impactan en el desempeño,
calidad del trabajo y el compromiso con la
comunidad (41). La percepción de AP que tienen los
trabajadores influye en el grado en que perciben su
trabajo como satisfactorio, donde la AP afecta al
comportamiento humano fijando patrones de
pensamiento y reacciones emocionales positivas
ante las demandas, o amenazas ambientales (42).
La comparación entre las categorías ocupacionales,
para la Autoeficacia Profesional, no hubo diferencias
estadísticas significativas entre médicos,