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como viviendas, oficinas, centros educativos o zonas
urbanas de manera segura y funcional, sin que sus
características personales representen una barrera
significativa (20). Este enfoque promueve la
inclusión a través del desarrollo de entornos y
productos que se adaptan a una amplia diversidad
de usuarios, sin centrarse exclusivamente en sus
limitaciones o capacidades. En este sentido, la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL), en su informe del año 2003, sugiere diez
medidas clave para fomentar ciudades accesibles y
acogedoras para la población adulta mayor. Una de
estas medidas destaca la importancia de garantizar
el acceso seguro, rápido e independiente a los
espacios y edificaciones, asegurando así su plena
integración en la vida urbana (21).
Los espacios arquitectónicos y urbanísticos deben
contar con accesibilidad universal para adultos
mayores y personas con discapacidad; si bien, el
diseño y la construcción de edificaciones ha ido
implementando barreras para los adultos mayores,
hoy se cuenta con tecnología suficiente para
responder a sus necesidades. Desde esta
perspectiva, existen diferentes elementos para tener
en cuenta como: residencial, arquitectónico y
urbanístico, con relación a las competencias del
profesional del área de la ergonomía (22). Se debe
considerar, por un lado, la adaptación de los
espacios y construcciones ya existentes; y por otro,
incorporar elementos en un futuro.
Tecnología Asistida y Dispositivos Adaptados
Existe una gran variedad de recursos tecnológicos
en lo que a este colectivo se refiere; entre los
elementos de ayuda al desplazamiento, se destacan
los andadores (pueden ser más o menos complejos,
incluso electrónicos), alzadores de sillas, ayudas
para ascender escaleras, etc. Existe una gran
cantidad de recursos de diversas índoles, tanto
electrónicos como mecánicos o hidráulicos, incluso
maquinaria que busca facilitar la movilización, se
pueden encontrar, por un lado, ayudas para elevarse
o incorporarse, escaleras a varios niveles para ser
colocadas en diferentes partes de la casa, barras de
tracción que puede utilizar para movilizarse por su
hábitat, sillas con ruedas y cómodas, mesas y camas
para realizar tratamientos y cuidados, ayudas para
caminar, sistemas de tracciones continuas.(23)
Los adultos mayores a menudo enfrentan una serie
de desafíos para acceder y utilizar la tecnología,
dificultades de visión, audición, motricidad, memoria
y las relacionadas con la distracción son algunos de
estos problemas. El concepto de tecnología asistida
(TA) se desarrolla dentro del conjunto de tecnologías
orientadas a hacer más accesible y fácil la
realización de las actividades cotidianas; la TA son
aquellas tecnologías que permiten superar las
limitaciones personales del individuo, facilitando la
realización de tareas y potenciando el acceso a una
mayor información. En este sentido, la accesibilidad
se refiere a la posibilidad de que un grupo de
usuarios (en general, personas con alguna
discapacidad) puedan acceder a la información y
servicios que les proporciona un sistema TIC
(tecnologías de la información y comunicación)
determinado. (24)
Ergonomía Cognitiva en la Vejez
La disminución del nivel de los tipos de respuestas y
la limitación de su variedad entre individuos de buen
rendimiento también son notablemente reducidas en
la vejez, aquí se puede hacer referencia a
investigaciones que han relacionado este aumento
de la inhibición a la dificultad por establecer nuevas
asociaciones cuando son necesarias. Por
consiguiente, las dificultades del adulto mayor no se
deben nunca a una simple falta de tiempo de
reacción, sino que son multiplicadas por sus cambios
en las capacidades asociativas que están en la base
de su actuación. En la vejez, las reacciones se hacen
más confusas y vacilantes, y es posible
enlentecerlas o inhibir pasajeramente una probable
respuesta deficiente (25), además, una muy sutil
modificación general de la personalidad se preocupa
por evitar posibles amenazas y extravíos del
comportamiento intencionalmente orquestado en un
mundo cotidiano que lo distancia del ideal de
funcionamiento armónico y relativamente relajado.
Las dificultades cognitivas en la vejez inciden sobre
los aspectos laborales, sociales, económicos y de
seguridad vial; la ergonomía cognitiva se ocupará de
los factores humanos para contribuir a que el adulto
mayor conserve sus capacidades cognitivas el
mayor tiempo posible. Las etapas finales de la vejez
se consideran en ocasiones excepcionales, por las
inevitables manifestaciones biológicas que
perjudican el control del equilibrio del cuerpo y por
las disminuciones más o menos profundas de todas
las actividades cognoscitivas de las cuales depende
la actuación consciente. Pero las estimaciones
subjetivas de los cambios son a menudo exageradas
por la imagen ideal que el individuo conserva de sí
mismo o por ciertas tendencias pesimistas que lo
afectan anticipando una fase realmente difícil (26).
En estudios recientes se ha evidenciado que los
adultos mayores no solo presentan problemas en el
tiempo de reacción sino también en la capacidad
asociativa requerida para nuevas tareas. Por
ejemplo, Naveh-Benjamin demostró que la edad
avanzada conlleva una "deficiencia asociativa",
especialmente al formar nuevas asociaciones como
nombres y rostros; dicho déficit se acentúa bajo