receptor de la ciudad disminuyó un 66% y se recupera en el
año 2021 un 75% respecto al 2020, solo se logró alcanzar
un 60% de la cifra del 2019 que cerró con 483.399 de
llegadas de turistas; en el 2022 es notable que se logró
recuperar la confianza de los viajeros alcanzando 452.922
visitantes lo que representó el 93,7% respecto al 2019, pero
algo cierto es que para el sector empresarial tratar de
alcanzar al menos el crecimiento del 11% que se mantenía
en el 2019 sería un ideal para poder restablecer su
confianza en la actividad turística y orientar sus estrategias
en función del contexto en el que se desarrollan (Morales,
2018).
De acuerdo con el catastro de establecimientos registrados
por el Ministerio de Turismo (2023), la planta turística de la
ciudad de Guayaquil mostró entre el periodo 2019-2022, en
el año 2019 se encontraban registrados un total de 4.911
establecimientos turísticos, indicador que decae en un
48,3% con 2.539 establecimientos registrados en el 2021,
sin embargo, en el 2022 se recupera el sector con un
incremento del 25,75% de establecimientos turísticos. El
sector hotelero pasó de tener 120 alojamientos en el 2019
a 142 en el 2021, pero nuevamente se redujo a 122
establecimientos en el 2022; por su parte el sector de
alimentos y bebidas se contrajo un 54% al pasar de 4.354
establecimientos en el 2019 a 2.000 en el 2021, con una
importante recuperación del sector del 32%. En el caso de
las empresas de transporte 24 cerraron sus operaciones
entre el 2019 y el 2021. Las empresas operadores e
intermediadores turísticos existentes en el año 2019 fueron
321 y para el 2021 fueron 305, cerrando con 331
establecimientos al 2022.
Las cifras muestran una contracción de alrededor del 50%
de la oferta de servicios del sector turístico en general. En
este escenario quedaron atrás aquellas empresas que
quebraron, aquellos que tuvieron que cambiar de giro de
negocio o vender sus negocios, pero los que lograron
sobrevivir tuvieron que temporalmente dejar de funcionar
durante la pandemia para reducir el impacto en costos fijos
y compromisos contractuales, entre otras medidas que
agravaron la crisis de este sector empresarial.
El sistema turístico
El turismo, una actividad multipropósito que desplaza
personas fuera de su entorno habitual, supone un gasto
turístico, condicionado a la existencia de un sistema
conformado por elementos como la demanda, oferta, el
espacio geográfico y los operadores de mercado (OMT,
2017). Dentro del contexto de reactivación turística, la
calidad de servicios debe ser consecuente con la
experiencia del turista, al igual que la confianza en el
destino, por lo tanto, “la adecuación de la oferta de
productos y servicios, para satisfacer la demanda, mejorar
los mercados y las acciones de promoción” (Ministerio de
Comercio, Industria y Turismo, 2009, pp.5-6) son
necesarias para incentivar los viajes. El espacio geográfico,
el punto de encuentro entre la oferta y la demanda, genera
desplazamientos que son determinantes para la experiencia
turística, sea un parque temático, una zona turística, una
ciudad, poblado o región, pero lo importante es que ese
destino constituye el objetivo del turista (Arboleda-Montaño,
2018).
Un destino sustenta su oferta turística principalmente en su
planta turística que incluye equipamiento e instalaciones
(Boullon, 1985), representados por los establecimientos de
alimentos y bebidas, alojamiento, agencias de viaje,
entretenimiento, entre otros, que deben garantizar a los
clientes su capacidad para responder a sus necesidades,
deseos y expectativas, logrando de esta manera beneficios
mutuos para visitantes, empresas y residentes. Dentro de
la operación e intermediación turística, las agencias de
viajes, en especial en los mercados de origen, cumplen su
función de mediación entre la oferta y la demanda, la
comercialización, comunicación y distribución del producto
turístico representado por el conjunto de bienes y servicios
que transforman el gasto del turista en una experiencia para
su confort material o espiritual satisfaciendo sus
necesidades, requerimientos o deseos (Cárdenas, 2006).
Sin este pilar, la subsistencia de la oferta se ralentiza. Shih-
Shuo Yeh (2021), en su estudio cualitativo sobre estrategias
de recuperación turística frente a la pandemia de COVID-
19, identificó que la industria de las agencias de viajes está
asociada fuertemente a otras empresas y que su colapso
podría tener un impacto significativo en las otras empresas
de la industria turística.
“Disponer de un atractivo único no siempre es suficiente.
Los turistas necesitan opciones y alternativas que les inviten
a quedarse más tiempo o a disfrutar más. Hay que tener en
cuenta que la oferta de actividades ha de ser compatible con
las atracciones principales, y con los recursos naturales y
culturales de la zona” (Llamas et al., 2012). Es decir, que el
sector turístico para incurrir dentro de un proceso de
reactivación progresiva necesita alternativas congruentes
con las nuevas necesidades del mercado; la oferta turística
de manera general necesita diversificarse con nuevos
productos, nuevas experiencias, renovando la
infraestructura, revisando la planificación estratégica,
optando por contratar nuevo personal capacitado,
invirtiendo en recursos y materia prima y con ello diversificar
los segmentos de demanda, ya que se podrá satisfacer las
variadas necesidades que ponen de manifiesto los turistas.
La industria turística, representada como un gran sistema,
debe ser abierto y empático con todas las ramas de
actividad que están interrelacionadas y correlacionadas
dentro de los destinos receptores, sobre todo con el recurso
humano requerido para direccionar su funcionalidad,
eficiencia y eficacia, y elevar la confianza empresarial y la
del turista; estos serían factores clave para consolidar una
reactivación efectiva y planificada.
Pandemia y reactivación turística
El turismo promueve, además del desplazamiento de
personas, la inversión y comercio de mercancías
(Organización de las Naciones Unidas, 2020), tanto a nivel
local como internacional. “Las pandemias tienen una fuerte
incidencia en el comportamiento turístico mundial debido a
que una de las principales fuentes de contagio está
relacionada con el tráfico internacional de pasajeros” (Félix
& García, 2020, p.83). De aquí que “La importancia de la